El 8M en perspectiva económica: las desigualdades de género que persisten

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indaga sobre las brechas de género como desafío estructural y cómo modificar las herramientas presupuestarias como forma de avanzar.

El 8M en perspectiva económica: las desigualdades de género que persisten

Las mujeres siguen teniendo menor tasa de actividad. Foto: freepik.es

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Publicado el 06 DE MARZO DE 2023

A través del informe "El 8M en perspectiva económica: de las brechas de género como desafío estructural, a las herramientas presupuestarias como forma de avanzar (2019-2022)", el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), presentó una mirada con foco en las desigualdades de género siguiendo la línea de actividad económica de 2022.

Para este 8 de marzo de 2023, la CEPA destacó un contexto de crecimiento y empleo, aunque con desigualdades de género que persisten.

El año 2022 estuvo signado por la recuperación sostenida de la economía, la producción y el empleo, con una expansión interanual a septiembre de 2022 de 4,9%. La recuperación económica se refleja en el crecimiento de la tasa de actividad, que se ubica por encima del promedio de los últimos 7 años. Las mujeres alcanzaron una tasa de actividad histórica para un tercer trimestre desde 2016, llegando a 51,1%. Sin embargo, la brecha con los varones en el nivel de tasa de actividad se amplió, alcanzando los 19,3 puntos porcentuales (p.p).

En términos generales, en el mercado laboral, al tercer trimestre de 2022, luego de dos años consecutivos de crecimiento económico, productivo y del empleo, las mujeres siguen teniendo menor tasa de actividad, mayor nivel de desocupación, sobre todo si son jóvenes, y cuando acceden al trabajo, lo hacen en empleos de menor calidad y en sectores de menor ingreso.


En efecto, si bien la tasa de desocupación general registra dos años consecutivos de recuperación, alcanzando valores 2,6 puntos más bajos que en el gobierno de Cambiemos en 2019, la desocupación de las mujeres, al tercer trimestre de 2022 continúa por encima de la general. Este es un dato alineado a los valores históricos, donde las mujeres presentan una tasa del 7,8% contra 6,5% en los varones. La brecha en tasa de desocupación se mantiene en niveles similares a 2021, alcanzando 1,3 puntos.

En el caso de las personas jóvenes, la tasa de desempleo general se redujo considerablemente, ubicándose por debajo del promedio de los últimos 7 años. Sin embargo, la caída de la desocupación tiene ritmos distintos en mujeres y varones. Al tercer trimestre de 2022 las mujeres jóvenes presentan una tasa de desocupación de 16,6% contra 14,3% para varones, con una brecha de 2,3 puntos, por debajo del promedio de los últimos años.

Como contracara de la recuperación económica, durante el tercer trimestre de 2022 se observa un crecimiento de la informalidad, que se ubicó en el 37,4%, 4,3 p.p. más elevada que en el mismo período de 2021. Como una constante, vemos cómo son las mujeres las que tienen mayor participación en los trabajos informales. En el tercer trimestre del 2022, la tasa de informalidad de las mujeres fue del 39,4% y en el caso de los varones, la misma se ubica en 35,7%, alcanzando una brecha de 3,7 p.p.

Esta situación de desigualdad redunda en una asimetría en los ingresos que perciben las personas. Si bien hubo una reducción de la brecha en términos interanuales, para el tercer trimestre del 2022, los varones percibieron un 24,6% más de ingresos personales y un 22,8% más de ingresos por ocupación principal que las mujeres. Ahora bien, en el caso del empleo formal, la brecha de ingresos fue de 16,5%, mientras que en el mercado informal, asciende a 34,6%. Esto evidencia que además del acceso a la seguridad social, el empleo formal permite mejores ingresos y redunda en una menor brecha salarial.

Políticas para transformar

Transcurridos más de tres años de gestión del Frente de Todos, en el marco de la decisión del gobierno de generar políticas públicas con perspectiva de género desde el Estado Nacional, se han relevado, sistematizado y agrupado cincuenta políticas ,programas y medidas que se han llevado a cabo, organizadas en seis categorías o dimensiones, de acuerdo al objetivo que persiguen. Aquí, una sintética enumeración de las más significativas según cada eje.

  • Políticas para prevenir, erradicar y abordar las violencias por motivos de género: Programa Acompañar y Programa Acompañar Derechos (PAD).
  • Políticas para reducir, redistribuir y reconocer las tareas de cuidado: reconocimiento de años de aporte para mujeres con hijas/os y moratorias previsionales, la más reciente aprobada por el Congreso el 28 de febrero de este año.
  • Políticas para reforzar los ingresos de mujeres y diversidades: Tarjeta Alimentar y Bonos para quienes cobren hasta dos jubilaciones mínimas, dado que las dos terceras partes de quienes perciben la jubilación mínima, son mujeres.
  • Políticas para mejorar la inserción laboral de mujeres y diversidades: Cupo Laboral Travesti-Trans para el Sector Público Nacional.
  • Políticas de gestión para la igualdad: Ley Micaela y Ley de Equidad de género en servicios de comunicación.
  • Políticas para garantizar el acceso a la salud de mujeres y diversidades: Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

A modo de conclusión

Según indica el informe de la CEPA,  los ciclos económicos impactan de manera diferencial en la calidad de vida de las mujeres. Con la recuperación de los principales indicadores de actividad económica y del mercado laboral, podemos ver cómo la mejora de las condiciones de vida no alcanzan a todos y todas de la misma manera. Esto permite afirmar que la recuperación económica tiene efectos distintos según el género de las personas.

Por otro lado, el impacto diferenciado del crecimiento económico nos remarca la importancia del rol activo del Estado a la hora de diseñar políticas públicas que reconozcan las desigualdades estructurales que nos atraviesan y se propongan mitigarlas. Para ello, contar con información precisa y actualizada sobre cómo se configuran las desigualdades es una tarea que consideramos prioritaria.

Finalmente, repasar, analizar y sistematizar algunas de las políticas del Estado Nacional, así como las de los niveles subnacionales nos permite poner en valor los distintos esfuerzos y la complejidad que revisten los abordajes de las desigualdades. Desde CEPA entendemos que la herramienta de los presupuestos con perspectiva de género constituye un instrumento fundamental, que pone de relieve que los objetivos de las políticas deben ir acompañados de recursos que los sostengan. La situación de cada provincia en la implementación de PPG es diversa, pero aproximadamente el 60% de ellas se encuentra en proceso de desarrollo de la herramienta. Avanzar en estandarizar los criterios de etiquetado y ponderación de los egresos, entonces, se hace necesario para poder plantear un análisis comparado de la situación del gasto con perspectiva de género.

Fuente: centrocepa.com.ar

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