La plantación del Kiri en Mendoza, una moda sin sustento científico

Lo aseguró el vicepresidente de la Comisión en Defensa del Arbolado Público.

La plantación del Kiri en Mendoza, una moda sin sustento científico

Micali explicó que el árbol es hermoso, pero que no se adapta bien a Mendoza, ya que no soporta las bajas temperaturas. Foto:catalunyaplants.com.

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 09 DE OCTUBRE DE 2018

Una moda sin sustento científico y que no se adapta a nuestro clima: así definió el vicepresidente de la Comisión Asesora en Defensa del Arbolado Público, Salvador José Micali, a las iniciativas que impulsan la plantación del árbol del Kiri en Mendoza.

Micali es un experto en la materia. El ingeniero agrónomo, que fue hasta su jubilación profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO, es un apasionado y un defensor del arbolado público, al que considera un patrimonio cultural invaluable para Mendoza.

Desde hace un tiempo, un grupo de instituciones y escuelas impulsa la plantación de este árbol de origen chino en Mendoza porque asegura que tiene una capacidad de absorción de dióxido de carbono muy superior a otras plantas, por lo cual podría atenuar las consecuencias del cambio climático. Por eso se lo conoce como la especie que podría llegar a salvar el mundo.

Micali derribó el mito. Dijo que no existen informes científicos que avalen las bondades de este árbol en relación con su capacidad de absorción de dióxido de carbono y que –sobre todo– es una especie que no se adapta bien a Mendoza porque no resiste las bajas temperaturas, por lo que si no se cuida mucho en el proceso de desarrollo, se hiela.

Cómo elegir qué árbol plantar

La amplitud de los sitios y su disponibilidad de agua son los factores principales que definen la elección.

El ingeniero aseguró que el impulso de la plantación del kiri se convirtió en una moda, al tiempo que recalcó que existen especies autóctonas que se desarrollan muy bien en Mendoza y que tienen flores hermosas, como el jacarandá y el lapacho. Pese a que derribó el mito, Micali explicó que el kiri es un árbol hermoso, con una copa de hojas muy grandes, de crecimiento rápido y que se desarrolla sin problemas en climas donde las temperaturas no son bajas. Incluso comentó que en Godoy Cruz y en Luján de Cuyo hay algunos ejemplares adultos, pero que la constante es que no soporten los fríos, especialmente la diferencia de temperatura entre la base de un árbol y la copa, que es de tres grados.

Un patrimonio público en deterioro

La escasa o nula acción de los organismos que deben resguardarlos ha puesto en riesgo al millón de árboles que se calcula hay en el Gran Mendoza. La responsabilidad ciudadana.

 

Prueba piloto en Misiones

Micali contó que hace cuarenta años se realizó una prueba de plantación de kiri (cuyo nombre científico es Pawlonia fomentosa) en Misiones, donde llegaron a tener 200 hectáreas con esta especie. Años después, se probó con otra especie (Pawlonia fortunei), que se adaptó mejor al lugar.

El ingeniero explicó que esas pruebas que se realizaron en Misiones también estaban relacionadas con la posibilidad de la utilización de la madera del kiri, pero que al ser tan liviana, debieron “impregnarla” para que fuera más dura y pesada. En conclusión, explicó, no siguieron adelante.

Micali explicó que, más allá de la belleza del árbol y de que su madera se utiliza en la fabricación de diversos objetos livianos, lo importante es seleccionar especies que se adapten bien al clima mendocino. Recalcó que esta es una condición que no cumple el kiri.

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