El trabajo realizado por las científicas y los científicos de la Argentina, repleto de reconocimientos, es altamente valorado por la sociedad. Sin embargo, un reciente informe del observatorio Pulsar.UBA indicó que hay un porcentaje, que se arrima al 50%, que si bien cree en el desarrollo científico nacional, sostiene que hay otras prioridades. Este dato surge en un contexto muy complejo para el campo científico, en el que la palabra crisis se repite en todas las áreas y donde la falta de recursos genera consecuencias. Juan Manuel Carballeda, investigador del Conicet y divulgador, piensa y cuenta la ciencia. Buscamos su voz, reconocida en diferentes medios, para ayudarnos a enmarcar los desafíos de este complejo escenario. 

Primero, lo sabido: con un presupuesto nacional prorrogado por segunda vez, este 2025 la gestión que encabeza Javier Milei sostiene las riendas cortas al sistema científico nacional, donde le Conicet es la institución que sintetiza este estado de situación en crisis.   

“Quienes hacemos ciencia tenemos que contarle a quienes nos financian, que es el pueblo, lo que hacemos, por qué lo hacemos, para qué lo hacemos y para quién lo hacemos”, dijo Carballeda en diálogo con Unidiversidad. “Se está viendo un ataque muy fuerte al sistema científico en todos sus ámbitos. Se hace cuesta arriba hacer ciencia en este momento en Argentina, como probablemente nunca antes. Yo me dedico a esto hace unos 20 años y nunca vi una situación tan difícil a nivel subsidios, a nivel recursos humanos. Los sueldos están muy vapuleados. Tampoco hay ingresos de nuevos investigadores, realmente el sistema está siendo muy atacado”, agregó. 

Carballeda, doctor en Biología, tiene un recorrido como divulgador con presencia en medios, redes sociales y participaciones especiales en producciones de El Gato y la Caja. Recientemente, pasó por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO para dar la charla “La ciencia entra por la historia" en el marco del ciclo Nexo científico. Para el investigador, más que nunca tienen que contar qué hacen. "Justamente, porque estamos hablando de soberanía. Hacer ciencia en nuestro país es lo que nos permite nuestras propias herramientas para tomar decisiones propias. Tenemos un país gigante y diverso. Tenemos que conocerlo muy bien y para eso necesitamos hacer ciencia”. 

Claro, pero es necesario insistir en que el contexto no es nada simple. Para dar algunos datos, desde el Consejo Universitario Nacional (CIN), enumeraron una serie de recortes y frenos en los recursos que alertan sobre esta situación (acá podés ver el detalle de esos recortes).

Según el CIN, “más del 70 % de la producción científica se origina en el sistema universitario nacional” a lo que se suma “la totalidad de la formación doctoral”. Sin embargo, asegura que “el desfinanciamiento de la ciencia amenaza gravemente estas funciones”. 

Consecuencias palpables de desfinanciar la ciencia argentina 

Carballeda sumó un dato sobre una de las consecuencias que hoy se están viviendo a diario en los diferentes institutos científicos del país: la fuga de cerebros. 

“Tenemos una escuela en Argentina impresionante. Somos respetados, queridos y buscados en cualquier parte del mundo. Entonces, sí, es una posibilidad que siempre está en quienes hacemos ciencia emigrar a algún país donde haya recursos para hacer ciencia”. Esta realidad suma una serie de agravantes: “También es muy difícil volver, porque si uno tiene hijos y arma su vida afuera, después es difícil volver y rearmar. 

Además, el biólogo, que publico el premiado libro “Virus”, destacó un dato relevante: “El sistema científico se está despoblando a una velocidad que nunca imaginé ver”.  

Esta migración hacia otros destinos afuera de las fronteras o hacia el sector privado genera un costo que va más allá de lo financiero. “Reconstruir es muy difícil. Si un director de laboratorio se va, se va toda su experiencia. Si se jubila una persona, un investigador y el laboratorio se cierra, se van todos los becarios”, describió.   

Movilización de científicos y científicas al Polo Tecnológico en Buenos Aires. Foto: @RAICYT_Ar (X)

Entonces, empieza a jugar en contra el factor tiempo, ya que, en la visión de Carballeda, esa experiencia de conocimiento tarda generaciones en construirse. “Destruir siempre es mucho más fácil, se hace rápido, en algunos años, pero para reconstruir se necesitan décadas. Por eso, también, el impacto es tan fuerte”, remarcó.   

Cuestión de prioridades 

El informe de Pulsar.UBA “Los argentinos y la ciencia” fue relevado en 2024, año que tuvo dos movilizaciones a gran escala para visibilizar el estado del sistema universitario nacional, en el que, como sostiene el CIN, se sostiene el sistema científico público. El estudio indica que el 55 % de los consultados respondió que “la ciencia es importante para el desarrollo de Argentina y debería ser una de las principales prioridades del país”. Sin embargo, al dividir la respuesta por rango etario, sorprendió encontrar que entre las personas menores de 30 años, el 51 % considera que hay otras urgencias antes que el crecimiento de la ciencia. En cambio, las generaciones mayores jerarquizan más el rol decisivo de la ciencia. 

Carballeda insistió en que en esas grandes movilizaciones quedó claro el apoyo de la sociedad a las universidades y a las y los científicos. En este escenario, observó lo relevante que es contar qué hace el Conicet y todos los institutos científicos que reciben financiamiento público. Incluso, puso el acento en el “para qué” y el “para quién”. 

"Si no parece ser tan prioritario, bueno, justamente ahí hay que trabajar. Porque evidentemente a los científicos nos escuchan, nos respetan. Entonces, expliquemos porque sí es prioritario esto. En un país tan diverso como el nuestro tenemos enfermedades virales que solo ocurren en nuestro país. Pienso, por ejemplo, en el virus Junín, que solamente circula en Argentina. Frenar líneas de investigación como está pasando con este virus en particular es gravísimo porque ningún país se va a interesar en trabajar, en estudiar, en generar vacunas o en generar antivirales para esta enfermedad”, afirmó el virólogo.  

Entonces, para el investigador, “es absolutamente prioritario", desde el lugar que les toque, contar estas cosas. "Y si bien no tengo la receta de cómo hacerlo, qué funciona, qué no funciona, sí sé que tenemos la responsabilidad de hacerlo”.    

Cómo seguir 

Este 2025, desde le CIN, en cooperación con la Federación Universitaria Argentina (FUA) y el Frente Sindical de Universidades Nacionales, elaboró un proyecto para sancionar una nueva Ley de Financiamiento Universitario. El grado de avance de la iniciativa dependerá de los vaivenes políticos en el Congreso en un año electoral. Mientras tanto, todas las alertas siguen prendidas en el sistema científico. 

El reconocido biólogo dando la charla “La ciencia entra por la historia” en la FCEN de la UNCUYO. 

Le preguntamos a Carballeda dónde ve él las motivaciones para seguir investigando y fue claro en su respuesta: en los y las estudiantes. 

“Doy clases hace muchos años y sigo viendo en los estudiantes, incluso en los estudiantes de los primeros años, ganas de aprender, ganas de hacer ciencia, ganas de entender cómo se hacen experimentos, ganas de entender. Veo cómo se hacen preguntas, cómo se responden esas preguntas y eso me llena de esperanza. Me hace darme cuenta, o darnos cuenta, de que vamos a ganar de alguna manera. Vamos a lograr que las nuevas generaciones puedan estar en un país con un sistema científico sólido”. 

Sobre Juan Manuel Carballeda 

El investigador es muy activo en redes sociales y tiene un canal sobre ciencia en YouTube. En plataformas y redes lo podés encontrar como “MuyCarba”. 

Además, nos dejó su correo electrónico por para contactarlo o consultas: juan.carballeda@unahur.edu.ar.