El feminismo a través de los años: entre la Remachadora y la mujer diversa

Naomi Parker Fraley, que inspiró el famoso cartel de la Segunda Guerra Mundial, falleció, este sábado 20, a los 96 años. Esta imagen "masculina" se convirtió en ícono del movimiento mundial. Una experta analizó para Unidiversidad cómo cambian los símbolos que empoderaron a la mujer en las últimas décadas.

El feminismo a través de los años: entre la Remachadora y la mujer diversa

Naomi Parker junto al cartel de "Rosie la Remachadora". Foto: Reuters.

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Publicado el 23 DE ENERO DE 2018

Bajo el lema “¡Podemos hacerlo!”, una mujer con un pañuelo rojo de lunares en su cabeza, arremangándose su mono azul de trabajo para mostrar músculo, se convirtió en un ícono del feminismo y de las trabajadoras. Se trata de "Rosie la Remachadora", un póster que nació durante la Segunda Guerra Mundial para animar a las mujeres a trabajar en las fábricas y cubrir los puestos vacantes de los hombres. La verdadera Rosie que inspiró el cartel era en realidad Naomi Parker Fraley, que falleció a los 96 años en Washington, Estados Unidos, según aseguró The New York Times.

El objetivo inicial de la imagen era animar a las mujeres a adoptar los trabajos que los varones dejaban, algo que hasta el momento estaba prohibido. Naomi, con 20 años, y su hermana Ada formaron parte de las unidades femeninas que fueron empleadas de las fuerzas armadas estadounidenses trabajando para una fábrica de la Marina. 

Este póster se convirtió en una de las representaciones más importantes del feminismo. "Se trata de un ícono sumamente cargado de sentidos, que dispara diversas lecturas según quien lo mire. Es así como Rosie puede provocar una asociación inmediata con el empoderamiento femenino, o –por el contrario– ser leída como un símbolo meramente estético", señaló Eva Rodríguez Agüero, titular del Instituto de Estudios de Género y de Estudios de las Mujeres de la Universidad Nacional de Cuyo (Idegem). "De hecho, actualmente circulan en las redes sociales distintas versiones, lo que habla de las diversas apropiaciones y resignificaciones de las que ha sido objeto, más allá de su origen que, como sabemos, está ligado a la publicidad del gobierno norteamericano, en pos de incentivar la incorporación de las mujeres a los trabajos relacionados con la industria de las armas, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial", comentó la doctora en Ciencias Sociales.

 

¿Logra esta imagen condensar lo que es hoy en día el feminismo? Para la especialista en este tipo de estudios, probablemente este cartel dé cuenta del imaginario de una parte de los feminismos, aunque sin dudas, no de todas las expresiones del movimiento. "Existe en la actualidad una notable proliferación iconográfica vinculada al activismo de las mujeres, lesbianas, travestis y trans a partir de la cual las artistas e ilustradoras feministas apelan a mostrarnos en nuestra diversidad: en cuanto a las distintas formas corporales, la edad, el color de la piel, la identidad autopercibida y la inscripción de clase", afirmó Rodríguez Agüero a Unidiversidad.

No obstante, más allá de su significado ambiguo y de los intentos por parte del mercado para edulcorarla y deglutirla, "Rosie la remachadora", con su estética pop y su gesto temerario, pareciera que sigue, y seguirá por muchos años, interpelándonos sobre la necesidad de resistirnos a ser frágiles muñequitas y reconocernos como sujetas de acción. "Si es así, larga vida a la Remachadora", expresó la comunicadora.

 

La historia detrás del famoso cartel

Otras mujeres se habían atribuido la identidad de la famosa obrera, pero seis años de investigación del académico James J. Kimble sirvieron para descubrir a Naomi, una camarera de California. Tercera de ocho hijos de un matrimonio de Tulsa (Oklahoma), nació en 1921. A los 20 años, tras el ataque a Pearl Harbour, se fue a trabajar a la estación Naval Aérea de Alameda junto a su hermana Ada, de 18.

La búsqueda de la verdadera Rosie comenzó en 2010 y se convirtió en una obsesión. Durante el proceso descartó a la que hasta entonces se había convertido en la Rosie más plausible, la ya difunta Geraldine Hoff Doyle, que en 1942 había trabajado en una planta de prensa de metal.

El póster con la frase “¡Podemos hacerlo!” ("We can do it!", en inglés), obra del artista J. Howard Miller, había caído en el olvido tras la guerra, pero resurgió como un ícono feminista en los 80. Con él, también se recuperó la foto de una mujer con un pañuelo rojo y lunares blancos en un torno de una fábrica que se consideró la inspiración de aquella campaña. Geraldine Doyle vio por aquel entonces la fotografía y creyó reconocerse en ella. 

El académico cree que la mujer lo dijo de buena fe, pero no entendía que nadie lo cuestionara y se puso a investigar hasta confirmar quién era aquella obrera. Y era Naomi Fraley, quien, por su parte, también se había reconocido a sí misma en la fotografía de la fábrica, en una exposición en 2011.

Kimble removió cielo y tierra para conseguir alguna copia de esa instantánea y por fin encontró la de un comerciante de antigüedades. Ponía la fecha –24 de marzo de 1942– y un breve texto que resolvería el entuerto: “La bella Naomi Parker parece que puede pillarse la nariz en el torno que está utilizando”.