5 Historias. 50 Años. Exilio chileno en Mendoza - Verónica Tapia

Verónica Tapia nació en 1976 en Las Ventanas, un pueblo costero situado a 35 km al norte de Valparaíso, Chile. Durante el año 1982, su familia experimentó las repercusiones de una profunda crisis económica que afectó al país. En ese contexto, el padre de Verónica quedó desempleado de su trabajo en la Fundición Ventanas, una refinería de cobre del centro del país. La crisis económica de 1982 en Chile dejó profundas secuelas en la población, generando un clima de inestabilidad social y económica. Este contexto dio lugar a grandes movilizaciones sociales y jornadas de protesta nacionales. A pesar de las dificultades que atravesaba, Verónica recuerda con claridad cómo las manifestaciones y protestas en las calles de Valparaíso marcaron su infancia. Desde muy joven, presenció a las mujeres manifestándose en las protestas, organizando ollas populares y la fuerte presencia policial reprimiendo con camiones hidrantes. Debido a la difícil situación económica y la necesidad de encontrar una solución para su familia, su padre tomó la decisión de viajar a Argentina en 1984, dejando a su esposa e hijos en Chile. En Mendoza, su padre vivía en una casa de adobe que colapsó durante el terremoto de 1985, dejando a muchas familias sin hogar. En ese momento, la gente comenzó a ocupar terrenos en el Barrio La Favorita, y su padre también tomó uno. Así, Verónica y su familia viajaron a Argentina en busca de una nueva vida. A pesar de las circunstancias adversas, valora profundamente las oportunidades que Argentina le brindó, como tener un hogar, la posibilidad de estudiar, trabajar y ofrecer una educación a sus hijas.