Luego de varias idas y vueltas, el Gobierno nacional dejó sin efecto los impuestos internos de los vinos espumantes. A través de un decreto y anunciado a través del Boletín Oficial este jueves 28, se anuló el gravamen del 12 % por el plazo de un año, previsto en un principio por la gestión de Mauricio Macri.

El Gobierno extendió hasta el 31 de diciembre de 2018 la suspensión transitoria de la aplicación de impuestos internos a los vinos espumantes. La decisión se comunicó a través del decreto 1103/2017, que fue publicado en el Boletín Oficial de este jueves 28 de diciembre con la firma del presidente Mauricio Macri, del jefe de Gabinete Marcos Peña y de los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Luis Miguel Etchevehere (Agricultura).

En este sentido, el Gobierno destacó que “unos de nuestros objetivos es impulsar las economías regionales, contribuyendo al posicionamiento y competitividad de la actividad vitivinícola”. Además, se recordó que el Ejecutivo puede “disminuir o dejar sin efecto transitoriamente los gravámenes  previstos, cuando así lo aconseje la situación económica de determinada o determinadas industrias, previo informe técnico favorable y fundado de la entidad con competencia primaria en la materia”.

Las ideas y vueltas del espumante

En octubre, tras su reforma impositiva, el Gobierno nacional elevó el tributo denominado “impuestos internos” para las bebidas azucaradas, alcohólicas, vinos y espumantes. Al mismo tiempo, el gobernador Alfredo Cornejo y su par sanjuanino, Sergio Uñac, impulsaron una durísima batalla para lograr que se eliminara la intención de gravar con un impuesto del 10 % a la vitivinicultura y del 12 % a los espumantes.

“Hemos sido escuchados. Acabo de tener una reunión con el presidente Mauricio Macri y me ha confirmado que el impuesto al vino y a los espumantes no va al Congreso”, decía a Los Andes un Cornejo exultante al salir de la Casa Rosada. Por su parte, Dujovne, ministro de Hacienda de la Nación, más técnico y con la enorme responsabilidad de reducir el déficit fiscal, expresó que el Gobierno decidió dar marcha atrás y modificar el proyecto inicial tras detectar que definitivamente hubo algunos nuevos impuestos "que afectaban" a determinadas actividades económicas, como la del vino y los espumantes.