Recurso escaso: el agua bajo la mirada experta

Cómo utilizamos el recurso y qué hacer para preservar lo que nos queda, la importancia de un Plan de Ordenamiento Territorial y de una Ley de Aguas, son algunos de los puntos que analiza la especialista Patricia Puebla en esta entrevista.

Recurso escaso: el agua bajo la mirada experta

Patricia Puebla

Especiales

Gabriela Ceppi - Foto: Archivo/Axel Lloret

Publicado el 21 DE DICIEMBRE DE 2014

La escasez de agua y sus consecuencias; qué sucede en la provincia y cómo se puede colaborar desde diferentes espacios para preservar el recurso, bajo la mirada de una experta. Patricia Puebla es profesora adjunta de la Cátedra de Metodología de Decisión de la Carrera Licenciatura en Administración de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO e investigadora responsable por esa casa de estudios del nodo central de la Red Integral para la Gestión del Agua (RIGA). Además se desempeña como investigadora científica especializada en gestión hídrica en el Instituto Nacional del Agua (INA). 

¿Cómo avizora la situación hídrica por la que atraviesa la provincia?
Es crítica. Recientemente se presentó el inventario de glaciares que están efectuando el doctor Ricardo Villalba y su equipo del IANIGLA, en el cual se mostraba el retroceso que han sufrido los glaciares, que son el “embalse congelado natural” que tienen nuestros ríos para alimentarse cuando la precipitación nívea es escasa. Cabe recordar que los ríos de Mendoza tienen una gran variabilidad del caudal, que impacta en la disponibilidad de agua. Por otra parte, los escenarios planteados respecto al cambio climático, aun cuando se opte por el más optimista, prevén un incremento en la temperatura, que afectará la disponibilidad del agua. Esto lleva a la necesidad de generar cambios en la forma en la cual hemos utilizado el recurso, lo hemos gestionado y en la cultura hídrica que tenemos como provincia.

¿Cree que es un problema de consumo excesivo o deficiente manejo del recurso?
Es una conjunción de ambos. Todavía no se produce el cambio cultural que necesitamos para que la gente se concientice de que estamos en una provincia semiárida, donde el agua no es abundante, todo lo contrario. Pero como todo cambio cultural, esto implica tiempo. Si algo positivo se puede extraer de la crisis hídrica es justamente que la comunidad está sintiendo esta falta de agua en varios lugares y los obliga a concientizarse  de que necesitamos hacer un mejor uso del agua. Hay que generar una cultura hídrica que se fundamente en el uso optimizado, racional  y responsable  del agua, independientemente de la disponibilidad que exista. 

"Respecto al manejo, la realidad es que la gestión del agua está fragmentada por uso, existen diferentes instituciones responsables del manejo del agua y hay diferentes usuarios que compiten por el mismo recurso, se administra por sectores. Para buscar un manejo más eficiente se requiere la integración de estos actores para acordar medidas de gestión en conjunto, que todas apunten a un uso más eficiente del agua. Por ejemplo, no es posible definir inversiones en infraestructura hídrica si no está claro el crecimiento urbano y agrícola de la provincia para el futuro, ya que puede ocurrir que se invierta en canales, reservorios, etcétera, para llegar con agua para riego a lugares donde luego existan barrios. Esta situación reclama un trabajo conjunto entre el Departamento General de Irrigación, la Agencia de Ordenamiento Territorial y los municipios. 

"Otro punto importante es el manejo estratégico conjunto de las diferentes fuentes de agua que existen (superficial, subterránea y de reutilización de efluentes). Si bien en situaciones críticas como la que vivimos, en la que no hay nevadas y por ende se reduce la cantidad, el caudal en los ríos, es lógico pensar en reforzar la disponibilidad con la extracción de agua subterránea, también hay que establecer medidas de gestión para enfrentar la variabilidad que presenta el caudal, que también va a demandar recurrir a otros refuerzos de agua, más allá de que no estemos en una situación como hoy. 

"Es por este motivo, justamente, que se crea la Red Integral para la Gestión del Agua (RIGA), para generar un espacio donde se puedan trabajar en conjunto temas que demandan un abordaje interinstitucional y multidisciplinar, que son prioritarios y estratégicos para la provincia en materia de agua, contemplando las diferentes miradas y necesidades institucionales, de especialistas y de la comunidad en general".

¿Cuáles cree que son los puntos en conflicto que deberían atacarse en primera instancia?
Los puntos de conflicto a atacar primero, como bien aconsejan las prácticas de resolución de los mismos, son aquellos en los cuales hay un consenso sobre la necesidad de resolverlos y cierto acuerdo de cómo abordarlos. En primer lugar, estamos convencidos de que se debe trabajar aprovechando la sinergia del accionar conjunto de las instituciones, se está percibiendo un cambio ambiental importante y existen escenarios de cambio climáticos generados que debemos incorporar, en nuestros modelos de gestión del ambiente en general y del recurso hídrico en particular. Se ha avanzado en un plan de ordenamiento territorial  para la provincia que es imprescindible integrar con el plan hídrico provincial. Debemos trabajar en esta integración. El financiamiento debe ser una consecuencia de las políticas ambiental e hídrica y de planes definidos, ya que es un instrumento para materializarlos.

Desde el sector que usted representa, ¿cuáles cree que serían los lineamientos para una verdadera política de aguas en los próximos años?
En primer lugar, ya que están planteados los escenarios alternativos que la provincia podría tener con respecto al cambio climático que se está produciendo, todos los cuales avizoran un incremento en la temperatura que afectará la alimentación nívea de los ríos, y ya que se elaboró un plan de ordenamiento territorial, sería conveniente rever el plan hídrico elaborado bajo este contexto, que derive en una prospectiva del agua a largo plazo y que se traduzca, a su vez, en los planes a largo plazo de cada sector (agua potable, agropecuario, industrial, etcétera). La constitución de una red de actores como es RIGA, que permita el abordaje de las problemáticas comunes con acciones conjuntas e incorporando las diferentes visiones especializadas que existen sobre el agua, considerando la realidad institucional fragmentada que existe, es, desde mi apreciación, la forma más viable, dada la estructura institucional de la que disponemos. 

¿Medidas urgentes y a largo plazo que usted pueda destacar?
Como dije, afianzar un modelo de gestión integrada del agua. Establecer planes estratégicos prospectivos para el agua y planes de contingencia para afrontar los casos de emergencias o desastres hídricos. Las medidas de concientización que se están llevando a cabo desde varias de las instituciones, y las acciones que nos lleven a un uso responsable del agua, me parecen correctas. Me parece imprescindible incorporar la temática del agua en los planes de estudio de cada nivel de educación de la provincia.

"En este aspecto, me parece fundamental el avance que se ha dado desde FCE UNCUYO con tomar protagonismo en el tema. Cada disciplina tiene que formarse en este recurso, que es estratégico para el desarrollo socio ambiental económico de la provincia. Generar bases de datos integradas, que brinden indicadores de gestión que faciliten la toma de decisiones a los gestores del agua. Protección de las áreas de recarga del agua subterráneas (reservorios naturales).

"Se puede pensar, para afrontar la variabilidad del caudal de nuestros ríos, en lagos, embalses o reservorios como instalaciones para reservar agua a largo plazo, pero es sabido que sufren la evaporación y la sedimentación que reduce la capacidad de almacenamiento. La administración integrada del agua superficial y subterránea (uso conjunto) como un solo recurso que está interconectado, con la estrategia típica de usar agua superficial cuando abunda y, cuando es escasa, reforzar con agua subterránea, definiendo áreas de extracción.  

"Otro elemento sería permitir la infiltración de los excesos de aguas superficiales (cuando se produzcan) y aguas de desechos tratadas para recargar los acuíferos, con lo cual estaríamos utilizando a los acuíferos como reservorios pero sin el inconveniente de la evaporación, que mencioné en el caso anterior.  

"La reutilización de aguas residuales, tratadas para riego de jardines o cultivos permitidos, según los estándares internacionales. En el caso de las casas, en otros países se utiliza doble cañería para que una conduzca el agua potable  destinada a consumo y otra agua no potable sea aplicada al riego de jardines o espacios verdes. Otra técnicas es que el agua que se utilizó en la casa se recicle en el mismo hogar para riego de jardines. Esto se encuadra dentro de lo que se conoce como uso múltiple de un mismo volumen del agua, es decir, que se aplique a dos o más actividades en forma simultánea. O recurrir a la cosecha de agua de precipitaciones en la época que se produzcan, aplicando las técnicas que existen al respecto".

Fuente: Edición UNCUYO

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