Qué hacer cuando dudamos de la carrera que estudiamos

La elección es mucho más compleja de lo que puede visualizarse. Las bondades de la orientación vocacional y la necesidad de desdramatizar el cambio.

Qué hacer cuando dudamos de la carrera que estudiamos

Foto ilustrativa.

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Mariano Rivas

Publicado el 04 DE DICIEMBRE DE 2019

Estudiante frustrado: hay esperanzas. Plantearse un cambio de carrera y sentir culpa por pensar en ello son cosas que, salvo excepciones, les han sucedido a todos los que estuvieron en una carrera universitaria. Para la mayoría de quienes pueden acceder a la educación superior, sea pública o privada, el sistema impone la elección de una profesión a los 17 años. Las probabilidades de equivocarse son altas, pero pueden tomarse acciones para prevenir y eventualmente sanar la crisis vocacional.

Los profesionales de la psicopedagogía y los psicólogos educacionales suelen recibir casos de estudiantes a los que les cuesta estudiar y/o rendir exámenes. “La mayor consulta se relaciona con que no se sienten bien con la carrera que eligieron”, señaló Adriana Hunau, que fue coordinadora hasta el año pasado del Departamento de Apoyo al Estudiante y Orientación Vocacional de la UNCUYO, encargada de brindar asistencia al estudiantado en estos casos.

A veces, profesional y estudiante descubren que lo que empieza como una dificultad para estudiar esconde un problema mayor. “Muchas veces, estas dificultades tienen que ver con no estar convencido de la elección vocacional”, acotó Mauricio Fracapani, especialista en Psicología Educacional.

Para la UNCuyo, hay "factores de entorno" que dificultan el rendimiento académico

Sociedad Unidiversidad por Unidiversidad / Fuente: Los Andes / Publicado el 20 DE MARZO 2019 La extensión de la oferta de la Universidad Nacional de Cuyo a departamentos de la provincia a los que antes no llegaba y las dificultades que los estudiantes traen de esos entornos son causas de que muchos de ellos no tengan un gran rendimiento académico.

 

Saber escucharse

Lo primero que aconsejó Fracapani fue no ignorar el malestar: “A la frustración hay que tenerla como un síntoma y trabajarla con un psicólogo o psicopedagogo. Algo me está queriendo decir. No es necesariamente que tenga que dejar la carrera”.

Por otro lado, si se concluye que la elección vocacional fue equivocada, la culpa no es la solución. “El estudiante llega con esta vivencia de ‘Me fue mal, fracasé, no me gustó’, y hay cierto temor a perder el tiempo al cambiar la carrera —apuntó Hunau—. Lo que una trata de rescatar es que es una suerte que haya podido ver que no es donde quiere estar y que está buscando donde sí quiere estar”.

“Uno se equivoca y tiene que aceptar su propia naturaleza humana. Lo mejor que puede hacer es irse de la carrera si no le gusta”, sintetizó Fracapani, que asesoró durante años a estudiantes con problemas en su carrera. El psicólogo agregó que la orientación vocacional “es la mejor herramienta que se ha inventado”.

Para el profesional, hay tres elementos que deberían ser tomados en cuenta por quien elige lo que va a estudiar. Estos son el interés particular, las habilidades que se poseen y las profesiones que la sociedad requiere. Ese triángulo es el que la orientación vocacional ayuda a descubrir.

Antes de tomar una decisión, la persona debería conocerse a sí misma. Esto, en el plano vocacional, no es otra cosa que “saber en qué área se desenvuelve mejor o con qué tiene más afinidad”, explicó Hunau. Todos y todas tenemos facilidades para un área de conocimiento por encima de otras. A veces no nos detenemos a pensar en ello a la hora de elegir y otras veces necesitamos que nos ayuden a descubrirlo.

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El momento de elegir una carrera universitaria genera mucha ansiedad para los jóvenes y también para los adultos que deben acompañar el proceso. Por ello dentro de las innovaciones del 2019, la Universidad sumó un taller para padres y orientadores vocacionales para reflexionar sobre cómo transitar ese momento.

 

La tolerancia a la frustración

Hunau sostuvo que hay un sinnúmero de motivos que hacen que alguien elija una carrera y después se la replantee. Mencionó algunas: “Elecciones urgentes y apresuradas, no informarse, no pensar bien qué quiere hacer y cómo lo quiere hacer, los mandatos familiares, la poca información de sí mismo”.

¿Hay una sociedad consumista que nos impulsa a decidir rápido y a no tener paciencia para esperar resultados? “Hay marcas de época en los jóvenes y en los adultos. Nosotros vivimos en un contexto. El consumismo es uno de los rasgos de este momento sociohistórico, así que también incide en los modos de elegir. A veces elegimos una carrera como si fuera una remera”, sostuvo Hunau.

Otro factor que hace replantearse la carrera elegida, incluso a veces la misma iniciativa de estudiar, es no estar acostumbrado al fracaso. “Muchos estudiantes con los que trabajé desaprobaban una o dos veces y ya se frustraban. Hay que incrementar los niveles de tolerancia a la frustración, porque eso después se repite en la vida fuera de la universidad”, manifestó Fracapani. Más allá de eso, “está bueno volver a darse la posibilidad y no quedarse atrapado en una elección de una vez y para siempre, porque la elección se puede redefinir y rebuscar de forma permanente”, concluyó Hunau.

Orientación vocacional: ¿qué es lo mío?

"Elegir habla de la necesidad de establecer prioridades", señaló Adriana Hunau en su Columna "Es para vos", de ayuda al estudiante.

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