La científica argentina Silvia Goyanes recibió hoy el premio L’Oréal-Unesco por su trayectoria y labor dedicada a mitigar la contaminación del agua, junto a otras cinco investigadoras locales que también fueron galardonadas por este programa internacional que busca reconocer la excelencia científica en el país. La ceremonia tuvo lugar en el Centro Cultural de la Ciencia (del barrio porteño de Palermo) y fue la edición N.°12 de este premio denominado “Por las Mujeres en la Ciencia”, en el que colaboró el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Goyanes relató que para su investigación quiso enfocarse en un "problema serio: el agua", con la idea de "generar un producto que sirva, más allá de los papers científicos".  Con ese propósito, el equipo que encabeza se dedicó a generar filtros que contribuyeran a mitigar la contaminación del agua dulce. Confeccionaron el diseño del proyecto con ayuda de las virtudes de la nanotecnología, la tecnología que trabaja con materiales a escala nanométrica (un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro).

"Si bien se trata de un filtro macroscópico (que puede tener varios metros), está hecho con nanofibras, las cuales –para que se entienda– son 1000 veces más chicas que un cabello", describió Goyanes, investigadora principal del Conicet y doctora en Física, en diálogo con la agencia de noticias Télam. Entonces lograron un filtro que, por sus propias características, permite retener o quitar impurezas del agua dulce, pero que además cuenta con las virtudes de la nanotecnología, lo que le brinda más calidad y lo hace más activo que uno común.

"La idea es terminar el diseño a escala de laboratorio y luego transferirlo a una empresa que lo ponga en el mercado", sostuvo la científica. Destacó que, para ella, el "espíritu" del reconocimiento que recibió fue el de premiar el rol de una mujer en la dirección de un proyecto que le solucione un problema a la gente. Las otras cinco científicas argentinas galardonadas fueron Vera Álvarez, que investigó el desarrollo de sistemas portadores de principios activos para aplicaciones en biomedicina, agroindustria e industria textil; Carla Giacomelli, que abordó cómo reparar tejidos con genes; Florencia Montini Ballarin, enfocada en la ingeniería de tejidos; Analía Zwick, que se dedicó a expandir aplicaciones en imágenes por resonancia magnética; y Valeria Boeris, que se basó en el estudio de sistemas coloidales con potencial aplicación en el desarrollo de alimentos más saludables.

El reconocimiento que se otorgó este viernes consiste en dos categorías: "premio", con un apoyo económico de 400 000 pesos para que la investigadora ganadora siga desarrollando su proyecto en el país, y "beca", en la que se le otorgan 280 000 pesos a una joven investigadora o becaria en etapa de formación posdoctoral. Además, se reconoce a otras dos científicas dentro de cada categoría como menciones especiales. Florencia Montini Ballarin, ganadora en la categoría "beca", subrayó a Télam que lo que le gusta de su trabajo es sentir que le devuelve algo a la sociedad con una aplicación que está relacionada con la medicina.

Su labor es desarrollar materiales con una estructura que imite a la matriz extracelular del cuerpo, lo que hace que a las células les guste el ambiente en el que están, proliferen y regeneren tejidos. "Buscamos en tejidos dónde fallan o están dañados, y si se necesita algún trasplante, diseñar estas matrices con las propiedades específicas para que cumplan una función temporaria y ayuden a la regeneración del tejido, y a la larga sea uno sano", explicó Montini Ballarin.

El acto también contó con la presencia del secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Jorge Aguado, quien destacó a Télam la importancia de este premio con trayectoria internacional para la visibilización del aporte de las científicas argentinas.