La historia de Nicanor, el director de escuela de 12 años

En su colegio tiene asistencia perfecta. Luego de ver que en su barrio había chicos con problemas para estudiar, instaló una aula con pizarrón y bandera en el patio de la casa de su abuela.

La historia de Nicanor, el director de escuela de 12 años

Captura de la entrevista realizada por Canal 8 de San Juan.

Sociedad

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Unidiversidad / Canal 8 San Juan

Publicado el 11 DE MAYO DE 2018

La escuela Unidad y Patria es un ejemplo en varios sentidos. Su fundador es Nicanor, un chico de 12 años que, movido por el deseo de ayudar a los vecinos de su barrio, abrió un colegio en el fondo de la casa de su abuela.

Nicanor vive en Las Piedritas, un barrio del municipio de Pocito, San Juan. Todos los días, sin falta, va a su escuela de siempre para aprender lo que más tarde enseña en la institución que el mismo levantó.

"Decidí fundar una escuela porque vi a niños en la calle jugando", cuenta Nicanor a Canal 8 de San Juan. Las cámaras del noticiero local muestran las instalaciones del colegio. Hay un pizarrón, un botiquín de primeros auxilios, una campana para llamar al recreo, una bandera argentina y un grabador con micrófono para entonar el Himno.

Unidad y Patria es más que una escuela hecha por chicos. Es también una escuela hecha a medida de los chicos. Nicanor prescinde de profesores, porteros y ni siquiera tiene horarios. Su fórmula para que el modelo funcione es mucho más sencilla. Sus amigos se acercan a aprender y él los aguarda dispuesto a enseñar.

Por supuesto, Nicanor cuenta con ayudantes. Familiares y amigos colaboran con él y les explican a otros chicos todo lo que necesitan repasar del colegio. "Gracias a mi primo Nico –así lo llaman– por fin estudio", dijo una nena con guardapolvo en el "cole". 

Su abuela Ramona no gasta esfuerzos en ocultar la emoción que le despierta su nieto. "A él nadie le ha enseñado, ha salido adelante solo. Y ahora él les enseña a los otros niños, mire qué alegría que tengo yo”, dice Ramona a Canal 8.

Ramona también es parte de la escuela Unidad y Patria. Ella no solamente aporta el lugar, sino que además prepara la copa de leche para que los chicos que llegan tengan algo que comer y una bebida caliente. La abuela explica que la escuelita tiene hasta tres turnos, porque los chicos a veces llegan de noche para estudiar. Por ello, al quedarse sin luz, Nicanor de todas formas no desiste y corrige las tareas de sus amigos con la ayuda de una linterna.

El esfuerzo de Nico, según cuenta su abuela, es digno de aplausos. “Corrige con lo que puede. A veces corta un lápiz por la mitad y le da un poquito a cada uno, y así los hace escribir. Es grande, muy grande lo que hace Nicanor", explica.

Todo lo que hace Nico es a pulmón. La escuela –oficial– a donde asiste queda a 40 minutos de su casa. Va todos los días en bicicleta. El día en que Canal 8 lo entrevistó, justo tuvo un incidente: “Ahora se me ha pinchado y casi me voy caminando, pero la hemos parchado”, contó Nicanor entonces.

Así es, cada día, la vida de esa escuela oculta en el barrio de Las Piedritas. Una demostración de que no hace falta tener mucho para pelear por lo que uno cree.

En una de las paredes, cerca del pizarrón, hay un cartel que ilustra el motor de Nico. "Los niños tienen derecho a tener una familia", reza la consigna. Y Nico también es consciente de su obra. “Estoy orgulloso”, confiesa sonriente.

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