"Acá se han aceptado condiciones de trabajo viles"

El 20 de abril de 2012 se cumple un año del acuerdo por la modificación del Convenio Colectivo de Trabajo 17/75. Ramón Ábalo, una pieza de la historia del periodismo, socializa opiniones referidas a las condiciones laborales del oficio. 

"Acá se han aceptado condiciones de trabajo viles"

Sociedad

Unidiversidad

Rodrigo Farías

Publicado el 21 DE ABRIL DE 2012

Ramón Ábalo es un periodista con casi sesenta años de trabajo en el campo. Fue delegado gremial y defendió los intereses de los trabajadores en momentos de la historia de nuestro país en el que fue muy difícil hacerlo. Comenzó su labor sindical casi simultáneamente con su inicio en la profesión, un tiempo antes que se produjera el golpe de Estado del año ´55 que tendría como resultado objetivo la proscripción política durante 18 años de la mayoría del pueblo argentino.

Desde su experiencia como periodista Ábalo es parte de una porción de la historia. Por ejemplo,  su paso por el Diario mendocino “La Libertad” perteneciente a la “cadena” de medios oficialistas durante los primeros gobiernos peronistas a finales de la década del ´40 y principios del ´50, así como su actividad gremial frente a momentos difíciles para la vida democrática luego del ´55.

“Yo comencé en el año 54 más o menos, un año antes del golpe contra Perón. Inmediatamente del golpe metieron preso al secretario del Sindicato de Prensa en aquel entonces, Guillermo Cusnaider, quien también era el secretario de prensa de la CGT  (Confederación General del Trabajo). Sin embargo ya habíamos estado hablando que yo fuera delegado del personal y unos días luego que salió de la cárcel me dijo “bueno negro la posta la tenés vos” así que en ese momento quedé como delegado del personal”, explica el periodista en una entrevista con NU Digital.

 Hablamos con Ábalo a un año de la modificación del Convenio Colectivo de Trabajo  17/75 que fue pautada entre la conducción del sindicato de prensa en aquel entonces, Roberto Picco, y las patronales de los medios locales. Una modificación que supuso la falta de reacción de los trabajadores pero que a la inversa  generó  un rechazo tal que pautó formas organizativas como Periodistas en Alerta.

En función del primer aniversario de una causa tan básica como la reivindicación laboral pero tan infrecuente para el sector periodístico en Mendoza, resulta valiosa la experiencia de alguien que siempre concibió al periodismo como algo que es, antes que un oficio prestigioso, un trabajo. Refiriéndose a su participación en actividades gremiales durante la década del cincuenta el periodista y escritor señala:

“En aquella época algunos compañeros no integraron el sindicato de prensa porque se creían bendecidos. Siempre ha estado muy presente en la profesión la idea que “yo soy periodista y tengo un halo santificado, todo lo que digo y escribo es palabra santa” y no es así, porque en general nunca escribís lo que te parece  sino que te cruza el contenido editorial de la empresa”,  explica.

A diferencia de otras profesiones el trabajo periodístico está  vinculado con la difusión de ideas, de ideología. No sólo es la técnica lo que se vende como fuerza de trabajo sino también las posiciones frente al mundo. Respecto a esta situación Ramón Ábalo advierte que “la profesión del periodista está muy ligada a la subjetividad de cada uno y por lo tanto es una profesión de tipo político, por eso tenemos que tener mucho cuidado o ser lo suficientemente decente para decir “yo acá hago esto porque estoy identificado con la línea editorial del patrón o no”.

Sin embargo, es casi un clishé en el medio periodístico el debate de que si es correcto o no, si es ético, trabajar en un medio pese a disentir con su línea editorial. Ante lo cual se suele argumentar que se lo haga con complacencia o no, de alguna manera “hay que parar la olla”. Existe un arco de posiciones frente a esta situación.

Ábalo sostiene, por un lado, que no suelen ser tantos los periodistas que adhieren a la línea editorial de las empresas para las que trabajan. “Los monjes son muy pocos en la profesión, o acaso quiénes son los (Carlos) De la Rosa y tienen la pluma para decir todo lo que dicen. Ellos lo hacen en un plantel de cien personas. Son tres o cuatro: De la Rosa, Gabrielli en el UNO, etc., los demás firman porque tienen que firmar y eso es lo que exige la patronal”, opina.

Por otro lado, también señala que “de alguna forma, aunque no lo quiera, ese compañero, ese escriba, se hace parte de la opinión del medio y aunque se encuentre diametralmente opuesto, puso la firma. De alguna forma te comprometés con la línea editorial de la patronal, lamentablemente”.

Respecto a la oposición  "periodismo oficialista – periodismo independiente", según la visión del entrevistado “la ética profesional  que tiene que ver con otra postura que es diferente a la clásica que dice ´Yo no escribo porque el Estado y Gobierno me pone límites´ y son macanas todo eso. Los límites están puestos desde un punto de vista del poder real que es el poder económico financiero y esos son los que manejan los medios. Si no veamos Clarín, La Nación, veamos lo que pasa en otros medios, veamos el Diario Los Andes, el Uno que son monopolios también. A ellos lo que le interesa es la caja registradora, no hay otro interés porque han dejado de ser empresas periodísticas para ser empresas más que nada comerciales”, explica.

En relación a la demanda de los periodistas en Mendoza que ya cumple su primer año, según Ábalos mucho periodistas aun no han formado conciencia de clase por lo cual “acá se han aceptado condiciones de trabajo viles durante años. Por supuesto ahí hubo un momento determinado en que los sectores populares sin conciencia (periodistas) salen a la calle porque no dan más, esa es mi visión”.  

Un repaso histórico

  • Un repaso de la historia de Ramón Ábalo.

    Ábalo cuenta su trabajo gremial durante la década del ´50, entre otras cosas.

  • Periodistas y conciencia de clase.

    Ramón Ábalo habla acerca de la "libertad" de expresión y opinión en los medios.

  • "Enfrentar a una patronal opuesta a los derechos de quien trabaja".

    Ramón Ábalo habla acerca de la necesidad de enfrentar las injusticias laborales.