Inventaron un pan que alimenta como la carne

Se trata de un producto que presentaron investigadoras de la Universidad de San Luis. Cuenta con todas las proteínas necesarias para completar la dieta de un vegetariano o una familia cuyo salario no alcanza para nutrirse de carnes, pescados o lácteos por su elevado costo. Los detalles del experimento.

Inventaron un pan que alimenta como la carne

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Publicado el 09 DE OCTUBRE DE 2018

Investigadoras de la Universidad de San Luis lanzaron un pan totalmente libre de aditivos y conservantes, natural, fácil de consumir y cuyo resultado es una pieza aireada y voluminosa, con esa textura y ese sabor al que todo el mundo está acostumbrado. Así es la descripción que hacen las inventoras de un pan que, más que pan, es un alimento proteico que puede sustituir la carne animal.

Las científicas probaron un experimento que salió con éxito: incorporaron gran cantidad de harina de soja, lo que “no permite que se forme la red que retiene el dióxido de carbono y el vapor de agua durante la fermentación que permite que leude". ¿La novedad? Contiene plasma bovino, un aditivo que permite mejoras tecnológicas excepcionales, por lo que se pudo “mejorar muchísimo las propiedades, entre otras cosas como potenciador de sabor”. Procedente de la sangre del animal, en el que representa el 4 % de su peso, es un producto que generalmente se desecha y resulta altamente contaminante, porque tiene una elevada demanda de oxígeno, pero también un gran valor biológico, ya que las proteínas de la carne son algunas de las proteínas más completas que existen.

El pan puntano contiene además hierro y calcio, está recomendado para quienes padecen diabetes por su lenta absorción en el intestino debido a la alta presencia de fibras y su matriz original puede ser adaptada para vegetarianos, veganos y celíacos. “Con la combinación de soja y trigo se obtienen proteínas completas y por ello el producto tiene todos los aminoácidos que nosotros necesitamos para nutrirnos”. Además, las harinas son orgánicas y no están contaminadas con productos agrotóxicos, ya que en su cultivo no se utilizan sustancias como el glifosato. El producto ha sido diseñado como una premezcla, con un año de vida útil; cada bolsa equivale a un kilo de pan blanco a un valor aproximado de 50 pesos. Destinado a poblaciones carenciadas, mejoraría su calidad de vida.

Así lo afirmó la ingeniera en alimentos, doctora en química, docente de la UNSL e investigadora del Conicet San Luis y directora del proyecto, Laura Rodríguez Furlan, dedicada al “desarrollo de productos y aditivos destinados a personas con requerimientos específicos”. En diálogo con Télam, la científica aclaró que este pan posee “una concentración mayor al 35 % de harina de soja y que aprovechando las proteínas del plasma bovino, que son de elevado valor biológico, alcanza un contenido proteico superior al 20 %, que no existe en otro pan”.

 

Pan que alimenta, no que llena

“El problema de la gente de bajo recursos es que generalmente come productos económicos, que tienen un elevado contenido de carbohidratos, como el arroz o el fideo, pero consumen muy pocas verduras y carnes. Entonces tienen una dieta con alto contenido de carbohidratos y bajo contenido en proteínas, que son necesarias para poder desarrollarse adecuadamente”, apunta la ingeniera. “Nosotros desarrollamos cosas para cambiar el mundo —destacó Rodríguez Furlán—. Los argentinos somos muy inteligentes, muy innovadores a nivel internacional, siempre tratamos de utilizar desechos industriales para optimizar el proceso productivo o disminuir la contaminación, o buscar productos autóctonos de la Argentina que se puedan explotar para mejorar la productividad”.

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