Muerte digna: el próximo debate

Antes de la expropiación de YPF, en el Congreso de la Nación se debatía un proyecto de ley que ya fue sancionado por Diputados. Un repaso del estado de situación a nivel nacional e internacional para comprender la temática que aguarda ser tratada próximamente. 

Muerte digna: el próximo debate

El proyecto "muerte digna " fue sancionado por Diputados en noviembre del año pasado. El proyecto pertenece al senador Samuel Cabanchik. Fotos Télam

Sociedad

Unidiversidad

Analía Martín

Publicado el 05 DE MAYO DE 2012

El Senado de la Nación se encontraba a pasos de definir cuándo y de qué manera sesionaría para tratar diferentes proyectos de ley sobre muerte digna. Faltaban definir algunos puntos, cuando se anunció  la expropiación de YPF. Sin embargo, la temática no fue abandonada y espera ser tratada en un futuro no muy lejano. 

Si bien hay un total de ocho proyectos presentados, el del senador nacional Samuel Cabanchik (Proyecto Buenos Aires Federal), cuenta con el aval de Diputados. 

La mayoría de los senadores presentes en Labor Parlamentaria pidieron más tiempo para analizarlo a fin de compararlo con otros textos, aunque a mediados de abril se logró un despacho de mayoría. Para tratarlo, se necesitaría el visto bueno de los dos tercios de los presentes. 

El proyecto 

El proyecto de Cabanchik, es el que ha cobrado mayor relevancia, por su exhaustividad. El mismo se diferencia del resto por los siguientes puntos: está destinado a menores de edad que padecen una enfermedad terminal y/o están agonizando; desarrolla en qué consiste el apoyo a los familiares y a la persona cuidadora; regula la injerencia del comité de Bioética y establece que ningún dictamen del Comité sustituirá las decisiones de los médicos/as intervinientes. Además existe una explicación detallada de la Declaración de Voluntad Vital, determinando en qué condiciones debe realizarse. 

Al igual que el resto de los proyecto de ley, se apunta al derecho de una muerte digna en cuanto al respeto por las decisiones del paciente, al derecho a rechazar intervenciones, a la vez que se le suministran cuidados paliativos con la finalidad de aliviar el dolor y sufrimiento al paciente. 

“Si uno se guía por el amplio acatamiento que hubo, diría que estamos cerca de lograr  la aprobación. Sería un retroceso hacerle modificaciones y que vuelva a ser tratado”. 

“Hoy existen varios casos que tienen que recurrir a la vía de la judicialización para encontrar una respuesta. Con la existencia de la ley, además de hacer un poco más fácil para los familiares y personas con enfermedades terminales transitar ese momento, evitaríamos una serie de burocracia y procesos judiciales que siempre le cuestan dinero y tiempo al Estado”, explicó Cabanchik.

Si bien el senador se muestra conforme con lo conseguido hasta el momento considera que aún habría que introducir algunos puntos. “En la sanción de Diputados no se incluye el capítulo de cuidados paliativos. El registro de la voluntad anticipada tampoco se explicita, ni incluye la objeción de conciencia para los médicos; habría varias cosas que deberían introducir”. 

En el Congreso se hacen sentir los reparos ideológicos y religiosos a la hora de discutir una ley, sobre todo cuando de estos temas que rozan con la bioética. “Seguramente lo ideológico y cultural tienen su peso a la hora de debatir estos temas, también los prejuicios profesionales. Pero también hay una enorme cantidad de médicos en acuerdo para lograr este tipo de proyectos, incluso con diferentes matices religiosos”, comentó. 

Sobre la eutanasia

La eutanasia no es un tema nuevo pero genera polémica en algunas comunidades. Está ligada al desarrollo de la medicina moderna. El solo hecho de que el ser humano esté gravemente enfermo ha hecho que, en algunas sociedades, la cuestión quede planteada. 

Según Wikipedia, eutanasia es la acción o inacción hecha para evitar sufrimientos a personas próximas a su muerte, acelerándola ya sea a sabiendas de la persona o sin su aprobación. Se puede considerar también como el hecho de morir sin experimentar dolor. 

La eutanasia tiene por finalidad evitar sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida a un enfermo. Para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable. Y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo.

En el presente, se sustentan diferentes opiniones sobre la eutanasia y son variadas las prácticas médicas y las legalidades en los distintos países del mundo. En general, se trabaja por la humanización en el trato con los moribundos y quieren contribuir a superar la distancia entre la vida, la muerte y las prácticas médicas. La autonomía y los derechos del paciente son cada vez más ponderados en la toma de decisiones médicas.

Entre los argumentos en contra inciden en la “inviolabilidad” de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia.

La Asociación Médica Mundial considera contrarios a la ética y condena tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia. En cambio recomienda los cuidados paliativos.

Muerte digna en el mundo y Argentina


Bélgica, Holanda,  Suiza, y en el estado de–Oregón, Estados Unidos,- han despenalizado hasta el momento, en distintos grados, la ayuda a quienes quieren poner fin a su vida. 

En Holanda, en el 2001 entró en vigor la ley que permitía a los médicos la eutanasia activa, siempre que se respeten los siguientes criterios: que el enfermo esté sometido a un sufrimiento insoportable sin perspectiva de mejora, que haya expresado de forma inequívoca su voluntad de morir y que el médico pida una segunda opinión a otro colega. 

En Bélgica no se llegó a aprobar la posibilidad de la eutanasia para menores de edad. Según una ley que data desde 2002, puede solicitar la muerte asistida mediante petición consciente, un adulto enfermo terminal o que padezca una dolencia que genere sufrimientos y dolor insuperables. Un médico ha de dar su consentimiento. En su primer año en vigor, 170 enfermos se acogieron a esta posibilidad.

Mientras que en Suiza, no está permitida la eutanasia activa, pero sí el suicidio asistido. Incluso por personas que no sean médicos, "si no hay motivos egoístas", según el Código Penal. El matiz es que la eutanasia activa es, por ejemplo, una inyección letal, mientras que el suicidio asistido consiste, por ejemplo, en poner un vaso con veneno lo suficientemente cerca del enfermo como para que éste pueda bebérselo, como ocurrió en el caso de Ramón Sampedro.

En Oregón la Ley permite, desde 1998, que enfermos adultos a los que les queden menos de seis meses de vida puedan solicitar fármacos letales a sus médicos. Amparados en esta Ley, 190 personas de Oregón, solicitaron morir de esta manera entre 1998 y 2004. 

En Argentina, en la provincia de Río Negro, se aprobó por unanimidad en noviembre del 2007 una ley que permite “a todo adulto que se encuentre en estado terminal pueda manifestar su voluntad de rechazar “métodos cruentos”.

Cabanchik y el proyecto de "muerte digna"

  • Reparos ideológicos al proyecto.

  • Diferencia entre eutanasia y muerte digna.

Fuente: Wikipedia - blogdebioetica - Archivo Nu Digital - El País