Las desplazadas colombianas y las rubias mendocinas

De dónde vienen y hacia dónde van las migrantes sexuales que pasan por Mendoza. Aquí son sojuzgadas por el comercio de personas, tan oscuro y rentable como impune. Toda investigación tiene un límite y es el gran negocio que no deja de satisfacer la demanda.

Las desplazadas colombianas y las rubias mendocinas

Pyme vip, el prostíbulo que funcionaba en 25 de Mayo al 1100. De allí se rescataron, en mayo de 2013, 13 mujeres explotadas sexualmente (Foto: Axel Lloret)

Sociedad

#15 - Esclavos

Edición U

Milagros Martín Varela

Publicado el 23 DE OCTUBRE DE 2016

No es certero si esta ruta tiene origen y destino fijos, pero existe e involucra a varios países sudamericanos. Pablo Icardi, periodista mendocino premiado por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), afirmó que las redes de trata son inabarcables, ya que justamente no son caminos con largada y llegada, sino núcleos donde el cuerpo de las mujeres más vulnerables se vuelve mercancía.

Insistimos, no hay punto de partida. Pero un blanco fácil para las redes de trata son las mujeres que emigran de Buenaventura, una de las zonas más castigadas de Colombia por el desempleo y el conflicto armado que azota a ese país. Se ven obligadas a abandonar sus hogares y buscar una mejor calidad de vida, que –creen– encontrarán en Chile. Ellas son las protagonistas de la investigación de Icardi.

 

Malaventura

Para llegar hasta el país trasandino tienen tres opciones. La primera es a través del paso Colchane, entre Bolivia y Chile, que se ha convertido en un gran campo de refugiados porque los colombianos que intentan atravesarlo son amenazados, incluso, por agentes de Migraciones. La segunda posibilidad es comprar un pasaje de Perú a Mendoza, que pasa por Chile, pero los choferes les retienen los pasaportes a los pasajeros oriundos de Colombia para que no puedan bajarse en ninguna parada chilena. Por último, pueden viajar por el paso Desaguadero –entre Perú y Bolivia– para luego ingresar a Argentina a través del Norte y, finalmente, llegar a Mendoza.

 

Es aquí, en la provincia, donde confluyen todos los caminos. También es destino de las colombianas deportadas desde Chile por no tener sus trámites migratorios al día. El lugar donde caen en manos de proxenetas es la Terminal de Ómnibus. Allí generalmente son seducidas con la promesa de techo y comida, y quizás algún sueldo mensual. El rumbo puede ser Mendoza u otras provincias como San Juan, Catamarca o La Rioja. La otra alternativa es la llamada “ruta petrolera” en la Patagonia.

Es decir, Mendoza cumple el rol de centro de salida y también de consumo. Es el punto donde convergen y se conectan todos los orígenes y destinos.

 

Usina de blondas

Mendoza también es origen, en sí mismo, del comercio sexual: algunas grandes empresas chilenas difunden anuncios, alegremente reproducidos incluso por medios locales, para conseguir promotoras mendocinas y cordobesas durante las temporadas de verano. La principal condición es que sean mayores de edad y no tengan más de 35 años, aproximadamente. El resto también es promesa: pasaje, alojamiento y comida cubiertos. Sin embargo, la realidad es que muchas veces terminan haciendo un trabajo muy distinto al de promotoras. Las turistas son también, con mucha frecuencia, seducidas en los boliches chilenos.

 

Shopping sexual

El caso del prostíbulo Pyme Vip, ubicado en pleno centro mendocino, sirve para comprobar que la provincia es una gran consumidora de prostitución y goza de demanda en magnitud. Los líderes de este tipo de negocios muchas veces quedan impunes por las facilidades que ofrece Mendoza en cuanto a lo legal para lavar el dinero: en el país, los escribanos deben declarar en la Unidad de Información Financiera (UIF) de dónde proviene el dinero con el que se compró cada inmueble, pero Mendoza tiene un amparo para que los letrados de la provincia no tengan esta obligación. Por eso el negocio inmobiliario se convierte en el mejor blanco del lavado de dinero y este techo de las investigaciones es el que muchas veces permite sobrevivir a las redes de trata.

Algunos números de la migración forzada

16 795 colombianos solicitaron radicarse en Argentina en 2013.

200 mil pesos chilenos le pagan a cada proxeneta que entrega a una mujer.

40 % es el porcentaje de cada pago con el que se queda cada mujer; el 10 % es para el proxeneta que la entregó.

1000 dólares al mes es el sueldo que les prometen a las promotoras que viajan a Chile.

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