El fiscal Alfredo Villegas imputó al jefe de la Policía de Córdoba, comisario general Julio César Suárez, por coacción calificada en contra del periodista de los SRT Dante Leguizamón.

La resolución se enmarca en una causa por amenazas telefónicas, iniciada por una denuncia penal del trabajador de prensa, luego de que el alto funcionario de seguridad le asegurara que “se iba a encargar de él”, en represalia por una crítica cobertura vía Twitter de un operativo policial en barrio Los Cortaderos, el 15 de agosto pasado.

De este modo, la imputación marca un nuevo escándalo que sacude a la fuerza policial y al gobierno de De la Sota, por lo que rápidamente se propagó por las redes sociales y sitios digitales de los medios de comunicación.

Tras conocerse la noticia, a últimas horas de ayer, el secretario de Seguridad de la Provincia, Matías Pueyredón, rompió su habitual silencio para afirmar que los abogados de Suárez presentarán un pedido de nulidad de todo lo actuado por el fiscal y que, mientras tanto, el comisario permanecerá en su cargo.

En tanto, esta mañana, el bloque de legisladores del Frente Cívico (FC) pidió la renuncia de Suárez. "Es inadmisible que un imputado esté al frente de la fuerza", dijo la legisladora Liliana Montero, tras solicitar el "apartamiento inmediato".

Si bien en el Gobierno actual hay varios altos jefes de Drogas Peligrosas presos y procesados en causas vinculadas con el narcotráfico, Suárez sería el único jefe de Policía imputado que se recuerde en mucho tiempo.