Incómodo, pero necesario: el camino para no ser víctimas de estafas en la web

Cada vez hay más casos de ciberdelito. Tener una cuenta segura a veces requiere de varios pasos, pero estos son la clave para mantener nuestros datos a salvo. Hablamos con un especialista y repasamos algunos consejos para no caer en las trampas.

Incómodo, pero necesario: el camino para no ser víctimas de estafas en la web

Foto: Freepik.com

Sociedad

Tecnología y sociedad

Unidiversidad

Emilio Murgo

Publicado el 24 DE OCTUBRE DE 2022

Muchas veces nos resulta molesto tener que estar revisando si la dirección web es la correcta, si tiene el “candadito” la URL a la hora de comprar o hacer un pago, chequear si la verificación en dos pasos es conveniente o si es necesario conectarse desde una red pública o privada En fin, pareciera que son muchos los pasos que debemos tener en cuenta a la hora de evitar estafas, pero todos son absolutamente necesarios.

Es sabido que existen muchas y diversas estafas por día que en la web. Si bien en un principio parecería que estar verificando cada detalle de cada operación resulta algo tedioso, la verdad es que se considera absolutamente importante tomar todos los recaudos necesarios para evitar los engaños y fraudes de internet.

Desde Unidiversidad nos comunicamos con Sebastián Pulido, subdirector del Área de Informática del Ministerio de Seguridad, para que nos oriente sobre cómo prevenir las estafas por internet. Además, Pulido mencionó un tema polémico por donde se lo mire: la utilización y legislación de las cookies en las páginas web.

 

Cómo prevenir estafas por internet

Uno de los principales casos o hechos de estafa que suceden a diario son los relacionados con la seguridad social o con el envío de malware o virus en determinados enlaces. Para ello, por medio de correo electrónico, los estafadores se hacen pasar por otro tipo de personas (o alguna entidad bancaria) para quitarles los datos y así estafar a las personas.

“Para que la gente conozca y lo tenga en cuenta, los bancos nunca van a solicitar este tipo de información (ni ninguna otra) a sus clientes. De hecho, ellos ya poseen todos nuestros datos, por lo que resulta innecesario y peligroso el envío de esta información”, destacó Pulido.

“Los bancos no tienen la necesidad de enviarte correos, mensajes o llamados para pedirte que valides datos de tus tarjetas o de tus cuentas bancarias. Aquí, lo importante es chequear el remitente de estos correos, la dirección de donde proviene, ya que, por lo general, presentan caracteres o símbolos que se diferencian de la versión oficial del banco. Generalmente les falta el símbolo @ o el nombre completo del banco”, continuó.

Consejos a la hora de conectarse a una red pública

La principal recomendación es navegar y estar conectados siempre en un lugar conocido y seguro. Puede ser la de nuestro domicilio o una red de trabajo (siempre y cuando nosotros confiemos en esa red). Esto es para cualquier tipo de transacción que podamos hacer, ya sea el inicio de sesión de algo personal o el pago a algún tipo de servicio: lo recomendable es siempre hacerlo con una red segura, por lo tanto, no debemos hacer este tipo de operaciones conectándonos a redes públicas o en aquellas sobre las que tengamos dudas.

“Si vamos a un bar o un restaurante y pedimos la contraseña para conectamos a WiFi, debemos tratar de no hacer operaciones bancarias o no realizar algún tipo de pago. La clave es entender dónde navegamos y a qué red de WiFi estamos conectados. En este sentido, debemos tener los recaudos para conectarnos a través de páginas que tengan una buena seguridad, es decir, páginas que sean conocidas. Además, debemos tratar siempre de ver la URL o el enlace a donde nos estamos conectando”, afirmó Pulido.

Legislación y polémica por la utilización de las cookies

Una cookie (o galleta informática) es una pequeña información enviada por un sitio web y almacenada en el navegador del usuario, de manera que el sitio web puede consultar la actividad previa del navegador.

“Las 'cookies' son archivos de textos muy pequeños que se graban en los navegadores, lo que permite obtener a la página el acceso necesario a nuestra información. Entonces, si yo accedo por primera vez a una página y empiezo a averiguar sobre ciertos temas o ver cierta información, la próxima vez que visite esa página o navegue por ella, la web ya sabrá cuáles son mis preferencias y mis gustos”, señaló el subdirector del Área de Informática.

Las cookies son utilizadas habitualmente por los servidores de aplicaciones para diferenciar usuarios y para actuar de diferente forma dependiendo de estos; permiten al servidor saber que el usuario ya está validado y, por lo tanto, se le puede dar acceso a servicios o a realizar operaciones que están restringidas para usuarios no identificados. Otros sitios web utilizan las cookies para personalizar su aspecto según las preferencias del usuario. 

“La nueva reglamentación europea permite conocer qué 'cookies' queremos, si deseamos aceptarlas o no, qué datos sobre mí están guardando y qué uso les están dando. Además, esta legislación permite aceptar o rechazar esas 'cookies' sin que yo deba dejar de navegar por la página. Si bien no va a ser la misma experiencia, voy a poder seguir navegando. De esta manera, si yo las acepto, voy a sentirme un poco más 'cómodo' dentro de la página web; por el contrario, si yo las rechazo, voy a ser como un visitante anónimo”, finalizó.

Es importante que al usuario le hagan conocer que están haciendo con sus datos y darle la posibilidad de aceptarlo o no. Inclusive, deberíamos tener un punto intermedio que nos dé la posibilidad de elegir cuáles son las cookies que queremos aprovechar dentro de la página web y cuáles no.

 

Paso a paso: recomendaciones para no ser víctimas de estafas en internet

  • Nunca respondas correos electrónicos que te soliciten datos personales y no hagas clic en el enlace que te compartan;
  • Protegé tu información con contraseñas que sean difíciles de adivinar y, si podés, cámbialas periódicamente;
  • La estafa puede llegar mediante distintos medios: correos electrónicos, mensajes de texto, WhatsApp o redes sociales;
  • Nunca un banco o un organismo público te va a pedir que cambies tus datos personales o claves por internet, a través de un enlace enviado en un correo, por redes sociales o mediante un llamado telefónico. ¡No compartas tu información!
  • A la hora de hacer una transferencia, comprobá que se haya completado. Prestale atención a la gestión que realices mediante el home banking: recordá que el débito inmediato (Debin) quita dinero de la cuenta;
  • Es importante que estés atento a la redacción del mensaje o al enlace enviado. Muchas veces, es casi imperceptible, pero en algún lugar dejan ver el fraude: faltas de ortografía u alteraciones en la URL que supuestamente es oficial;
  • No confíes en avisos promocionales, regalos, descuentos, préstamos o algún corte de servicio. Es necesario que corrobores siempre la veracidad;
  • Informate sobre la reputación de la tienda o el sitio antes de realizar una compra en línea. La experiencia de otro usuario puede servirnos y mucho;
  • Si podés, es importante usar el doble factor de autenticación en todas las aplicaciones;
  • Si tenés que cambiar la contraseña, asegurarse de hacerlo siempre desde el sitio oficial del banco o de la aplicación;
  • Si te contactan desde un organismo público o privado vía WhatsApp, verificá el logo de autenticación del organismo público que se está contactando.

Si tenés dudas sobre dónde denunciar, recordá que siempre lo podés hacer en comisarías, fiscalías o a través de la línea 137.

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