Qué es la "generación de cristal" y cómo entenderla lejos de una mirada prejuiciosa

Cada 12 de agosto es el Día Internacional de la Juventud. Jóvenes y especialistas reflexionaron sobre el concepto. Coincidieron en que parte de una mirada "adultocéntrica" y destacaron su "sensibilidad para transformar realidades".

Qué es la "generación de cristal" y cómo entenderla lejos de una mirada prejuiciosa

Foto: El economista.es

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Publicado el 12 DE AGOSTO DE 2022

El concepto de "generación de cristal" para referirse a la juventud esconde prejuicios y parte de una mirada "adultocéntrica", dijeron a Télam jóvenes que destacaron su "sensibilidad para buscar transformar realidades" y la importancia de sus voces "en los procesos de tomas de decisiones", en el Día Internacional de la Juventud.

"La idea de que les jóvenes de hoy son frágiles o de que somos 'la generación de cristal' marca muchos de los prejuicios hacia la juventud. Se generaliza diciendo que todo nos afecta demasiado para, de alguna manera, postergar o minimizar lo que pensamos y nuestros planteos", dijo Lucas Grimson, de 21 años, militante del Frente Patria Grande y estudiante de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Lucas Grimson (21). Foto: Télam

 

Este año, la Organización de las Naciones Unidas definió que uno de sus objetivos para celebrar esta fecha es concientizar "sobre ciertas barreras a la solidaridad intergeneracional, en particular, la discriminación por edad, que afecta a personas jóvenes y mayores". En este contexto, jóvenes y especialistas coincidieron en que el concepto de "la generación de cristal" les fue impuesto.

"En el último tiempo, es evidente que las personas jóvenes compartimos más lo que nos sensibiliza en todos los ámbitos: en casa, en la escuela, la facultad, con nuestros vínculos o en las redes sociales. Mediante el diálogo, intercambiamos nuestras emociones y experiencias, y las posibles causas de frustraciones, tristezas o incertidumbres", dijo Justina De Pierris (18), que desde los 14 años es activista por los derechos humanos en el Grupo de Jóvenes de Amnistía Internacional Argentina.
 

Justina De Pierris (18). Foto: Télam

"A ese 'aumento de sensibilidad' –que no es nada más que mostrarnos como realmente somos– se lo ha cargado de una fuerte connotación negativa. Para muchas personas adultas, la sensibilidad es sinónimo de debilidad", continuó la estudiante de Ciencia Política y Gobierno en la Universidad Torcuato Di Tella. "Si los jóvenes compartimos nuestros sentimientos, se suele interpretar como una mayor fragilidad frente a las generaciones anteriores", completó De Pierris, oriunda de La Plata. Y aseguró: "Nos convirtieron en la 'generación de cristal', que tiene 'menor tolerancia' a los problemas cotidianos y es 'excesivamente sensible'".

Para Grimson, esta mirada está directamente vinculada con el "adultocentrismo", una concepción de mundo que potencia los valores de personas adultas por sobre los de las jóvenes. "Con esas ideas, se intenta invalidar nuestros planteos, pero, además, postergarlos con una generalización de que estaríamos todes desinteresades, que no nos importa nada", sostuvo.

 

Edadismo y estrategias para reducirlo

El Informe Global sobre Edadismo lanzado por la ONU en marzo de 2021 analiza cómo se desarrolla en distintas partes del mundo ese concepto que refiere a "los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad". Una de las estrategias que plantea para reducir el edadismo es "invertir en intervenciones de contacto intergeneracional que tengan por objeto fomentar la interacción entre personas de distintas generaciones", ya que "puede reducir los prejuicios y estereotipos entre grupos".

La médica psicoanalista Claudia Amburgo coincidió en que "es muy importante no perder el diálogo" y, en este sentido, que "los padres no critiquen o humillen a los hijos porque no hacen lo que uno piensa. Tienen que escucharse mutuamente", sintetizó en diálogo con Télam. "La problemática del adolescente o los jóvenes solo puede pensarse en su interrelación con el medio familiar y social. En los últimos años, los jóvenes han impuesto en los adultos la necesidad de comprenderlos, abandonando lo que se decía de ellos, que están 'paveando' o que 'pierden tiempo'", señaló la miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especialista en niñez y adolescencia.

Para ella, "no es verdad que 'todo tiempo pasado fue mejor', sino que, muchas veces, los adultos rechazan a los jóvenes porque no los entienden, no les tienen paciencia, o porque están heridos en su amor propio, porque esos hijos no realizan las cosas que ellos están esperando que hagan".

 

Dos modelos de mundo diferentes

Jennifer Aguilar nació en Paraguay, tiene 19 años y trabaja como encuestadora en un relevamiento de mujeres cis y no binaries de barrios populares, llevado a cabo por el Observatorio de Género y Políticas Públicas (OGyPP). Aguilar cree en la existencia de dos modelos de mundo diferentes: "Antes había una imposición de la sociedad de que a tal edad tenías que tener hijos, pareja, casarte, la casa propia. Por supuesto, son temas muy serios y no fáciles, y quien no cumplía con esas cajitas era señalado".


Jennifer Aguilar (19). Foto: Télam

 

En la actualidad, "los jóvenes y los adultos buscamos otras cosas en la vida: profesionalizarnos, vivir aventuras, no seguir con paradigmas asignados para cada rol que básicamente te dicen cómo tenés que vivir", explicó la también militante de las organizaciones Las Mirabal y Voces de Barro, que se forma como promotora de género en el Barrio Padre Carlos Mugica, y es estudiante de Seguridad Ciudadana.

Las y los jóvenes reivindicaron que la tan denostada sensibilidad que expresan es, lejos de una debilidad, un motor de lucha. "Nos mostramos como somos, lo que da lugar a muchas personas a vivir genuinamente la vida que desean. Cada experiencia y sentimiento compartido salvan vidas y acercan los relatos a quienes precisan escucharlos", señaló De Pierris.

En sintonía, Grimson advirtió que "esa sensibilidad que vienen a cuestionar tiene que ver con otras ideas, con discutir la violencia, con combatirla, con romper con lógicas tradicionales que dejan a muches afuera". Desde allí, las y los jóvenes se paran a leer el contexto en el que viven: "Un contexto de crisis, con altos niveles de pobreza y de indigencia, que sabemos que afectan especialmente a les niñes, adolescentes y jóvenes", señaló.

La observación de Grimson está fundamentada. Según la Encuesta Permanente de Hogares del último semestre de 2021, el mayor nivel de pobreza en la Argentina se da entre los 0 y los 14 años, con el 51,4 % de las personas que conforman ese grupo.

Los jóvenes remarcaron también que esa sensibilidad permitió hablar de salud mental durante la pandemia, cuando los casos de trastorno depresivo grave y de ansiedad aumentaron más del 25 % a nivel global, según los datos de 2020 que presenta un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este contexto, el aporte que hace la juventud a la sociedad son "las luchas, los movimientos y el cuestionar", consideró Aguilar, a lo que De Pierris añadió que es necesario que las voces, opiniones e ideas de los jóvenes "estén presentes en los procesos de toma de decisiones", no solo porque son una parte importante de la sociedad, sino también porque son quienes van a "vivir el futuro".

Fuente: Télam

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