Adicción a la tecnología como nuevo trastorno mental: para los y las especialistas no es una novedad

El celular y otros dispositivos tecnológicos tienen un enorme potencial comunicativo, creativo y educativo. No obstante, su uso excesivo conlleva riesgos y consecuencias que no escapan al mundo adulto.

Adicción a la tecnología como nuevo trastorno mental: para los y las especialistas no es una novedad

Foto: ilustrativa

Sociedad

Tecnología y sociedad

Unidiversidad

Emilio Murgo

Publicado el 18 DE FEBRERO DE 2022

Si bien la Organización Mundial de la Salud destacó el pasado 11 de febrero la adicción a los videojuegos como una patología mental, especialistas consideran que esta enfermedad data de hace más de 20 años. Además, otra creencia habitual es pensar que son los más jóvenes los más afectados, cuando, en realidad, son los adultos quienes más sufren de esta patología.

Entre los cambios más significativos, está la inclusión por parte de la OMS de la adicción a los videojuegos como un nuevo trastorno mental. Esta inserción llega tras la fuerte irrupción de la tecnología en nuestras vidas como efecto de la pandemia.

Miguel Conocente, psicólogo, dialogó con Unidiversidad sobre esta "nueva" enfermedad: “Que ahora la OMS destaque la adicción a los videojuegos como una patología y una enfermedad es algo atrasado, nosotros venimos percibiendo cada vez más problemas con la utilización y el abuso desde 2003. De hecho, no se habla solamente de consumo problemático de los videojuegos, sino que también podemos incluir a la tecnología en general y, como un ícono, podríamos definir a los teléfonos celulares”.

“Estos dispositivos tienen acceso a redes sociales, juegos en línea y otras actividades que lindan con lo compulsivo. Esto significa que hay una vida organizada en relación con lo que sucede con el dispositivo en cuestión. Se asocia a una sensación de no poder hacer otra cosa y de estar perdiéndose algo que ocurre en un mundo virtual”, destacó el especialista, que está a cargo de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (Doite) en Mendoza. “El ejemplo más claro son aquellas personas que no pueden dormir de corrido, ya que deben despertarse a revisar el celular (ya sea para consultar las redes sociales o para continuar con algún juego que habían dejado pendiente)”, continuó el psicólogo.

Problemática no solo de niñas, niños y jóvenes

Nos hemos configurado en una escena donde hay “un tercero” permanentemente en nuestras comunicaciones cotidianas, y este rol es ocupado por los celulares, los videojuegos, las redes sociales, la televisión, etc.

“Lo que hay que dejar en claro es que este no es solo un problema de los jóvenes, sino que es un problema en general. Podemos afirmar que, sobre todo, la gente adulta es la que más problemas tiene con el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos, lo que rompe con la creencia de que son los niños, niñas y jóvenes quienes más abuso hacen de la tecnología”, afirmó Conocente.

Señales a tener en cuenta

A la hora de medir nuestro consumo, existen en cada dispositivo aplicaciones de bienestar digital que nos indican la cantidad de horas de pantalla o de consumo (en el caso de los videojuegos) que les dedicamos a diario.

“Las consecuencias más notorias son que la persona empieza a desatender cuestiones de la vida cotidiana. Esto lleva a ciertas afectaciones en los vínculos, en las cuestiones laborales o en el desempeño del estudio, etc. La persona empieza a armar en su cabeza un esquema en el que la realidad está sustituida por lo que sucede en el mundo digital”, concluyó el psicólogo.

En la Clasificación Internacional de Enfermedades, se recopilan cuatro señales de mal uso que indican que los usuarios deberían pedir ayuda. Cumplir con estos requisitos no implica necesariamente ser adicto a los videojuegos o al celular (al menos, hasta que lo confirme un psicólogo/a), pero sí son un síntoma de que algo  está sucediendo y no va bien.

  • Dejar de lado relaciones sociales, familiares o de trabajo

Como entretenimiento, los videojuegos sirven para ocupar tu tiempo libre. Reservar tiempo de tu día para jugar tampoco tiene por qué ser preocupante. El problema viene cuando se convierte en una prioridad y dejás de hacer cosas más importantes por sentarte delante del ordenador o la videoconsola. Uno de los criterios diagnósticos para saber si alguien sufre de adicción a los videojuegos es determinar si, durante los últimos 12 meses, ha dado cada vez más prioridad al juego sobre otros intereses y actividades de la vida diaria.

  • No ser capaz de limitar el tiempo de juego

Ponerse media hora y acabar enganchado toda la tarde: perder la noción del tiempo es normal si sucede esporádicamente. Este punto no tiene tanto que ver con que el tiempo vuele, sino con que, aun siendo consciente de que deberías dejarlo por hoy, sos incapaz de hacerlo. En esa situación, se considera que el usuario está perdiendo control sobre sus impulsos y que se deja llevar por el placer que le generan las hormonas que su cerebro está secretando mientras juega.

  • Jugar cuando deberías estar durmiendo

Aunque las necesidades de sueño pueden variar mucho de una persona a otra, hay ciertos límites que, si se cruzan, pueden ser una señal de alarma: por ejemplo, mantener al día tus obligaciones diarias a cambio de sacrificar horas de sueño para poder jugar o cambiar los hábitos de sueño para amoldarlos al juego.

  • Continuar jugando a pesar de las consecuencias negativas que les causa

Según Vladímir Poznyak, experto en consumo de sustancias y conductas adictivas de la OMS, una de las claves para llegar a diagnosticar la adicción a los videojuegos es la incapacidad de dejar de jugar, aun a sabiendas de las consecuencias negativas. Es decir, cuando está afectando tus relaciones personales, tu trabajo o tu salud física y mental y, aun así, seguís dándole prioridad y no sos capaz de dejarlo.

Ninguno de estos síntomas por separado determina si alguien es adicto a los videojuegos o no. Según la OMS, solo se diagnostica cuando "el patrón de comportamiento es lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento".

¿Qué tan grave puede llegar a ser la patología?

Las profesionales enumeran situaciones diversas, desde chicos que no quieren dejar de jugar para ir a cenar y los padres deben acercarle el plato a la computadora hasta otros que ya no pueden ir a la escuela y requieren un régimen especial de escolarización paralelo al tratamiento.

La clasificación de enfermedades que incluyó a los videojuegos como trastorno es una codificación estandarizada de todas las dolencias, desórdenes, condiciones y causas de muerte que sirve para que los países obtengan datos estadísticos y epidemiológicos sobre su situación sanitaria con los que puedan planear programas y recursos en consecuencia. Este proceso sirve para actualizar una clasificación que, en muchos casos, estaba desfasada, no reflejaba la realidad o no incluía comportamientos que ahora se consideran enfermedades o desórdenes.

 

Nintendo explica cómo luchar contra la adicción en videojuegos

Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, ofreció unas respuestas sobre diversos temas relacionados con los videojuegos y sus riesgos.

"Creo que el problema de la adicción a los juegos se trata más de volverse demasiado dependientes de los videojuegos que de cualquier problema con los juegos en sí", explicó Furukawa.

“Una cosa que hemos hecho como compañía que crea juegos es implementar características que les permitan a los padres limitar el tiempo que sus hijos pueden jugar. Pienso que introducir más funciones como esta, y aumentar la conciencia entre más personas de que las adicciones a los videojuegos existen, es una forma en que podemos enfrentar los problemas e intentar resolverlos", finalizó.

Fuente: El País / Diario As / Clarín

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