"Calmados": crece el consumo de tranquilizantes entre los jóvenes

Según los últimos datos de la Sedronar, el 15,3 % de los argentinos los utilizó alguna vez. "A mediano o largo plazo, pueden generar adicción", dijo a Unidiversidad el psiquiatra Manuel Vilapriño. Los peligros de consumir psicofármacos sin prescripción.

"Calmados": crece el consumo de tranquilizantes entre los jóvenes

Foto ilustrativa publicada en grafas.ru.

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Unidiversidad / Florencia Martínez del Rio

Publicado el 07 DE AGOSTO DE 2019

Según los últimos datos de la Sedronar, el 15,3 % de los argentinos consumió tranquilizantes alguna vez en la vida, mientras que el 1,3 % usó antidepresivos. En Mendoza, el rango etario de mayor consumo de estos medicamentos sin receta médica es entre los 25 y los 34 años.

El estudio sobre consumo de sustancias psicoativas realizado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) muestra que el 15 % de la población en el país consumió estos fármacos -con o sin tratamiento médico-, lo que significa unas 2 956 910 personas. La mayor parte de ellas expresó haber utilizado los que pertenecen al grupo de las benzodiacepinas, sobre todo Clonazepam (el 55,6 %) y Alprazolam (el 30,2 %).

En Mendoza, el último informe de la Sedronar al respecto señala que la mayoría de los consumidores de tranquilizantes sin receta médica tienen entre 25 y 34 años. Las mujeres los ingieren más que los varones, en un porcentaje del 2,9 % y el 2,3 % respectivamente. Sin embargo, ellos comienzan a consumirlos antes; mientras la edad de inicio de los hombres es de 24 años, la de ellas es de 34.

 

Los peligros adictivos 

Para entender qué son y cómo funcionan estos medicamentos, Unidiversidad dialogó con el psiquiatra Manuel Vilapriñ, que explicó que el cerebro no se puede sectorizar; recetar un fármaco de este tipo generará beneficios en un área, pero tendrá acciones secundarias en otras. "Todos estos medicamentos autorizados por la Anmat tienen acciones específicas positivas si están bien indicados, por eso es muy importante hacer un buen diagnóstico. A un paciente con conducta adictiva no se le puede recomendar este tipo de fármacos. Es recomendable no usarlos durante más de un mes ni retirarlos de golpe".

El médico señaló que existen distintos tipos de medicamentos con acción tranquilizante y que la mayoría no genera adicción, pero hay otros que sí, como las benzodiacepinas. "A mediano o largo plazo, pueden generar acostumbramiento y/o adicción. En Argentina, la automedicación con estos estos fármacos es muy alta y la edad de inicio va en baja". 

Sobre los efectos, Vilapriño comentó que principalmente disminuyen la ansiedad y la angustia. "Es muy notable en las últimas dos décadas el aumento en el país y en el mundo de los trastornos de ansiedad y depresión. El consumo de estos fármacos está naturalizado", afirmó.

Además, el psiquiatra destacó que los tranquilizantes también son utilizados por los jóvenes para potenciar los efectos del acohol o la marihuana, así como también para "bajar" la cocaína. Al respecto, los datos del Observatorio Argentino de Drogas de la Sedronar indican que Mendoza es la provincia con la tasa más alta de consumo combinado de psicofármacos y alcohol (el 62 %) entre los estudiantes que consumen. Tal situación es considerada una combinación peligrosa que genera vulnerabilidad al afectar la conciencia y la memoria.

El informe nacional de la Sedronar indica también que en casi la mitad de los casos los tranquilizantes fueron recetados por un médico generalista. Al respecto, Vilapriño opinó: "No estoy en contra de eso. Un médico generalista puede recetarlos, pero si lo hace, tiene que hacerlo por un corto plazo y estar absolutamente formado; si no, puede derivar al paciente".

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Sin receta médica

De los jóvenes de 18 a 24 años que consumieron tranquilizantes alguna vez, más de la mitad lo hizo sin receta (el 53 %), al igual que los que expresaron haber consumido antidepresivos (el 67,3 %). 

El psiquiatra comentó que estos fármacos requieren prescripción médica para adquirirlos, pero que, sin embargo, los interesados los consiguen mediante amigos o familiares. Este aspecto también fue analizado por la Sedronar y mostró que la calle fue la principal vía de obtención de los psicofármacos en el caso de los varones, mientras que más de la mitad de las mujeres accedió a los medicamentos mediante un amigo o amiga.

 

Edades de consumo

A nivel nacional, el consumo de tranquilizantes se incrementa conforme aumenta la edad. Entre los 50 y 65 años, el porcentaje es del 26,4 % como pico más alto. Las prevalencias de consumo de vida son similares entre varones y mujeres entre los 18 y los 35 años, pero a partir de los 36, ellas comienzan a consumirlos más que los hombres. 

En cuanto a los estimulantes o antidepresivos, la edad promedio de inicio de consumo es cercana a los 19 años y se da más tempranamente en varones que en mujeres.

La proporción de utilización, ques es del 1,3 % de la población, es decir, unas 241 138 personas, es mayor en las mujeres (el 1,6 %) que los varones (el 1,0 %). Sin embargo, no es igual en todos los grupos etarios, ya que entre los 12 y los 34 años, el consumo de alguna vez en la vida fue superior en hombres. Es a partir de los 35 años cuando el consumo en ellas comienza a superar al de ellos, y entre los 50 y los 65 años, la prevalencia en mujeres llega al 4 %, lo que supera en seis veces a la de los varones de esa edad.

Sobre la frecuencia de los consumos, la mayoría de estas personas dijo que los utilizan ocasionalmente, y otra importante proporción, varias veces por semana. En promedio, dijeron que los ingieren casi seis días al mes.

El informe también analizó el policonsumo, evidenciando que este es mucho más frecuente e incluye mayor cantidad de sustancias en los consumidores que en los no consumidores de tranquilizantes sin receta. A su vez, la proporción de amigos o familiares que utilizan dos o más drogas ilegales es muy superior entre quienes usan psicofármacos.

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