Emprendedoras: el 66 % de la economía social mendocina está liderada por mujeres

De 600 unidades productivas registradas en 2015, ahora existen 5 mil. La historia de Laura, una emprendedora mendocina que remarca que vivir del trabajo artesanal es posible.

Emprendedoras: el 66 % de la economía social mendocina está liderada por mujeres

Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

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Unidiversidad / Ángeles Balderrama

Publicado el 15 DE ABRIL DE 2021

Unidad, cooperación y comercio justo. Esos son los pilares centrales de la economía social, que en Mendoza reúne a más de 5 mil unidades productivas, ya sean individuales, familiares o comercializadoras. El 66 % de ellas están lideradas por mujeres. Aunque cada caso es específico, desde la Dirección de Economía Social destacan que hubo una profesionalización dentro del sector emprendedor, y muchas buscan en este rubro su crecimiento personal e independencia laboral. Por otro lado, también existen casos de mujeres que emprenden por necesidad económica.

“Basados en el registro de la economía social, pudimos tomar que el 66 % de las unidades productivas están encabezadas por mujeres. No es que todas las mujeres sean artesanas o emprendedoras, sino que lideran espacios de producción y servicios. Creemos que se dio una profesionalización dentro del sector emprendedor y muchas son mujeres que buscan su independencia y encarar sus propios proyectos. Hay una franja muy grande que lo hace por vocación. También existen otros emprendimientos que son por necesidad”, destacó Lorena Meschini, directora de Economía Social y Asociatividad de la provincia.

La economía social puede considerarse una parte de la economía, sin embargo, reúne características diferenciales que se agrupan bajo los principios de unidad, cooperatividad y el comercio justo sin intermediarios. “Su objetivo principal no es el fin de lucro sino el contribuir”. En este sentido, en Mendoza el emprendedurismo crece año tras año.

“En 2012, Mendoza fue la primera en contar con la Ley 8435, de Economía Social. Para el año 2015 había 600 unidades productivas registradas, en 2020 ya contábamos con 4700 y actualmente estamos pisando las 5000. Los proyectos pueden ser individuales y familiares, pero también pueden incluir a otros más grandes como pueden ser las mutuales, cooperativas, comercializadoras. Hay más de 35 rubros que pueden consultarse en la web de Economía Social, pero en los últimos años hay crecimiento en servicios”, dijo Meschini.

En un año atravesado por la pandemia, el rubro infantil de ropa para bebés, y especialmente de juguetes artesanales, tuvo un repunte de las ventas. Así lo vivió Laura Calisaya, emprendedora de Rodeo del Medio, que vive y alimenta a sus tres hijos a partir de sus artesanías.

“Me crié en una finca, con mis cuatro hermanos. Empecé a estudiar en la Universidad, pero al fallecer mi padre, mi mamá tuvo que salir a trabajar de empleada doméstica y dejé los estudios. Crecí en una familia en donde siempre faltaban cosas y tuve muchos trabajos de lo que salía, hasta cosechando. Logré tomar un mes de clases de costura, me casé y tuve mi primer hijo. Ahí empezó todo, porque si bien mi marido no quería que yo trabajara, me dediqué a coser ropa para mi hijo y a perfeccionar lo que hacía. Nacieron mis otros dos hijos y yo ya tenía moldes y modelos diferentes a lo que se veía en el mercado”, relató Laura a Unidiversidad.

“Chumba”, su emprendimiento de ropa infantil y juguetes de tela, comenzó hace más de trece años y hasta el día de hoy es un éxito. Las ventas de manera online, en ferias y negocios del centro le permiten a Laura poder subsistir y mantener su economía familiar. “Vendo mucho más con los juguetes que con la ropa, pero por suerte me va muy bien. Durante el año pasado con todos los cierres, los juguetes eran muy pedidos”.

“El 80 % de mis ingresos vienen de mi emprendimiento. Vendo como productora, con la mejor calidad de tela que hay en Mendoza, pero sin agregarle otros valores extra. Mi marido nos dejó y crio sola a mis tres hijos de 9, 10 y 13 años. Agradezco la habilidad en mis manos y mi creatividad porque me encanta mi trabajo. Además, le enseñé a coser y bordar a mi hermana, y ahora ella también vive de esto”, dijo Laura Calisaya.

 

En 2020, crecieron las compras a mujeres de la economía social

Desde la Dirección de Economía Social y Asociatividad destacaron que, debido a la importancia de las mujeres en este sector, durante 2019 realizaron capacitaciones para sumar la perspectiva de género en estas políticas públicas. Por este motivo se creó la Red para la Autonomía Económica de las Mujeres, con la participación del sector público y privado.

“Durante el aislamiento, empezamos a promover la priorización de la compra a mujeres de la economía social. Desde el sector público, nosotros como Gobierno provincial compramos barbijos, el IPV encargó llaveros, la Legislatura tapabocas, es decir, cada una de las instituciones públicas buscó cómo comprarles a ellas. Eso nos llevó a que 69 % de esas compras fuesen a la economía social. En el sector privado las compras llegaron al 80 %”, resaltó Lorena Meschini, directora de Economía Social y Asociatividad.

Para Meschini, la profesionalización de los emprendimientos y las capacitaciones sobre marketing y ventas permitieron que las compras a emprendedoras crecieran aún más. “Con la comercialización online crecieron las compras de productos en cerámica, madera, los desayunos, las tablas de picar. Pero también hubo otras que reconvirtieron su negocio textil, por ejemplo, y empezaron a hacer tapabocas, delantales y otras prendas necesarias para abordar la situación. Ahora, lo que es niños y bebés funcionó muy bien”.

Frente a la situación actual, la emprendedora Laura Calisaya destaca que el conocimiento, el estudio y las ganas de salir adelante son clave para comenzar a emprender. “Quiero decirles a todos que sí se puede vivir de lo que a uno le gusta, que lleva muchos días de esfuerzo y mucho trabajo, pero se consigue. Miro hacia atrás y no puedo creer todo lo que logré”.

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