San Juan, entre los cinco mejores lugares para observar las estrellas

Según un "top five" del sitio turístico Booking.com para recomendar el astroturismo, la localidad de Barreal, donde se encuentra el Complejo Astronómico El Leoncito, lidera los elogios por sus condiciones climáticas naturales y casi nula urbanización. El Pierre Auger, en Malargüe, está lejos de esta lista pero es, para muchos, un atractivo imperdible.

San Juan, entre los cinco mejores lugares para observar las estrellas

Foto: una foto sacada por los viajeros del casco de El Leoncito, en San Juan.

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Fuentes: Clarín/Prensa de Mendoza/Wikipedia

Publicado el 07 DE FEBRERO DE 2019

El astroturismo es una tendencia en crecimiento que permite a los visitantes despejarse en un lugar alejado de las ciudades para poder contemplar el cielo y sus fenómenos. Pensando en estos viajeros, el sitio Booking.com eligió cinco destinos del mundo ideales para avistar el cielo, sobre la base de la variedad de comentarios de viajeros. El diario Clarín resumió el "top five" en su nota.

1) Barreal, Argentina

Los usuarios del sitio de alojamientos recomendaron Barreal por sus hermosos paisajes y por la oportunidad que ofrece de explorar la naturaleza autóctona. Barreal está a 1500 metros sobre el nivel del mar y a 180 km de la ciudad de San Juan, en el departamento de Calingasta. Un pueblo con pocas luces, muy poco viento y sin nubes casi 300 noches al año, por lo que sus condiciones son óptimas para avistar estrellas. La zona está regulada por normas estrictas que limitan su desarrollo urbanístico para asegurar que estas condiciones ideales se mantengan.

Allí se encuentra el Complejo Astronómico El Leoncito (Casleo), que data de principios de los años 80 y dio origen al Parque Nacional El Leoncito. Una encuesta reciente revela que al 40 % de los argentinos le gustaría hospedarse en un alojamiento alternativo en 2019; por eso, nada mejor que dormir en El Leoncito, que ofrece la oportunidad de reservar uno de sus tours nocturnos mensuales, del que pueden participar pocas personas. Durante el día, los visitantes pueden disfrutar de la belleza de la Cordillera de los Andes y pasear por el parque nacional a caballo.

 

El casco del Observatorio El Leoncito, en Barreal, es uno de los mayores atractivos del astroturismo a nivel mundial. 

 

2) Cabo Polonio, Uruguay

Este pequeño pueblo, ubicado en la costa este de Uruguay, no tiene carreteras de acceso y solo se puede llegar a ella a pie o en grandes camiones que hacen las veces de transporte público. En el lugar no hay energía eléctrica, por lo que, lógicamente, no hay luces en las calles, y tampoco hay otros pueblos o ciudades cerca. Esa oscuridad genera las condiciones perfectas para observar los cielos. La única energía eléctrica que hay proviene de generadores personales, y a la noche, la mayoría de los lugares se iluminan con velas. La única edificación conectada a la red eléctrica de la zona es el faro. Además de ser un lugar ideal para observar estrellas, la comunidad viajera de Booking.com recomendó el destino para ver lobos marinos y disfrutar de sus bellas y tranquilas playas.

3) Vicuña, Chile

Debido a su distancia de 500 km con Santiago de Chile y su proximidad con los Andes, que bloquean las nubes, el pequeño pueblo de Vicuña está cobijado por uno de los cielos más despejados para observar las estrellas y resulta un paraíso para los astrónomos. Para acceder, hay que conducir por la Ruta de Las Estrellas, nombre que le hace honor a su destino. El observatorio Mamalluca, al noroeste de Vicuña, es uno de los tantos observatorios que invitan a aprender sobre las estrellas gracias a sus tours guiados regulares y visitas nocturnas para aprovechar al máximo el oscuro cielo despejado. Vicuña también es famoso por su gastronomía y bebidas como el pisco, que se produce en la zona. La comunidad viajera también recomienda Vicuña por su tranquilidad y sus paisajes.

4) Coonabarabran, Australia

A 500 km de Sidney y en el banco de Río Castlereagh se encuentra Coonabarabran. Allí, la ausencia total de luz artificial, combinada con la altura a la que está ubicada y la baja humedad, convierte a la ciudad en la principal de Australia para ver las estrellas. Las mejores vistas del estrellado cielo nocturno pueden apreciarse desde el observatorio Sliding Spring, ubicado junto al Parque Nacional Warrumbungle. Sliding Spring alberga el telescopio óptico más grande de Australia, lo que permite apreciar la Vía Láctea en cualquier noche del año. El pueblo es muy conocido por la StarFest, el festival de avistamiento de estrellas que se lleva a cabo en Coonabarabran cada octubre.

5) Borrego Springs, Estados Unidos

Borrego Springs está ubicado al norte de San Diego, en el Anza-Borrego Desert State Park, el más grande de California, Estados Unidos. Uno de los destinos más elegidos por quienes se dedican a avistar estrellas, tanto profesionales como aficionados, debido al compromiso de sus habitantes por seguir siendo una dark sky community, sin luces urbanas. Los avistamiento de estrellas desde los patios de las casas son una actividad habitual, como también el arte local. En las carreteras de las zonas cercanas se pueden ver esculturas gigantescas, y también tomar una clase de arte en el Borrego Art Institute. 

 

El planetario malargüino, recomendado a nivel mundial

El Complejo Planetario Malargüe es un referente en comunicación científica a nivel nacional, según difundió el sitio web de Prensa de Mendoza, durante el 2018. En ese planetario, los aficionados al espacio y sus misterios podrán disfrutar de varias actividades, entre las que se destacan una sala de proyección con capacidad para 65 personas cómodamente sentadas en butacas inclinadas en la que se proyectan espectaculares visualizaciones que cubren todo el campo visual, dando la sensación de inmersión. Además, el sistema de interacción en tiempo real permite recrear el cielo a voluntad. Las vistas en tres dimensiones hacen que el espectador quede sumergido en el recorrido, moviéndose entre las galaxias, donde los audiovisuales crean una sensación de alta velocidad.

 

El público podrá visualizar el cielo de Malargüe tal y como se ve en ese momento, y luego, modificando el tiempo, recorrerá constelaciones, ubicando objetos y planetas  en tiempo real.

 

Rayos cósmicos a la mendocina

Como parte del combo astronómico, en esa localidad al sur de Mendoza, se encuentra el Observatorio Pierre Auger, de Malargüe, es una iniciativa conjunta de 18 países en la que colaboran unos 500 científicos de 100 instituciones​ con la finalidad de detectar partículas subatómicas que provienen del espacio exterior, denominadas rayos cósmicos. Algunos de estos rayos tienen energías anormalmente superiores a los que usualmente bombardean la Tierra y producen un efecto llamado lluvia cósmica o cascada atmosférica extensa. El experimento Pierre Auger fue el primero en el mundo diseñado para estudiar rayos cósmicos de altas energías. No solo se ignora de qué tipo de partículas se trata, sino que los científicos desconocen su lugar de origen y el mecanismo capaz de impartirles semejantes velocidades. Se trata de misterios que desafían todas las previsiones.

Los rayos cósmicos son muy abundantes, pero cuanto mayor es su energía, menor es su abundancia. Los enigmáticos rayos cósmicos, de mayor energía, que estudia el Observatorio Pierre Auger tienen una fracción muy pequeña del total: solo unos tres o cuatro por siglo impactan en cada kilómetro cuadrado de la atmósfera terrestre, lo que muy difícil su detección.

Por el momento, el Observatorio ha logrado la medida más precisa de las interacciones protón-protón: 57 teraelectrovoltios (TeV).​ En 2013, la Fundación Konex le otorgó la Mención Especial del Premio Konex como una de las instituciones más relevantes de la Ciencia y Tecnología de la última década en Argentina.

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