Un caso sobre pedofilia y abuso sexual eclesiástico volvió a ser noticia en las últimas horas. Esta vez con final, al menos, tranquilizador para la víctima de abuso.

Es que el Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad de Río Grande condenó al sacerdote Cristián Vázquez a 11 años de prisión por considerarlo penalmente responsable de los delitos de abuso sexual agravado y abuso sexual con acceso carnal agravado. La audiencia final se realizó este miércoles, en Tierra del Fuego. Se ordenó la inmediata detención de Vázquez. En primer lugar se rechazó el planteo de nulidad presentado por el defensor. La querella había solicitado 16 años de prisión y la fiscalía, 11 años.

El sacerdote fue acusado del abuso sexual de una adolescente de 13 años y su proceso judicial representó el primer juicio de la provincia de Tierra del Fuego a un cura por este tipo de delito.

La sentencia estaba prevista originalmente para el martes, pero pasó para el miércoles, debido a que algunos de los miembros del tribunal no pudieron regresar a la provincia por la cancelación de los vuelos en que iban a trasladarlos.

Los jueces Ernesto Borrone, Juan José Varela y Eduardo López resolvieron que antes del veredicto se escucharán las últimas palabras del religioso, quien hasta el momento se proclamó inocente y negó los tres hechos que le atribuyen haber cometido en 2013.

En cambio la fiscal Laura Urquiza consideró que Vázquez es culpable de los abusos cometidos contra la adolescente que ahora tiene 18 años, y solicitó una condena de 11 años de prisión.

Según la titular del Ministerio Público, el sacerdote “tocó a la menor en sus partes íntimas, aprovechándose de la inmadurez sexual de la víctima y sin su consentimiento”, en dos ocasiones, mientras que en una oportunidad “concretó el abuso con acceso carnal”, haciendo uso de “amenazas y violencia física