El sujeto, emergente de su entorno

El sujeto, emergente de su entorno

Sociedad

Unidiversidad

Verónica Gordillo y Griselda Fornés

Publicado el 05 DE JULIO DE 2015

El Centro Preventivo Asistencial de Godoy Cruz recibe pacientes de forma ambulatoria. Mariela Rodríguez Rech, licenciada en psicología, lleva 18 años trabajando en esa institución. “Primero se pasa por un proceso de admisión y diagnóstico, que en el caso de adolescentes debe hacerlo la familia, mientras que los mayores pueden tramitarlo de manera directa".

Luego de ser diagnosticado y admitido, el paciente recibe un tratamiento interdisciplinario que va desde lo psiquiátrico, y lo psicológico hasta el trabajo social, con una fuerte tarea con la familia. “El paciente no es solamente el sujeto que viene, sino todo su entorno”, afirmó la psicóloga y agregó: “El sujeto es emergente, toda la familia está implicada”.

Cuando comenzaron a atender, la edad de admisión era a los 18 años pero, pasado un tiempo, bajó debido a que se presentaban casos en chicos cada vez menores. Por eso, se atiende a menores a partir de los 14.

El alcohol, la marihuana y, en menor medida, la cocaína, continúan siendo las sustancias más problemáticas para los jóvenes. Sin embargo, en los últimos diez años, han aparecido casos de pacientes con trastornos de alimentación como bulimia y anorexia, y con los objetos como la tecnología.

Un punto conflictivo en el proceso de rehabilitación de los pacientes es el ingreso a la institución. La adherencia al tratamiento, por el tipo de patología, hace que el paciente vaya obligado por la familia y suele ser difícil que se instale en la institución.

 

Cuestión de hiperadaptación

A la par de los tratamientos ofrecidos por los centros públicos funciona una red privada. Diana Calderón, magister en Drogodependencia, psicóloga social y vicepresidenta de Cable a Tierra, sostiene que las adicciones son un emergente de una situación social, un malestar cultural y la sustancia pasa a ser casi algo anecdótico en la problemática.

En general, las demandas de tratamiento que se reciben están relacionadas con el alcohol, la cocaína y la marihuana. Antes, el consumo giraba en torno a una sola sustancia. Hoy, el policonsumo es la tendencia. Además, Calderón revela que cambió el perfil de las personas, porque en los 80 el adicto era un contestatario y un crítico del sistema. Ahora, el consumo de drogas tiene más que ver con una necesidad de hiperadaptación. Encontramos personas que consumen cocaína para trabajar más horas. El fenómeno no es privativo de ciertas profesiones: hay desde choferes hasta empresarios.

“La intención es hacer algo sostenido en el tiempo que permita a las personas apropiarse, tener primero una lectura sobre lo que les pasa y de ahí trabajar con el diagnostico participativo, con las necesidades y prioridades que la comunidad identifica”, señala la especialista. A partir de ahí, se busca acompañar a cada comunidad para que empiece a pensar y generar sus propias respuestas.

En primera persona

Testimonio 1: Mi consumo comenzó a los 25 años cuando estudiaba abogacía, y ahí empezamos con los chicos de la facultad. No fue por un problema, simplemente como forma de diversión. Al principio era periódicamente, pero a medida que fue pasando el tiempo fue cada vez más frecuente, hasta llegar a la adicción descontrolada. Decidí que ya era tiempo de cortar con este tema porque estaba financieramente destruido, fui perdiendo muchas cosas como valores, sentimientos y emociones. Me decidí porque estaba teniendo problemas con el trabajo, llegaba tarde, después de los 40 el cuerpo te hace un cambio. Lo que más me ha costado es levantarme y venir. No tengo las mismas pilas que antes pero cuando vengo acá es otro mundo, me siento bien, contenido.

Testimonio 2: En mi caso, mi problema fue con el alcohol y la cocaína. Llegué a consumir todos los días. Me trajo problemas porque yo antes vivía solo, me empecé a venir en picada, no tenía  control, consumía todos los días, me empezó a ir mal en el trabajo y no pude seguir pagando el alquiler. Mis padres me internaron con sobredosis y de ahí me derivaron al Carlos Pereyra, me dieron el alta con la condición de que empezara un tratamiento y de ahí me vine para acá, esto hace dos meses. Actualmente me siento mucho mejor, le estamos poniendo pilas, la comunidad de día me ha servido mucho para venir y plantear mis problemas escuchar a los compañeros también, tener una mirada de afuera que te va guiando.

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