La pelea con los aludes y el Pehuenche, la puerta de atrás

La revaloración del paso sureño se debe a la emergencia siempre latente del paso internacional Cristo Redentor.

La pelea con los aludes y el Pehuenche, la puerta de atrás

Así se veía la Ruta 7 con los autos que volvían después de pasar una noche bloqueados por los derrumbes en la alta montaña. Foto de Gobierno de Mendoza.

Provincial

Aludes en alta montaña

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas

Publicado el 25 DE ENERO DE 2016

La última contingencia como las que sucedieron este fin de semana entre el sábado 23 a la noche y el domingo 24 a la tarde fue la que ocurrió en la noche del 8 de febrero de 2013. En aquella oportunidad fueron dos desprendimientos y quedaron 30 vehículos atrapados entre las paredes de barro y piedra, y milagrosamente no hubo muertos.

En esta oportunidad fue un operativo en el que quedaron bloqueadas casi 3 mil personas que buscaban cruzar la cordillera hacia Chile. Para el final del domingo se informó que ya se había logrado generar una huella lateral para regresar a Mendoza tras dos jornadas de trabajo de despeje.
 

El COEP, convocado por primera vez por Cornejo

El Centro de Operaciones de Emergencia Provincial (COEP), convocado por el gobernador Alfredo Cornejo, comenzó a trabajar el sábado a la noche en forma coordinada en el rescate de las personas bloqueadas en la zona. Todo fue informado por el Gobierno a través de las redes sociales y la página oficial de prensa.

Los derrumbes de piedra y lodo se produjeron entre el puente Picheuta y Polvaredas en un tramo de 10 kilómetros. El más grande de ellos, según informaron desde Vialidad Nacional, tuvo una dimensión de 800 metros y allí trabajaron las máquinas de la repartición nacional para sacar a la gente que estaba atrapada en ese tramo.

Las fuerzas de seguridad y militares fueron destinadas a la ayuda de los varados por la emergencia. 

Mientras se lograba abrir una huella como escape de los paredones que dejaron las avalanchas, se montó un operativo de asistencia de los damnificados, quienes se quejaron, en especial los que quedaron aislados frente al túnel, por la avivada de los comerciantes del lugar, que elevaron inmediatamente los precios de las bebidas y los comestibles.
 

El regreso

El trayecto alternativo abierto posibilitó que a partir de las 19.00 de ayer domingo 24 se iniciara el camino de retorno de los varados hacia Mendoza. De acuerdo con las estimaciones oficiales, el trabajo de despeje y habilitación definitiva del corredor andino llevarán unos tres días, por lo cual el paso internacional quedó cerrado por lo menos por las próximas 48 horas a partir de hoy lunes 25.

En detalle, la operación dejó resultados llamativos, siempre de acuerdo con los registros de la Municipalidad de Las Heras. El intendente norteño Daniel Orozco puntualizó, en ese sentido: “Fueron más de 2700 personas evacuadas: 101 personas estaban en Potrerillos, 400 en Polvaredas, 250 en el escuadrón Punta de Vacas, 1200 en Puente de Inca, 400 en Horcones, 260 en la parte del Museo y 160 en Penitentes”.
 

Pehuenche, el otro paso

Al momento en que se conocían las novedades de los desprendimientos en alta montaña, los medios digitales le dieron aire, como alternativa para los turistas, al paso fronterizo sureño de Pehuenche. La información oficial actualizada para el uso del paso se encuentra en el sitio de Vialidad Nacional.

Una imagen del paso Pehuenche hacia el territorio chileno.

Durante esta semana se experimenta con un ensayo de aduana unificada del lado chileno, con lo que se busca agilizar los trámites y el tránsito en el recorrido. El camino hacia el territorio y más precisamente hasta la ciudad de Talca es un trayecto de 729 kilómetros y hasta Santiago de Chile, casi un millar de kilómetros.

El tiempo del recorrido a la primera localidad chilena desde Mendoza es de unas nueve horas, pero si se toma como una escala la ciudad mendocina de Malargüe para encarar el último tramo de 300 kilómetros hasta Talca, el viaje se hace más llevadero. Esta posibilidad es válida, más aún teniendo en cuenta que en el departamento sureño el precio de los combustibles es más barato porque se encuentra bajo el beneficio promocional del territorio patagónico.
 

Primera y antigua impresión

Una primera conclusión, consecuente con lo ocurrido durante el fin de semana, es que la precariedad del corredor con más tránsito se pone de manifiesto cuando se ponderan las alternativas como opción válida. Esto es así aun en casos como el del paso malargüino, el cual todavía no está terminado y tiene 20 kilómetros de ripio antes de llegar al límite internacional.

Esto queda evidenciado por la urgencia, sin contar con las tradicionales esperas de cinco horas promedio para realizar los trámites aduaneros para atravesar la cordillera, lo que supone que si las demoras no fueran tan prologadas, el tránsito sería más fluido y ante la emergencia habrían sido mucho menos de 3 mil las personas atrapadas, sin abundar en el clásico déficit de servicios para los viajeros en los puntos fronterizos, tanto de un lado como del otro.

Sólo esto y sin poner el ojo en los problemas de infraestructura, ya que cada vez que ocurren estos accidentes se recuerdan las obras complementarias (ensanchamiento de la ruta u obras de contención para mitigar las avalanchas, por ejemplo), tantas veces proyectadas como postergadas. Es decir que los aludes no hicieron más que poner en relieve a los "aludidos" problemas estructurales de una vía internacional.

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