La vez que Diego se convirtió en Dios

El mundial de México 86 fue el certamen que llevó al Diez a colgarse del cielo de todos nosotros.

La vez que Diego se convirtió en Dios

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Publicado el 25 DE NOVIEMBRE DE 2020

Diego Armando Maradona fue el nombre propio del Mundial de México 1986. 'El Pelusa' fue, sin duda, el gran protagonista del campeonato, en el que logró dos de los goles más recordados de la historia, ambos frente a Inglaterra. México tuvo el honor de convertirse en el primer país en celebrar dos Mundiales en su territorio. El país azteca cogió el testigo de Colombia, país seleccionado para acoger el campeonato del mundo, pero que en 1983 hizo pública su renuncia, al ser incapaz de hacer frente a la organización del torneo.

El desarrollo del campeonato volvió a cambiar con respecto al Mundial de España. Las 24 selecciones clasificadas se dividieron en seis grupos de cuatro equipos, y los dos primeros de cada uno pasarían directamente a octavos de final. Así, se eliminaba el 'invento' de la segunda fase de grupos para dar paso a la eliminatoria directa. En este Mundial, Marruecos pasaría a la historia, al convertirse en la primera selección africana capaz de pasar de primera fase, si bien es cierto que fue eliminada en octavos a manos de Alemania Federal (1-0).

El partido más recordado de este Mundial fue el que enfrentó a Argentina y a Inglaterra. En sólo cinco minutos, Maradona fue capaz de lo peor y de lo mejor. Corría el minuto 51 cuando el '10' combinó con Jorge Valdano cerca del área inglesa. Steve Hodge, en su intento por despejar, mandó el balón hacia su portería y Maradona, ante la salida de Peter Shilton, batió al meta británico con la mano. "Yo no la toqué, fue la mano de Dios", dijo 'El Pelusa' al término del encuentro en uno de los goles más polémicos de la historia de los Mundiales.

Pero en el minuto 56, Maradona hizo olvidar a medio mundo lo que acababan de ver. El centrocampista argentino recogió el balón en su propio campo y, en un eslalon espectacular, se deshizo de cinco rivales para regatear a Shilton e introducir el balón en las redes inglesas. El denominado 'Gol del Siglo' pasó a la historia como uno de los tantos más espectaculares de todos los tiempos, una conjunción de habilidad y plasticidad que sirvieron para encumbrar a 'D10s’ como el mejor jugador del campeonato. El postrero gol de Gary Lineker sólo sirvió para maquillar el marcador: Argentina estaba en la final.

La gran final enfrentó a Argentina y a Alemania Federal. Los sudamericanos se adelantaron en el marcador en el minuto 23 gracias a un gol de Brown a la salida de un córner, tras un garrafal error de Schumacher, y Valdano amplió la cuenta en el minuto 55. Pero Alemania no se iba a rendir, y en seis minutos, iba a igualar la contienda en dos jugadas a balón parado: primero Rummenigge en el '74 y después Völler en el '80, volteaban el marcador. Pero un error defensivo de los alemanes en el '84 permitió que Burruchaga se plantara sólo ante el meta alemán, batiéndole por bajo. Argentina era campeona del mundo por segunda vez. Maradona había llevado a su equipo a tocar la gloria.