A dos años del matrimonio igualitario

El 15 de julio se cumplen dos años de uno de los logros más importantes para el colectivo lésbico, gay, trans y bisexual. Fue el primer paso, y uno de los más difíciles, para comenzar a construir una Argentina más igualitaria.

A dos años del matrimonio igualitario

Sociedad

Unidiversidad

Guadalupe Pregal

Publicado el 15 DE JULIO DE 2012

En el marco de un gran debate en el que se anticipaba la destrucción de la familia, se tildaba de enfermo a cualquiera que apoyara la ley, y se movían millones de pesos y movilizaban miles de personas para hacer una campaña contra su sanción; la Cámara de Senadores de la Nación aprobó la Ley de Matrimonio para parejas del mismo sexo con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones. Ya el 5 de mayo la Cámara de Diputados había dado la media sanción al proyecto.

Esa madrugada nos abrazábamos y llorábamos al ver concretado lo que por tantos meses habíamos peleado, luchado, movilizado, pensado. En Mendoza era una noche muy fría, con aguanieve que caía copiosamente. En diferentes lugares, la gente se había reunido para ver esa histórica jornada. Se festejaba cada discurso a favor, como si fuesen goles de la selección. Se contestaba cada palabra en contra. La expectativa crecía con cada una de las intervenciones de los senadores y las senadoras.

En mirada retrospectiva, la idea de acceder a tantos derechos parecía una verdadera utopía, pensábamos que nunca se iban a lograr tales avances. Y ya se ve que no sólo era el matrimonio, que permitió que lesbianas, gays y bisexuales puedan casarse con sus parejas y así pasar a ser ciudadanos y ciudadanas de primera; sino que después venía la Ley de Identidad de Género, que otorgó visibilidad y ciudadanía legítima a las compañeras y compañeros trans.

Aun así, sabemos que la lucha no se termina en dos leyes, sino que requiere del trabajo cotidiano para lograr que las leyes se apliquen, para erradicar las situaciones de discriminación que se siguen viviendo, para lograr una igualdad auténtica. Todavía queda camino para recorrer en la construcción de una sociedad en la que un joven gay no sea golpeado hasta su muerte, que una mujer no muera en manos del machismo, que una joven no tenga que prostituirse como única salida laboral porque es trans. Ese es el horizonte de lucha.

Mientras tanto, los logros se festejan y por eso ¡Feliz Día de la Igualdad!