Memoria reciente: 19 y 20 de diciembre de 2001

A 12 años de las jornadas más trágicas de nuestro país desde el retorno de la democracia, Edición UNCUYO propone un recorrido por las tristes postales que resultaron de aquel diciembre de 2001, signado por el estallido social frente a la crisis económica y política que deparó el modelo neoliberal sembrado por la dictadura y abonado durante los 90.

Memoria reciente: 19 y 20 de diciembre de 2001

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Sociedad

Unidiversidad

Edición UNCUYO

Publicado el 17 DE DICIEMBRE DE 2013




Ante la grave conmoción social y los saqueos a comercios provocados por el corralito bancario, la creciente desocupación, la parálisis de la actividad económica, y en un acto carente de toda responsabilidad y consistencia política, el presidente Fernando de la Rúa declara el estado de sitio en todo el país, incrementando hasta la exasperación la indignación de la sociedad.



Hambre, desesperación, ira. La movilización popular para “que se vayan todos”, lejos de ser apaciguada por el estado de sitio promovido por De la Rúa, se potencia a lo largo de las dos jornadas. Las fuerzas de seguridad son coordinadas para reprimir y dejan un doloroso saldo de 39 muertos: entre ellos, varios referentes sociales y comunitarios. Según la nómina de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), nueve de los fallecidos a cargo de la policía eran menores de edad.



En la tarde del 20 de diciembre, Fernando De la Rúa renuncia a su mandato. Su huida de la Casa Rosada en un helicóptero sobrevolando a los miles de ciudadanos apostados en la Plaza de Mayo para expresar su indignación, se convirtió en un símbolo de la debacle argentina provocada por la continuidad de gobiernos neoliberales basados en políticas de ajuste, entrega del patrimonio nacional, y de destrucción de derechos y conquistas laborales.



Las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 marcaron un punto de inflexión en la historia argentina con la decisión del pueblo de ponerle un freno al programa neoliberal y a su instrumentación práctica. La institucionalidad y el rumbo político transformador de Argentina tardarán dos años en comenzar su proceso de recuperación.