Lactancia materna, esencial para la nutrición infantil

Por su importancia e indispensabilidad, cada año se celebra la Semana de la Lactancia Materna.

Lactancia materna, esencial para la nutrición infantil

Facultad de Ciencias Médicas

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Publicado el 05 DE AGOSTO DE 2015

Poco recomendada hace 30 años, la leche materna es hoy el cimiento de la alimentación de los niños debido a la óptima cantidad y calidad de grasas, azúcares, proteínas y minerales que contiene. En más de 120 países, la primera semana de agosto se celebra la Semana de la Lactancia Materna.

La leche materna es el primer alimento natural de los niños y proporciona toda la energía y los nutrientes que ellos necesitan durante sus primeros meses de vida. Además, aporta al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida. Debido a sus múltiples beneficios y a su necesidad vital, es esencial alentar diariamente a las madres a que amamanten, tanto dentro como fuera del consultorio.

Obligatoria hasta los seis meses y complementaria hasta los dos años, es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables". Se sabe también que es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños y que, combinada con una buena alimentación a partir de los seis meses de vida, previene la malnutrición y puede salvarles la vida a muchos niños pequeños en países en vías de desarrollo.

Esto último es debido a los múltiples beneficios que detenta. Entre ellos tenemos que contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como, la diarrea y la neumonía; es un producto que puede conseguirse fácilmente y ayuda a garantizar una fuente alimenticia suficiente; es fácilmente asimilable; previene alergias; crea un fuerte vínculo madre-hijo; funciona como un método natural anticonceptivo en la madres, reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario en el futuro y ayuda a que las mujeres recuperen más rápidamente su peso previo al embarazo.

Dentro de los beneficios mediatos, es conocido que los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menor tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad, así como también diabetes tipo 2 en el futuro. Se dice que si se empezase a amamantar a cada niño en la primera hora tras su nacimiento, dándole solo leche materna durante los primeros seis meses de vida y siguiendo dándole el pecho hasta los dos años, anualmente se salvarían unas 800 mil vidas infantiles.

La Dra. María Eugenia Pignolo, consejera en lactancia materna de la OMS y UNICEF, habló en una entrevista de distintos aspectos sobre el tema. Comenzó diciendo que, a pesar de ser una práctica que data de nuestros orígenes, a comienzos del siglo XX y hasta la década del 70, las leches modificadas tuvieron un inmenso auge (gracias a médicos y laboratorios) y más de una generación de mujeres no amamantó a sus hijos, lo que tuvo graves consecuencias en ellos; entre ellas, un aumento de enfermedades infecciosas y hospitalizaciones, así como una pérdida de la cultura del amamantamiento.

Según Pignolo, jefa de Trabajos Prácticos del Área de Pediatría del Hospital Universitario, esta tendencia comenzó a revertirse en la década del 80 y hoy en Argentina la lactancia natural ha resurgido como modelo de crianza. A la fecha, la duración media de esta ha aumentado de 9 a 12 meses, mientras que la lactancia exclusiva (niño que solo toma leche hasta los seis meses de edad) lo ha hecho de una manera menos marcada. Además, existe una ley (26873) que, a través de un decreto, exige extender y ampliar la promoción y la concientización pública sobre la importancia de la lactancia materna y de las prácticas óptimas de nutrición segura para lactantes y niños de hasta dos años de edad. A su vez, la ley prevé la promoción y apoyo a la creación de centros de lactancia materna y bancos de leche materna.

Con respecto a las estrategias para llevar a cabo un amamantamiento adecuado, dijo que es necesario que durante el embarazo y el puerperio las madres cuenten con el apoyo activo, no sólo de sus familiares y la comunidad, sino también con la totalidad del sistema de salud, y que los que se ponen en contacto con las futuras y nuevas madres, estén interesados en promover la lactancia natural y sean capaces de facilitar la información oportuna y poseer un buen conocimiento de cómo se mantiene la lactancia.

En cuanto a las leches artificiales, explicó que si bien no son óptimas, han mejorado mucho en los últimos años (hasta no hace mucho tiempo, la mortalidad de niños alimentados con leches distintas a la de la mujer era altísima: superior al 90 % en el primer año de vida) y además son útiles cuando la alimentación natural no es suficiente, por lo que no hay que despreciarlas. Pese a esto, las leches artificiales deben estar indicadas por un profesional y ser adquiridas en farmacias ya que, según datos de la OMS, la mala preparación de estas leches cuesta la vida a un millón y medio de niños al año por causas como la contaminación.

A pesar de sus beneficios, menos del 40 % de los lactantes menores de seis meses reciben leche materna como alimentación exclusiva. Las causas de esta problemática son múltiples: incomodidad y dolor mamario, temor de las madres a no tener leche suficiente, desatención de los derechos del niño y la mujer, presión de la industria farmacéutica para promover las leches maternizadas, falta de tiempo para amamantar debido al trabajo, etcétera. 

Debido a esto, en 1992 la OMS y UNICEF pusieron en marcha la iniciativa «Hospitales amigos del niño», proyecto que tiene el objetivo de proteger, promover y apoyar la lactancia natural, ayudando a las mujeres a ejercer una maternidad ilustre. Si bien el camino es largo, la iniciativa busca ayudar a las madres a mantener la lactancia mediante 10 sencillos pasos que los efectores de salud deben fomentar (para formar parte de la red), así como también un conjunto de objetivos que van variando año a año; en 2015, lactancia y trabajo.

Por Luis Francisco Leiva, Becario de Prensa de la Facultad de Ciencias Médicas.