Indagan sobre los vínculos de la Iglesia católica y la última dictadura

Hoy, en horas de la mañana, prestó testimonio Monseñor Rey. Fue capellán del Ejército y su tarea era celebrar las misas de los domingos en la Compañía de Comunicaciones Octava, entre otros centros clandestinos de detención. 

Indagan sobre los vínculos de la Iglesia católica y la última dictadura

Gentileza de Tribunales Federales

Sociedad

Unidiversidad

Analía Martín

Publicado el 17 DE FEBRERO DE 2011

En un testimonio poco contundente, incluso de a momentos hasta casi contradictorio, Monseñor Rey prestó declración en la causa que se está llevando adelante esta semana, la causa de Julio y Hugo Talquena.

Una de las 19 causas que se están investigando en el Tribuna Federal Nº1 de Mendoza, es la de los hermanos Talquena. En esta causa es que es solicitado el testimonio de Monseñor Rey. Si bien su nombre no ha sido de los más citados en las distintas declaraciones, un audio escuchado unos días antes, el padre de Julio y  Hugo dijo haber visitado al Monseñor Rey en dos oportunidades.

Monseñor Rey fue capellán en la Compañía de Comunicaciones Octava desde 1970 hasta 1983. Según lo poco que recordaba dicho religioso, su tarea dentro del Ejército se limitaba a celebrar las misas de los domingos en la Compañía y hablar con los soldados acerca de cuestiones catequistas. Luego, en el Arzobispado, atendía a los familiares de desaparecidos, tomaba su reclamo e inquietudes acerca del paradero de su ser querido. Con esos reclamos elaboró una lista, de aproximadamente 100 familias que pedían por sus familiares, y las entregó al General Arguindegui (Ministro del Interior en ese momento) y a monseñor Pío Lagui pero de ninguna de las dos partes obtuvo respuesta alguna.

Uno de los pocos hechos que el religioso pudo recordar fue que en una oportunidad dos “muchachos sindicalistas” se le acercaron y le dijeron que habían sido golpeados. En otra oportunidad pudo hacerle llegar una carta a familiares de un detenido. Sin embargo no pudo recordar datos contundentes para avanzar en la investigación tales como el nombre del jefe de la Compañía de Comunicaciones Octava, olvido que llamó poderosamente la atención a quines nos encontrábamos en el recinto de Tribunales Federales donde se esta llevando a cabo los juicios ya que el mismo Monseñor, por ese tiempo Capellán, debía coordinar actividades con quien se encontraba a cargo del centro clandestino de detención. Otro de los datos que tampoco recuerda, es el grado dentro del ejército que teníacomo Capellán, esto también resultó llamativo ya que Monseñor rey prestó servicios de Capellán durante casi 13 años.

En un momento, la querella trajo la voz de la periodista francesa Marie Monique Robin, donde expuso de amanera contundente y bien argumentada los lazos que mantenía la iglesia católica con la dictadura militar y cómo, conjuntamente, implementaron un plan sistemático de terrorismo de estado y torturas a los detenidos. Ante esto, le preguntaron si él como persona perteneciente a la iglesia católica sabía acerca de esto o sí él sabía de alguien que sea consciente de lo que estaba sucediendo en el país; a lo que el Monseñor Rey contestó “la iglesia ignoraba lo que sucedía pero no niego que alguien de la iglesia haya tenido algún acercamiento a la dictadura”.

Rey, hoy de 76, nació en Maipú y ocupó importantes cargos dentro de la Iglesia Católica: como obispo de Zárate-Campana y presidente de Cáritas, desde 1993 y por dos períodos, mientras que en la provincia fue capellán del Ejército y en esa condición visitó el Octavo Comando de Montaña y también el Liceo Militar General Espejo, ambos lugares ocupados por presos detenidos durante el último golpe militar. En la sede del Arzobispado se desempeñó como obispo auxiliar de Cándido Genaro Rubiolo, entre los años 1983 y 1991. Después de su retiro, concretado en 2006 "por razones de salud", se instaló en Potrerillos, dio misa en una capilla de la zona y también inauguró un aula móvil de computación en la zona de Las Carditas (Potrerillos), con carácter gratuito para los asistentes.