Polémica por el cierre de cursos en las escuelas

La DGE busca acelerar esta medida en aulas que tienen pocos alumnos para así mejorar sus números presupuestarios. Colegios iniciaron una campaña para evitar que se agudice la situación.

Polémica por el cierre de cursos en las escuelas

Así se verían las aulas luego de ser cerradas por la Dirección General de Escuelas. Foto: unomasuno.

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Ignacio de Villafañe

Publicado el 13 DE MARZO DE 2018

“Estamos teniendo cierres dispersos, no declarados oficialmente, porque tratan de que no se note”, asegura a Unidiversidad Sebastián Henríquez, titular del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE). El líder del gremio docente pone de manifiesto una situación que durante los últimos días cobró cada vez más presencia, luego de que varias escuelas técnicas de distintos puntos de la provincia salieron a “cazar” alumnos para evitar un eventual cierre de cursos.

Sin embargo, para la Dirección General de Escuelas (DGE), las alertas disparadas por los docentes no se corresponden con ningún tipo de urgencia. “Es un movimiento totalmente normal, en algunas escuelas cierran cursos y en otras se abren”, dijo en tal sentido Graciela Orelogio, jefa de Gabinete de la DGE. “No es que haya salido una resolución nueva”, expresó durante una entrevista con Los Andes.

Sin embargo, el rumor ya está instalado. En algunos medios locales se llegó a decir, incluso, que esta presunta nueva ola de cierres de cursos es parte de una política impulsada por el director general de Escuelas, Jaime Correas, con el fin de ahorrar fondos para poder recomponer el sueldo docente en 2019, algo similar a lo que ya hizo en Buenos Aires la gobernadora María Eugenia Vidal.

La lógica es así: allí donde haya aulas con menos de 18 alumnos, se procederá a reubicar a los estudiantes con el fin de unificar cursos y hacer un uso más eficiente de los fondos del Gobierno. El SUTE se pregunta, por un lado, si la misma política de reubicación de alumnos se aplicará en las aulas superpobladas –esas que albergan a 40 estudiantes por turno– y, por otro, qué pasará con los trabajadores que queden sin chicos a quienes dar clases. Por eso, para Henríquez, el motivo de la decisión parte desde otra premisa, distinta a la mera intención de organizar el sistema.

“En la provincia, la mitad de los mendocinos con más de veinte años no terminó la secundaria, lo que quiere decir que hay muchas aulas que quedan vacías porque hay mucha gente que abandona la escuela”, dice el titular del SUTE. “En lugar de cerrar cursos, el Estado debería tener una política que busque incluirlos”, indica.

Lo que no termina de convencer al sindicato docente y a sus afiliados es la filosofía de “recortar” para pagar salarios.

“Para aumentarnos el salario a nosotros tienen que vulnerar el derecho a la educación de los alumnos. Eso no está bien. Vos tenés que tener una política para que la gente vaya a la escuela y termine la escuela. Son discusiones que no se mezclan”, dice Henríquez, y subraya, tajante: “Tienen que cerrar cursos, no porque faltan alumnos, sino por el presupuesto de miseria que tiene Educación”.

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