Espacio para la Memoria: el ex-D2, un lugar que no se debe olvidar

Fue entregado a los organismos de Derechos Humanos en 2015, pero aún no tiene director. Aseguran que no hay diálogo con el Gobierno.

Espacio para la Memoria: el ex-D2, un lugar que no se debe olvidar

Simbólica imagen captada el 12 de septiembre de 2015, el día de la inauguración del EPM. Foto Axel Lloret.

Derechos Humanos

Día de la Memoria

Unidiversidad

Juan Stagnoli

Publicado el 24 DE MARZO DE 2016

Transitar el Espacio para la Memoria y  para la promoción y defensa de  los Derechos Humanos (EPM) es recorrer parte de la historia reciente y más triste que le tocó vivir a la sociedad argentina. Detrás de una fachada que parece la habitual de cualquier edificio gubernamental, en otra época se torturó, lastimó, maltrató y asesinó a seres humanos en una batalla tan absurda como desigual.

Los calabozos donde se perpetuó el horror son pequeños y fríos. Los dedos marcados en las paredes, las marcas en el piso y algunos nombres en las puertas configuran el escenario del terror. En la entrada de cada celda hay una sola rendija que, según el relato de los sobrevivientes, permitía entrar la luz, pero también la mirada y las risas perversas de quienes creían que en ese lugar se llevaba a cabo la “reorganización nacional”. En el subsuelo, las máquinas que se usaban para torturar están a un costado, algo corrompidas por el correr de los años, pero todavía existen.

El tiempo pasó y el espacio que antes era ocupado por el D2 ahora es un lugar de encuentro y reflexión en la lucha por la construcción de la memoria colectiva. En la entrada hay una placa con los nombres de las personas desaparecidas y asesinadas durante la dictadura militar. Las oficinas tienen pancartas con rostros, en su gran mayoría de jóvenes, que conviven con fotos de la época que permiten visualizar qué fue lo que pasó. Los organismos de derechos humanos trabajan en el edificio, pero la tarea aún no termina.

Así se veía la recepción del EPM el día de la entrega oficial del edificio. 

 

Decreto, memoria y falta de diálogo

El 24 de marzo de 2014 el exgobernador Francisco Pérez firmó el decreto 499/14, por el que estableció el pase del ex-D2 a los organismos de derechos humanos, hecho que se concretó el 12 de septiembre de 2015. Después de seis meses de trabajo, con discusiones de por medio, referentes del espacio están contentos por los logros obtenidos pero aseguraron que hacen “todo a pulmón”. No reciben dinero de ningún organismo y  no hay un grupo fijo porque los miembros tienen otros trabajos, por lo que se dificulta la periodicidad de la tarea.

El lugar aún no cuenta con un director y, a pesar de los pedidos realizados, afirman que no han tenido diálogo con el gobernador Alfredo Cornejo desde que asumió la gestión provincial. “Pedimos una reunión hace un mes y  aún no tenemos respuestas”, se quejó Eugenio París, miembro de la organización Ex Presas y Ex Presos de Mendoza.

Reciben escuelas de la provincia y hacen un recorrido por el lugar. Aseguran que las visitas guiadas no muestran la situación desde una actitud morbosa, sino con una mirada reflexiva sobre el proceso que a nivel nacional tiene más de 30 mil desaparecidos. Organizaron los actos de la Semana de la Memoria y en el futuro pretenden incorporar más actividades relacionadas con los derechos humanos; entre ellas, un concurso para desarrollar la imagen del espacio y una página web.

El lugar es gestionado por un Consejo Directivo que contiene representantes de los diversos colectivos sociales: Asociación de Ex Presas y Ex Presos Políticos; Familiares de Detenidos Desaparecidos Mendoza; Asociación Madres de Plaza de Mayo; Sobrevivientes del D2; H.I.J.O.S. Mendoza y su comisión Hermanos; H.I.J.O.S. San Rafael; Liga Argentina por los Derechos del Hombre; Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos de Mendoza

Según indicaron los miembros de los organismos, el principal objetivo es que se apruebe una ley para que ese lugar sea declarado espacio de la memoria, para que no dependa de los poderes políticos de turno y en algún futuro “quieran sacarnos de acá”. Aseguran que la policía no quiere compartir el edificio con las organizaciones de DDHH y en varias ocasiones llegaron al lugar y los servicios de agua, luz y gas estaban cortados.

Defienden el lugar porque lo consideran parte de un pasado que es necesario mantener vivo para que no se vuelvan a repetir situaciones similares a las vividas durante la dictadura. Recalcaron la necesidad de las visitas para que la sociedad sepa lo que realizan y también colaboren con propuestas. “Quedan 400 personas que no conocen su identidad, por eso lucha sigue vigente”, señaló Paula Baigorria, de la organización H.I.J.O.S.

Belgrano casi Peltier: allí está el Espacio de la Memoria, donde funcionó la cárcel clandestina más horrorosa de Mendoza que instaló el terrorismo de Estado en los 70. La foto corresponde al 12 de septiembre, el día de la inauguración del EPM.

 

Historias unidas por la memoria

Paula Baigorria (28) y Eugenio París (60) son miembros de la Comisión que dirige el espacio para la Memoria y los Derechos Humanos. Baigorria empezó a militar en H.I.J.O.S.  a los 17 años y aseguró que el 24 de marzo tiene un poder especial en ella. Afirmó que pensar en la dictadura es triste porque se llevó a sus seres queridos, pero que también es un día de lucha para no olvidar.

París, detenido durante la dictadura y la primera persona que tuvo las llaves del edificio, se mostró emocionado por la fecha. Indicó que la lucha es por la dignidad en torno a tres premisas: memoria, para recordar y no olvidar; verdad, para saber dónde están los desaparecidos y que tengan la despedida que se merecen, y justicia porque fue el aparato estatal el que violó los derechos humanos.

En este sentido, el militante aseguró que hubo un cambio de conciencia en la sociedad dado por la necesidad de la democracia. Indicó también que piensa en todos los que se quedaron ahí y su deber es buscar la verdad hasta el día que muera. “Una sociedad no puede vivir sin identidad, hay que denunciar para que nunca más un joven sea torturado”, concluyó.

Detalle del lugar dedicado a la reflexión que a partir de hoy, 24 de marzo de 2016, es uno de los espacios referentes para tener presente lo que pasó hace 40 años.

El lugar que en otros tiempos sembró terror y muerte hoy es un espacio de encuentro, diálogo, música y reflexión. Es un ámbito donde la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia está todo el tiempo presente, no sólo el 24 de marzo. 

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