Los efectos desconocidos de la contaminación lumínica: ¿qué nos perdemos de ver?

Ciencia y tecnología

“Toda fuente de luz es un espectro visible que contiene distintos colores, entre ellos, la luz azul. Ahora bien, en lo que respecta a este tipo de luz, nuestra retina se encuentra preparada para evitar las exposiciones de las pantallas LED, aunque del mismo modo, debemos reconocer que una parte del espectro electromagnético de la luz que llega a la retina no es visible (también llega una parte de rayos ultravioletas y una parte del espectro infrarrojo que pueden causar algo de daño al ojo)”, destacó Rodríguez.

Dos vertientes y pocos estudios al respecto

En relación con la luz azul, hay dos vertientes que se disputan las investigaciones al respecto. Por un lado, se encuentra lo alineado con “blue light hazard” o “riesgo de la luz azul”; por otro lado, se encuentra lo ligado a los estudios vinculados con la parte circadiana, es decir, todo el camino no visual de la luz y que regula nuestro ciclo de sueño y vigilia.

“Si nos enfocamos directamente con la primera –la que se enfoca en los riesgos de la luz azul y busca vender anteojos con estos filtros–, vemos que, si bien es un tema que se está estudiando, realmente no hay riesgos de exposición a los efectos prácticos que tenemos día a día; por ende, no repercute en nuestra visión”, afirmó Rodríguez, que se recibió como diseñador industrial en la UNCUYO y se especializó en Medio Ambiente Visual e Iluminación Eficiente.

“Los niveles de luz azul y la duración a la que estamos expuestos son insignificantes. Todos los dispositivos de LED que emiten esta luz azul (pantallas de televisores, notebooks, celulares, tablets, etc.) no tienen las características suficientes de emisión de luz azul como para preocupar o tomar alguna medida al respecto”, continuó.

“La otra vertiente –que se vincula con lo circadiano– refiere que a la exposición de luz azul durante horarios nocturnos suprime la melatonina (la hormona que nos induce a dormir). En este sentido, podemos afirmar que los lentes con filtro de luz azul sí tienen un sentido, siempre y cuando la persona vaya a utilizar un dispositivo electrónico antes de dormir, ya que, de esta manera, se evitaría suprimir la hormona de la melatonina”, señaló el investigador. En conclusión, siguiendo al especialista, no sería necesario tomar demasiadas precauciones para proteger la vista de la luz azul emitida por las pantallas electrónicas, por lo que no resulta imprescindible invertir en anteojos que tengan estos filtros con el fin de evitar daños, sino que se puede realizar para tener un mejor sueño.

Origen de las molestias frente a una pantalla

Con toda la problemática de la pandemia, las personas tuvieron una mayor exposición a las pantallas a la hora de trabajar, estudiar o relacionarse. Esto produjo innumerables hipótesis y hasta hubo estudios sobre el síndrome visual informático. A raíz de esta situación, se habló de dificultades visuales tales como fatiga ocular, irritabilidad en los ojos, dolores de cabeza, etc.

En este marco, respecto a los lentes con filtro de luz azul, hay en la actualidad muy pocos estudios que se refieran a sus posibles beneficios. “Durante estos últimos años, se han producido algunos estudios que demuestran que no ha habido mejoras en los grupos de personas que tenían lentes con filtro azul respecto de las que sí lo tenían. Esto se debe a que la mayoría de los problemas visuales que tenemos a la hora de estar frente a una pantalla se producen por la distancia de acomodación sostenida en el tiempo entre el ojo y la pantalla y, por otro lado, la falta de lubricación o de parpadeo”, indicó Rodríguez.

En definitiva, aunque es pronto para sacar conclusiones, hasta el momento se podría asegurar que la luz azul no tiene efectos adversos a largo plazo sobre nuestra salud, dado que, por el momento, no hay suficientes argumentos científicos para creer que sí puede ser nociva. En consecuencia, el beneficio del uso de lentes con filtros de luz azul no está garantizado.

El sol como gran exponente de luz azul

El ser humano, durante miles de años, ha evolucionado como especie con el sol como único iluminante. La artificialidad lumínica que tenemos actualmente tiene alrededor de 150 años. Por ende, tenemos mecanismos de protección frente a lo que es una luz de gran intensidad -obviamente con contenido de luz azul- como es la luz solar.

“Tenemos mecanismo y reflejos de protección –denominado 'reflejo de aversión a la luz'– para evitar que la luz solar nos dañe. Por ende, en condiciones normales, estamos protegidos a la luz azul que emite el sol, aunque hay que destacar que no es recomendable exponerse a la luz solar en los horarios de muy alta luminosidad”, finalizó el investigador.

Cuáles son los precios de invertir en filtros contra la luz azul

Desde Universidad, realizamos una recorrida por distintas cadenas de ópticas y contactologías para averiguar los precios y las recomendaciones iniciales para comprar un par de lentes con filtro de luz azul.

Beneficios informados por utilizar cristales con filtro de luz azul:

• Neutraliza las emisiones de la luz azul generada por pantallas led;
• Disminuye la fatiga visual;
• Evita el enrojecimiento y resequedad de los ojos;
• Regula el sueño;
• Brinda protección contra la luz azul para evitar el insomnio;
• Precio: entre $ 4500 y $ 5800.