Los comentarios de renuncias masivas para luego del balotaje comenzaron a correr esta semana. Pero hoy se transparenta la idea de que los directores de los hospitales pegarían el portazo ante los 250 millones de pesos de deuda flotante.

A esto hay que sumarle la advertencia –una más– de otro intendente peronista re-reelecto. Es Roberto Righi, de Lavalle, quien avisó que si no recibe la coparticipación municipal, el mes próximo no tendrá los fondos suficientes para pagar los salarios de octubre. También se hace notar, por Facebook, el intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado, con su anuncio de que seguirá dando de baja a los contratos que paga la comuna a personas que cumplían tareas en dependencias provinciales que funcionan en ese territorio.

Se suma a este escenario el descubrimiento del diario Vox que remarca el aumento de pedidos de créditos personales de los empleados públicos para hacer frente a los gastos corrientes familiares mientras esperan cobrar sus sueldos atrasados. A propósito, trasciende que será en el transcurso de la semana próxima y como última fecha posible de cumplir con las obligaciones aplazadas el viernes 13 con la transferencia de los fondos coparticipables a las comunas.

Por lo pronto, desde el Gobierno sólo se sabe que las unidades administrativas preparan los informes de área para conformar un libro de fin de gestión de Paco Pérez. En medio de un silencio impuesto por el mal humor general, admiten que es Celina Sánchez quien ha hecho este pedido a las reparticiones, el cual terminará en un pronunciamiento del gobernador después del balotaje del 22 de noviembre.