El 10 de octubre de 1997, cerca de la localidad uruguaya de Fray Bentos, un avión DC-9-32 de la aerolínea Austral se estrelló. Entre pasajeros y tripulantes, murieron 74 personas: nadie sobrevivió. El 25 de marzo, veintiún años después y en los tribunales de Comodoro Py, empezó el juicio oral y público que busca determinar la responsabilidad de 35 procesados. Los directivos y funcionarios de esa empresa están imputados por estrago doloso. La próxima jornada será mañana martes y sobre eso habló el hijo de Alejandro, una de las víctimas, Ignacio Politzer, también querellante de la causa.

Se espera un coloquio de 10 peritos que darán a conocer los resultados de la investigación sobre el vuelo que partió de Posadas (Misiones) rumbo al Aeroparque Jorge Newbery (Buenos Aires) y cayó en Fray Bentos por un conjunto de variables que van desde la falla del instrumental a la falta de entrenamiento de los pilotos.

"Está claro que fue un accidente provocado por una falla humana, un accidente atravesado por la corrupción", explicó Ignacio al detallar cómo se dejaron a la deriva varias medidas de seguridad del avión en el cual volaba su padre junto con otros pasajeros.

La tercera jornada del juicio que se llevó adelante el 24 de abril duró solo 5 minutos. Todos se negaron a declarar por consejo de sus abogados.

“Como familiares, hemos puesto toda nuestra fuerza durante muchos años para que la causa no muera”, sostuvo en diálogo con Radio U Ignacio Politzer, que también es querellante de la causa. 

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