Sí al Brexit

Los británicos votaron por abandonar la Unión Europea. El primer ministro Cameron renunció. "No soy el capitán adecuado", expresó.

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Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: Radio Francia Internacional

Publicado el 24 DE JUNIO DE 2016

Con la casi totalidad de las 382 circunscripciones escrutadas, el no a la Unión Europea (UE) gana por el 52 %, y el sí se queda en el 48 %, según publica el portal de Radio Francia Internacional. "El día de la independencia", se congratuló el líder antieuropeísta británico Nigel Farage, uno de los grandes protagonistas de la histórica jornada.

Nunca en la historia de la UE un país había votado para abandonar ese proyecto que nació en los años 1950 de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. Antes de la apertura de las bolsas europeas, la de Tokio se hundía un 8 % y la libra cayó hasta su nivel más bajo desde 1985.

Tras conocerse los resultados, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, anunció que renunciará en octubre. "No creo que sea el capitán adecuado para dirigir nuestro país hacia su siguiente destino", comunicó ante la prensa fuera de su oficina en Downing Street.

Cameron señaló que el pueblo se manifestó y que esa voluntad debe ser respetada. Pero también advirtió que las negociaciones de salida de la UE deberán empezar con otro primer ministro, que deberá ser elegido en octubre, cuando se celebrará el congreso de la formación.
 

Del Brexit al Reino "Desunido"

Escocia, donde ganó la permanencia, ve su futuro como "parte de la UE", según ya dejó trascender Nicola Sturgeon, la jefa del gobierno regional escocés. Por su parte, el partido republicano Sinn Fein reclamó un referéndum en Irlanda del Norte para unirse a Irlanda. "Tenemos esta situación en que el norte está siendo arrastrado fuera (de la UE) por el resultado de Inglaterra... En el Sinn Fein presionaremos por nuestra demanda de hace tiempo, un referéndum", dijo el presidente del Sinn Fein, Declan Kearney.

Al gobierno británico se le abren así tres frentes: uno con sus socios europeos, con los que tendrá que negociar los términos de la salida del bloque, y otros dos internos con Escocia e Irlanda del Norte. La situación en el Úlster es especialmente delicada, porque la restauración de una frontera con el vecino europeo, Irlanda, podría hacer saltar por los aires el proceso de paz. Londres comenzará ahora complicadas negociaciones con la UE, que podrían extenderse dos años, y en las que se decidirían las condiciones de acceso al mercado único.
 

El norte por el Remain, el sur por el Out

Escocia, las grandes ciudades, los pequeños territorios como Gibraltar o las islas convertidas hace décadas en paraísos fiscales dieron un rotundo apoyo a la permanencia, incluso con dígitos más elevados de lo que se esperaba. Pero lo mismo sucedió con regiones enteras del centro y el sur de Inglaterra, que arrojaron resultados aplastantemente antieuropeístas, y sobre todo, superiores en movilización.

Gales, una región que los expertos aventuraban que podía votar a favor de la permanencia, acabó por alinearse mayoritariamente por el Brexit. Londres votó por Europa, y lo mismo sucedió con la escocesa Glasgow, con Aberdeen o Liverpool. Pero el puerto de Dover, ciudades de raigambre obrera como Blackpool, localidades históricas como Hastings, de donde los británicos expulsaron hace casi 1000 años al último invasor continental, votaron en contra.

Frente a los territorios que se han beneficiado de décadas de apertura al mundo, localidades del interior del país y puertos pesqueros daban un rotundo 'no' al statu quo y apostaban por romper los vínculos de más de 40 años con la UE.