Cornejo pidió ayuda para lograr el cambio

Tras recibir los atributos de mando, dijo que no subirá los impuestos y que no echará empleados. Criticó la gestión de Pérez y al kirchnerismo.

Cornejo pidió ayuda para lograr el cambio

Foto: Axel Lloret

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Verónica Gordillo

Publicado el 10 DE DICIEMBRE DE 2015

Un exultante Alfredo Cornejo recibió de un atribulado Francisco Pérez los atributos de mando y se convirtió en el nuevo gobernador de Mendoza. En su primer discurso como mandatario provincial dijo que heredó un Estado en situación trágica, criticó a su antecesor y al kirchnerismo y pidió a los ciudadanos y a los otros poderes que lo acompañen para lograr el cambio.

Cornejo vivió su tarde de gloria. La sonrisa casi no se borró de su cara desde el momento en que comenzaron los actos por el traspaso de mando, cuyo primer paso fue en la Legislatura. A Casa de Gobierno llegó alrededor de las 19.00 y casi de inmediato subió al cuarto piso donde recibió, de manos de Francisco Pérez, la banda y el bastón de mando. Cornejo le retribuyó obsequiándole una réplica del bastón.

En el salón Patricias Mendocinas, ubicado en el cuarto piso de Casa de Gobierno, se apiñaron los funcionarios del gabinete saliente, los del nuevo gobierno provincial y los intendentes, especialmente los radicales. Desde la primera fila le sonrieron a Cornejo Julio Cobos, la vicegobernadora, Laura Montero, y su esposa, Lucía Panocchia.

El acto de traspaso duró poco más de diez minutos, que parecieron interminables para Pérez, quien contuvo las lágrimas hasta último momento. Recién se relajó cuando los militantes lo despidieron en la planta baja.

La contracara de Pérez fue Cornejo, que saludó a todos, se sacó fotos con sus colaboradores y hasta posó para las selfies que capturó uno de sus hombres cercanos.

La fiesta del nuevo gobernador continuó en la explanada, donde lo aguardaban los integrantes de su gabinete, sus familias y un puñado de invitados especiales, entre los que se contaron los intendentes y los ministros de la Suprema Corte de Justicia, incluido su titular, Pedro Llorente. Los militantes radicales también lo acompañaron con banderas y cánticos. También participaron del acto dos enviados del presidente electo Mauricio Macri: el próximo ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.

Cornejo ingresó a la explanada por la escalinata central, acompañado por su esposa, Lucía Panocchia, y sus hijos Constanza y Lautaro. Pocos minutos después, el gobernador, ya en funciones, le tomó juramento a cada uno de sus seis ministros, todos varones: el de Gobierno, Trabajo y Justicia, Dalmiro Garay; el de Seguridad, Gianni Venier; el de Hacienda y Finanzas, Martín Kerchner; el de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Rubén Giacchi; el de Economía, Energía e Infraestructura, Enrique Vaquié –el más aplaudido por los militantes–, y el titular de la Dirección General de Escuelas (DGE), Jaime Correas, aunque en este último caso aún falta que el Senado apruebe su pliego.
 

REVIVÍ EL DISCURSO DE ASUNCIÓN DE CORNEJO

 

 

Críticas a su antecesor

Después de la foto de rigor, en la que todos lucieron parecidos con trajes oscuros, el gobernador electo dio un discurso en el que criticó tanto la gestión de Francisco Pérez, como la de Cristina Fernández de Kirchner. Cornejo primero agradeció a su familia, a sus amigos, a su compañera de fórmula, a los integrantes de su gabinete, a las autoridades nacionales presentes y, sobre todo, a los dirigentes que formaron Cambiemos. También se refirió a los mendocinos que lo votaron y prometió escuchar a quienes no optaron por su propuesta.

Pero además, el mandatario criticó la gestión de Pérez. Dijo que heredó un Estado en situación trágica, que aún se adeudan sueldos de noviembre, además de tener que enfrentar el pago de los de diciembre y el medio aguinaldo. Aseguró que Mendoza necesita una buena administración y se comprometió a salir de la emergencia para luego solucionar problemas estructurales.

Cornejo convocó luego a los empresarios. Dijo que el contexto nacional será favorable, por lo cual recalcó que a partir de ahora se verá quiénes son los buenos empresarios, los que apuesten a nuevos emprendimientos y al trabajo.

Luego enumeró los cambios que se ha propuesto hacer en cada área. Señaló que en Seguridad, apostará a un trabajo conjunto con el Poder Judicial y sobre todo a la profesionalización policial; en Salud, adelantó que ordenarán un sistema que describió como caótico, al tiempo que adelantó que la OSEP, los hospitales y el PAMI, deben trabajar en conjunto. También habló sobre los desafíos a los que se enfrentan en materia educativa y dijo que sus metas son muy “cortas” y muy “pobres”: que los chicos aprendan a leer y escribir, funciones básicas de escritura y que comprendan un texto.

Cuando habló del aspecto educativo, Cornejo pidió ayuda a los padres y recalcó que deben asumir su responsabilidad. Dijo que deben exigir al Gobierno 180 días de clases y, a los gremios, que brinden ese servicio esencial, pero que también ellos tienen el deber de acompañar a sus hijos y respetar al docente.

En varios tramos de su discurso, el mandatario criticó la gestión kirchnerista. En uno de ellos dijo que todos los mensajes populistas que fracasaron en Latinoamérica son una mentira y que no es regalando plata del Estado a la gente como se sale adelante.

Como despedida, y ya casi sin voz, Cornejo pidió que lo ayuden a lograr el cambio. Le pidió ayuda a los ciudadanos, a los empleados públicos, a los empresarios, a los trabajadores de la salud, a los policías, a los jueces. Dijo que sólo con la ayuda de todos logrará revertir la difícil situación financiera y hacer que Mendoza vuelva a ser un orgullo a nivel nacional.

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