Arquitectura bioclimática: estrategias para lograr viviendas eficientes y ahorrar más del 20% de energía

Implementar pequeños cambios en una vivienda –ya construida o a punto de construir– puede tener un gran impacto en la reducción del consumo energético. Especialistas aseguran que estos cambios no son tan costosos como se cree.

Arquitectura bioclimática: estrategias para lograr viviendas eficientes y ahorrar más del 20% de energía

Desde la arquitectura bioclimática, se habla de una orientación de la vivienda hacia la línea del Ecuador. Foto: Freepik.com

Sociedad

Unidiversidad

Emilio Murgo

Publicado el 23 DE NOVIEMBRE DE 2023

La arquitectura bioclimática emerge como una solución sostenible para abordar los desafíos medioambientales y energéticos del siglo XXI. Enfocándose en la eficiencia energética y el respeto por el entorno, esta disciplina aprovecha los recursos naturales para optimizar el confort en las viviendas. De hecho, se puede reducir varios grados la temperatura de una vivienda ya construida con la implementación de pequeños cambios en ella. Lo mejor de ello es que no se necesita tanto dinero para realizar estas modificaciones y el ahorro en el consumo es significativo.

Para Victoria Mercado, investigadora del Conicet y docente de la cátedra de Arquitectura Bioclimática de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, una de las principales ventajas de la arquitectura bioclimática es la reducción significativa del consumo de energía, gracias a la implementación de estrategias inteligentes de diseño que aprovechan la luz solar, la ventilación natural y la orientación adecuada de los edificios.

¿Por qué es importante la arquitectura bioclimática en una vivienda?

“La arquitectura bioclimática es aquella arquitectura que usa todos los recursos del clima. Específicamente se basa en implementar pequeños cambios en una vivienda que pueden tener un gran impacto en la reducción del consumo energético”, destacó Mercado a Unidiversidad.

“Lo que hace particularmente la arquitectura bioclimática es, justamente, analizar todas estas variables, como la temperatura, el aire, la velocidad de movimiento, la frecuencia, la orientación, la radiación solar o las precipitaciones. Lo fundamental es adaptar el diseño de la arquitectura a esas variables y que jueguen a favor de la climatización”, continuó.

Arquitectas Victoria Mercado (izquierda) y Noelia Alchapar (derecha). Foto: Unidiversidad

Los materiales fríos: la nueva tendencia en la arquitectura bioclimática

Para Noelia Alchapar, investigadora del Conicet y docente de la UNCUYO, los materiales fríos durante el día destacan por su capacidad para reflejar de manera eficiente la radiación solar recibida, mientras que, durante la noche, estas superficies exhiben una notable habilidad para liberar el calor absorbido.

“Aquí lo fundamental es trabajar en las propiedades ópticas de las superficies de los materiales de una obra, ya que estos pueden modificar el consumo energético y tener un impacto notable sobre los usos de la energía y la habitabilidad de los espacios exteriores”, destacó Alchapar.

De hecho, para Alchapar, “los materiales de construcción fríos mejoran la habitabilidad de las viviendas y son una de las estrategias número uno –junto con el reverdecimiento– para mejorar la temperatura de aire exterior”. Un claro ejemplo que mencionan las investigadoras es un estudio realizado en una vivienda social en Mendoza. La investigación la realizó el Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (Inahe) en el año 2021 y la casa fue construida con una tecnología tradicional.

“En esta vivienda social, nosotros incorporamos y solo modificamos el techo. Para ello, implementamos una pintura altamente reflectiva y que está trabajada con nanotecnología. Así, logramos modificar 18 grados la temperatura superficial exterior, lo que se traduce hacia el interior en 5 grados menos de temperatura en la vivienda. De esta forma, y con base en las proyecciones que hemos realizado en nuestra investigación, logramos disminuir el 2,5 % el consumo de energía para los aires acondicionados, lo que equivale a casi el 20 % de ahorro en el consumo energético durante todo el verano”, afirmó Alchapar.

Para la arquitecta Mercado, lo fundamental es considerar un plan integral en el proyecto inicial. Foto: Unidiversidad

¿Es muy caro implementar la arquitectura bioclimática en una vivienda?

“Desde la arquitectura tenemos que pensar en hacer buenos diseños, buenas protecciones y un buen trabajo de orientación, no se necesita implementar tanta tecnología para reducir la temperatura de una vivienda. Asimismo, el uso de materiales térmicos y la adecuada aislación contribuyen a mantener la temperatura interna, lo que disminuye la necesidad de calefacción o refrigeración”, remarcó Mercado.

Para la arquitecta Mercado, lo fundamental es considerar un plan integral en el proyecto inicial: “Debemos trabajar desde la arquitectura la orientación de la vivienda, qué materiales vamos a utilizar, la tecnología que deberíamos emplear, etcétera. Si trabajamos todas estas cosas de entrada, la vivienda no debería sufrir grandes sobrecostos. De hecho, el valor monetario de reacondicionar energéticamente una vivienda no debería superar el 10 % del valor de la obra”.

Por otra parte, Alchapar entiende que el costo de la energía en un futuro continuará subiendo; por lo tanto, llegará un momento en el que se emparejará con el costo que se emplea de más en las obras: “Nuestra energía está subsidiada y, por lo general, tiende a subir su valor. Esto hace que muchos propietarios se enfoquen en realizar viviendas más sustentables, energéticamente hablando. A veces, solo basta con implementar mejores estrategias y eficientizar los recursos para optimizar notablemente las edificaciones; no es necesario siempre colocar todo lo más caro o lo más tecnológico para así favorecer la eficiencia energética en el edificio, ya que, en la mayoría de los casos, se resuelven con buenos diseños”.

Para Noelia Alchapar, los materiales fríos trabajan mejor las temperaturas internas de las viviendas. Foto: Unidiversidad

¿Qué es la pobreza energética y por qué nos afecta?

Mercado señaló que, en la actualidad, vivimos en lo que se denomina como "pobreza energética”, que implica que las personas de un país o región no pueden acceder al confort de energía necesario para refrigerar o calentar los ambientes de sus viviendas. “Esto significa que hay franjas de personas que no están accediendo al mínimo confort de una vivienda porque no tienen cómo hacer frente a esa eficiencia energética. Este grupo de población no accede a un aire acondicionado o a un simple sistema de calefacción, sobre todo, por las dificultades económicas que estamos atravesando”, sumó Alchapar.

“Aquí es donde entra nuestro trabajo como arquitectas, ya que lo que debemos hacer es repensar cómo mejorar el confort de las personas. Muchas veces decimos que con el proyecto de una vivienda nosotras condenamos o no a una persona a ser fuertemente consumidora y dependiente del consumo energético”, expresó Mercado.

Desde la arquitectura bioclimática, se habla de una orientación de la vivienda hacia la línea del Ecuador. Foto: Unidiversidad

¿Qué orientación conviene más para las viviendas?

Finalmente, a la hora de pensar en una correcta orientación para las viviendas, la arquitecta Mercado comentó: “Desde la arquitectura bioclimática se ha hablado de una orientación hacia la línea del Ecuador. Si bien no hay un 'recetario' estricto, por lo general, la bibliografía habla sobre la línea de Ecuador como un punto de referencia”. “En este caso, uno tiene que intentar priorizar una buena orientación y utilizar la radiación solar para tener una buena calefacción en invierno y ubicar las brisas más frescas del sureste para refrigerar en el verano”, finalizó Alchapar.

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