Bolivia y Chile: pueblos hermanos que buscan resolver un viejo conflicto

Los cómo y los por qué de esta conflicto que ya tiene 132 años. Una pelea por una salida al mar que terminó ganando Chile, dejando a Bolivia sin puerto y con ello reduciendo sus posibilidades de desarrollo. Hoy un acercamiento entre ambos pueblos y la esperanza de que finalmente Bolivia pueda abrirse camino en las profundidades del Océano Pacífico. 

Bolivia y Chile: pueblos hermanos que buscan resolver un viejo conflicto

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Unidiversidad

Analía Martín en edición periodística

Publicado el 18 DE FEBRERO DE 2011

El 23 de marzo se conmemora los 132 años del inicio de la guerra del Pacífico. Una guerra que comenzó a mediados del siglo XIX. El desierto de Atacama había adquirido un gran valor económico debido al descubrimiento de valiosos yacimientos de guano y, posteriormente, de salitre, que por ese entonces era muy cotizado en el mercado internacional.

Al crearse la República de Bolivia en 1825, Simón Bolívar incluye la costa de Cobija (Puerto La Mar) como parte de esta nueva república sin embargo, la explotación económica de esa zona costera fue llevada a cabo por empresarios chilenos. Por ese entonces las Repúblicas de Bolivia (Hilarión Daza era presidente) y de Chile (Aníbal Pinto Garmendia, primer mandatario chileno), habían suscrito a dos tratados que, entre sus muchas finalidades determinaba, una ganancia para Bolivia sobre los productos provenientes de la explotación de los depósitos de guano y los derechos de exportación que se percibieren sobre los minerales extraídos en aquella área.

Luego, con el correr del tiempo, el 27 de noviembre de 1873, la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, una sociedad chilena formada por capitales chilenos y británicos, firmó un acuerdo con el gobierno boliviano que le autorizaba la explotación de salitre libre de derechos por 15 años, desde la bahía de Antofagasta hasta Salinas, incluyendo el Salar del Carmen. Dicho acuerdo no fue ratificado por el congreso boliviano, que en ese entonces se encontraba analizando las negociaciones con Chile. Por ende el acuerdo fue firmado por la Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía. Dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático. Ante las protestas por parte de la Compañía de Salitres por la ley del impuesto y dado que el contrato no había cumplido con los trámites para declararlo, el gobierno boliviano decidió, rescindir el contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El prefecto Zapata (de Bolivia) ordenó rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878. Ante esto, Chile toma la decisión de ir a la guerra un 11 de febrero 1879. El presidente Aníbal Pinto ordena la ocupación de Antofagasta, que se realiza el 14 de febrero de 1879, donde tropas chilenas ocupan el litoral boliviano hasta el paralelo 23 y tres naves chilenas desembarcan en Antofagasta, Mejillones, Cobija y Caracoles reivindicándose estos territorios.

Gracias a los archivos de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta se sabe que en Chile no existía interés en ir a la guerra por salvar a la compañía, a pesar de que muchos políticos y ministros importantes eran accionistas minoritarios de la compañía. Sin embargo, la decisión sería otra en el caso de que se remataran efectivamente las salitreras, lo que, según la visión del presidente de Chile Aníbal Pinto, supondría la violación efectiva del tratado.

En ese momento existían tratados que determinaban la mediación pacífica en caso de conflictos - tratados que Argentina no se había adherido -, para lo cual Bolivia recurrió pidiendo que sean acatados al gobierno peruano. El gobierno peruano para mediar en el conflicto envió a su ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile; la misión del diplomático fracasó. Cabe destacar, que la mediación de Perú estuvo sujeta a desacuerdos que tenía este país con algunos tratados que Bolivia firmó sin consultar al gobierno peruano, aunque Perú seguía intentando resolver el conflicto de forma pacífica.

Mientras tanto, el 1 de marzo el gobierno de Bolivia declara cortado todo comercio con Chile. El 15 de marzo Chile inicia preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello 23 de marzo tiene lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles bolivianos. El 5 de abril de 1879 Chile le declara la guerra a Bolivia y Perú. Ante el poco interés de Chile por encontrar una salida diplomática, Perú se siente ligado a Bolivia por el tratado recíproco de defensa, y entra asimismo, en la contienda, declarando el casus foederis.

La historiográfica chilena en cambio afirma que el pacto es defensivo en la forma, pero ofensivo en el fondo, por lo que considera la mediación de Perú después de la toma de Antofagasta como una forma de ganar tiempo, mientras se realizaban preparativos de guerra.

Y así se dio comienzo a un guerra que duró 4 años, llevándose la vida de miles de personas; se estima que el costé del conflicto en vidas humanas fue de 14 a 23 millones de personas a lo largo de la guerra.

La guerra concluyó el 20 de octubre de 1883 con la firma del Tratado de Ancón, mediante el cual el Departamento de Tarapacá pasó a manos chilenas permanentemente y las provincias de Arica y Tacna quedaban bajo administración chilena por un lapso de 10 años, al cabo del cual un plebiscito decidiría si quedaban bajo soberanía de Chile, o si volvían al Perú. A la firma de este tratado el Departamento de Tacna contaba con tres provincias: Tacna, Arica y Tarata. En 1885, dos años después del tratado, Chile ocupa la provincia de Tarata; la cual es devuelta al Perú el 1 de septiembre de 1925 por resolución del árbitro Calvin Coolidge, Presidente de los Estados Unidos.

El plebiscito previsto en el Tratado de Ancón nunca se llevó a cabo y no fue hasta 1929 que se firma el Tratado de Lima, que contó con la mediación de Estados Unidos, que decide que gran parte de la provincia de Tacna sería devuelta al Perú mientras que Arica y el resto quedaría definitivamente en manos de Chile. El Estado de Chile pudo iniciar un proceso de chilenización dirigido a la población de Tacna, Arica y Tarapacá, interviniendo en las organizaciones privadas y públicas de la zona.

La paz entre Chile y Bolivia fue firmada en 1904. El tratado de paz entre ambas naciones, en el cual Bolivia definitivamente reconocía la permanente soberanía chilena sobre el territorio previamente en disputa, ha sido, sin embargo, origen constante de tensiones diplomáticas entre ambos países durante el siglo XX y comienzos del siglo XXI, debido a que Bolivia perdió toda posibilidad de salida soberana al Océano Pacífico.

Tras su victoria, Chile tomó posesión no sólo de una importante extensión territorial, sino también de enormes depósitos salitreros, guaneros y de cobre. Éstos fueron adquiridos mayoritariamente por capitales británicos, por medio de la compra de bonos desvalorizados emitidos antes del conflicto por Perú y adquiridos a bajos precios con préstamos de bancos chilenos, que los hacían dueños de las salitreras, lo que ha llevado a parte de la historiografía moderna a ver a los ingleses como instigadores ocultos de la guerra, sin pruebas concluyentes a decir de la historiografía chilena. Algunos historiadores creen ver en algunas publicaciones de la época, inglesas y europeas en general, por ejemplo la editorial del diario británico "The Bullonist" aparecida en 1879, como pruebas del apoyo a las aspiraciones chilenas. Por el contrario, otros estiman que estas publicaciones se deben más bien al clima electoral existente en dicho país y a la ardua disputa entre el Primer Ministro Benjamin Disraeli, partidario de intervenir, y William Gladstone contrario a la intervención.

El salitre fue la principal fuente de riqueza de Chile hasta el descubrimiento del salitre sintético por los alemanes, durante la Primera Guerra Mundial.

Estas relaciones de tensión entre pueblos hermanos se sostuvieron durante años, hasta que en el año 2006 los gobiernos de La Paz y de Santiago reavivaron los acercamientos tendentes a solucionar los problemas existentes, en el marco de una agenda de 13 puntos entre los que se encuentra el tema marítimo.

En momentos de revoluciones, reivindicaciones de grandes luchas sociales, Latinoamérica avanza también en la historia y hoy, cerca del 23 de marzo,en el aniversario 132 de aquella “guerra de Pacífico”; el gobierno boliviano, al mando de, Evo Morales Ayma, se reencuentra con el gobierno chileno, en manos de Sebastián Piñera, y reflexionan acerca de la historia.

En un marco de respeto y hermandad latina, el presidente de Evo Morales se mostró contento con las intenciones de Chile de presentar una propuesta específica sobre el tema del mar. “Quiero pedir de manera respetuosa al presidente de Chile, Sebastián Piñera, y a su gobierno y pueblo, que hasta el 23 de marzo podamos contar con una propuesta concreta que sea una base para debatir", subrayó Morales, citado por la agencia ABI.

En una conferencia de prensa en el palacio de gobierno en La Paz, Morales añadió: "Después de sentar las bases de confianza de pueblo a pueblo, de gobierno a gobierno, de Fuerzas Armadas a Fuerzas Armadas, y tras agenda dentro de los 13 puntos el tema del mar, ya es hora de que haya propuestas concretas para debatirlas”. Refiriéndose a las reuniones que se cumples desde el 2006 las comisiones de los dos gobiernos a nivel de cancillerías.

Sólo resta saber si efectivamente el gobierno Chileno corresponderá con estos tiempos de encuentro entre pueblo hermanos, con estos tiempos de cambio que se viven.

Fuente: Correo Perú y Web