A más de un año y medio del derrame de cianuro en Jáchal, los habitantes del lugar siguen resistiendo al avance de la Barrick Gold sobre el entorno natural de San Juan. Saúl Zeballos, un integrante de la Asamblea "Jáchal no se toca", asumió la lucha y realiza una huelga de hambre hasta que la empresa abandone sus actividades.

Desde el 1.º de marzo, Zeballos mantiene su lucha en la parroquia del departamento Jáchal, en el centro-norte de la provincia vecina. Su reclamo representa las voces de las organizaciones ambientales que exigen el cese de operaciones de la Barrick Gold y, por lo tanto, de la contaminación en ríos y afluentes de la mina Veladero.

Zeballos realiza una huelga de hambre en una parroquia de Jáchal. Foto: El País Diario.

Saúl Zeballos es uno de los más reconocidos activistas ambientales y defensores de la causa antiminera en San Juan. En 2015, el sanjuanino había iniciado una causa contra las actividades en la mina de Veladero que llegó a manos de la Corte Suprema de Justicia. El por entonces presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, desestimó su denuncia exactamente ocho días antes que se produjera el derrame de más de un millón de litros de cianuro.

El derrame de la Barrick envenenó el agua de Jáchal

Doce meses después, el 8 de septiembre de 2016 los vecinos de Jáchal despertarían con otra lamentable noticia: un nuevo desastre ambiental. Dentro del valle de lixiviación se produjo el desacople de una cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso. El incidente, según las investigaciones preliminares, se debió al impacto de un trozo de hielo.