El brote de dengue en Argentina no tiene precedentes en el país. En lo que va del año, se registró un aumento de casos superior al 2100 % con respecto a 2023. Se trata de un aumento exponencial semana a semana, que mantiene a por lo menos 17 provincias en alerta sanitaria y que –según especialistas– seguirá durante marzo y abril.

Las temperaturas más cálidas, favorecidas por el cambio climático, permiten, entre otros factores, que el mosquito Aedes aegypti (el vector que transmite el virus de una persona infectada a una sana) viva y se reproduzca durante prácticamente todo el año en nuestras casas y alrededores, y que se expanda a nuevas zonas en las que no era habitual verlo. Desde enero hasta la tercera semana de febrero de este año se notificaron 57.461 casos de dengue, lo que representa el 77 % de los 74.555 casos registrados en la temporada hasta el momento. 

Los 57.461 casos reportados implican que hubo un nivel de contagio el 2153 % superior a lo notificado para el mismo período en 2023, cuando se habían registrado 2550. Hasta la semana del 18 de febrero, se habían registrado 9273 infecciones, casi 9 veces lo reportado en la misma semana del año previo (1034 casos).

Nuevas zonas

Durante enero y febrero hubo cambios en las regiones donde el dengue impacta habitualmente. Ocurrió una disminución paulatina de los casos en la región del Noreste y un aumento en las regiones del Noroeste y del Centro. En la actualidad, 18 de las 24 jurisdicciones presentan circulación viral notificada en su territorio, incluyendo a Mendoza, San Luis, La Pampa y San Juan. Además, en muchas se han registrado personas internadas y fallecidas. El Gobierno nacional sostuvo que no está entre sus medidas incluir la vacuna contra el dengue en el calendario nacional de vacunación. 

“Es peligroso, cada vez sube más. La tropicalización en el país es muy notoria. En enero del año pasado, teníamos 54 casos, y hoy tenemos arriba de 50.000. Esto es impactante, tenemos muchos muertos, más de 30, entre los que se destacan un bebé de 3 meses, jóvenes de 14 y 17 y gente joven de 32 y 42 años. No teníamos muertos, el aumento es exponencial”, le dijo hace algunos días a elDiarioAR Hugo Pizzi, infectólogo y epidemiólogo de la Universidad Nacional de Córdoba.

La situación se da en un contexto similar de aumento del dengue en otros países de América del Sur, como Colombia, Perú, y Brasil. En toda América, en 2024, se registraron 315 muertes por dengue, según la Organización Panamericana de la Salud.

"Es muy preocupante lo que ocurre con el dengue", admitió a Clarín el infectólogo Tomás Orduna, exjefe y actual asesor del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz de Buenos Aires. "Se han achicado los períodos interepidémicos y podríamos decir que hay un cambio no solo de los tiempos, sino de la duración de cada una de las epidemias y de expansión a nuevos territorios", dijo Orduna, que es también miembro del Comité Científico de la Fundación Mundo Sano.

Las medidas del Gobierno

Desde el Ministerio de Salud de la Nación –dirigido por Mario Russo–, le indicaron a elDiarioAR que están en contacto permanente con las distintas jurisdicciones. Además, señalaron que tuvieron reuniones con las autoridades de las provincias más afectadas para la asistencia técnica y para intensificar las acciones de prevención, vigilancia y control. Con respecto a la falta de concientización, afirmaron que están “reforzando la comunicación a través de las redes sociales del Ministerio y de los ministerios provinciales, con el doble objetivo de reforzar las medidas de prevención y la recomendación de atención temprana frente a síntomas”.

Recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación de Argentina

• Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos);
• Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para eso se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables);
• Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada tres días. Se deben frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo para desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos;
• Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda;
• Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados;
• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos;
• Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.