La Biblioteca San Martín florece: con aire, WiFi, más libros y colmada de estudiantes

Es la elegida, principalmente, por universitarios que preparan las materias que deben rendir en febrero y marzo. Unidiversidad visitó el edificio emblema de la provincia. Cómo funciona en verano y qué alternativas ofrece la institución.

La Biblioteca San Martín florece: con aire, WiFi, más libros y colmada de estudiantes

Estudiantes en la Biblioteca Pública General San Martín

Cultura

Unidiversidad

Micaela Iannizzotto/ Unidiversidad

Publicado el 17 DE ENERO DE 2018

La Biblioteca pública General San Martín está lejos de haber quedado vetusta y sin vida joven. Todo lo contrario: con salas refaccionadas, airea acondicionado, WiFi y nuevos libros se convierte para muchos estudiantes, sobre todo universitarios, en la mejor opción para leer tranquilos y con todas las comodidades que requieren. La entrada lógicamente es libre y ser socio, para poder llevarse libros de la mega institución, sólo cuesta $ 50 que se pagan por única vez en el momento de la inscripción.

Unidiversidad visitó la biblioteca emblema de Mendoza y pudo constatar que, en pleno enero, tiene más actividad que muchos otros centros turísticos de la provincia. Es que para muchos es el lugar ideal para preparar las materias que se rinden en febrero y marzo próximos, especialmente, porque cierran las bibliotecas de las facultades públicas y privadas. 

 

Demanda creciente

En ese sentido y debido a la ola creciente de alumnos, su coordinadora, Marta Babillón, expresó: “le hemos dado prioridad a los estudiantes. Hemos adaptado todas las salas para que puedan venir a estudiar y hemos suspendido todos los cursos en verano porque nos pasó el año pasado que no nos quedaban espacios desocupados para estudiar”.

El calor agobiante se hace más pesado si uno tiene que estar en un espacio cerrado para preparar una materia. Aire acondicionado, buena iluminación, mesones, sillas, pizarras y marcadores son algunas de las comodidades que ofrece la institución para que se acerquen y hagan uso del espacio. Melisa y Ana, dos estudiantes que se encontraban allí, contaron: “venimos cuando son épocas de estudio intensivos, verano o invierno”. También Noelia, estudiante de arquitectura, se mantuvo en la misma línea: “vengo porque me queda cómodo. Es un espacio fresco, iluminado y tranquilo”.

Para hacer uso de las instalaciones no es necesario ser socio, ya que la Biblioteca es pública y se encuentra abierta hasta las 13 en horario de verano (de lunes a sábados). Sólo se requiere de la asociación para poder llevarse algún ejemplar a su casa y participar de los cursos que se ofrecen durante el año. 

Además, entre las promociones de verano, se encuentra el préstamo de hasta seis libros por persona durante un mes. “Muchos se van de vacaciones y se los quieren llevar. No nos sirve de nada tener los libros en la biblioteca, necesitamos que los libros salgan” explicó Babillón, la coordinadora desde hace dos años.

Otro de los cambios que se hará de cara al 2018 es “la biblioteca abierta”. Hasta  ahora, salvo la infantil las demás eran cerradas; es decir, le tenían que pedir al bibliotecario los libros que deseaban leer. “Lo que estamos haciendo es que la parte de literatura de la biblioteca esté abierta. A los jóvenes les gusta ver el libro, la solapa, agarrarlos y no lo podían hacer de no pedírselos al bibliotecario. Entonces ahora van a estar en una estantería y podrán venir a buscarlos y leerlos” explicó Babillón.

 

Alternativa en la era digital

El edificio cuenta con conexión WiFi, una sala de computadoras y varias notebooks. Además, se implementó la  utilización de un canal de YouTube, denominado: “Los nerds heredarán las Biblioteca San Martín” en el que jóvenes hacen comentarios de los libros que leen para que más personas se interesen sobre la literatura.

 

 

Renovación bibliográfica

La renovación de la bibliografía se hace permanentemente. Antes necesitaban de la autorización del gobernador para poder realizar las compras porque son de inventariado. “Ahora, (Alfredo) Cornejo nos dio, en el 2016, $150 000 para la adquisición de libros, para actualizarlos”, espetó la coordinadora. La idea es, no sólo mantenerlos, renovarlos, sino también en el caso de los libros que por el paso del tiempo se han arruinados, renovar esos ejemplares, tanto de autores nacionales como internacionales.

 

Biblioteca llena

El balance que hace Marta Babillón de los dos años que está al frente es positivo. En ese sentido, contó que antes el edificio se llovía e incluso había crecido un árbol arriba del techo. “Ahora el  edificio ya no se llueve, hemos pintado las salas, los baños funcionan todos y están acondicionados con jabón y papel, además hay aromatizadores en todas las salas. Antes teníamos libros del 76, 77, ahora tenemos libros de medicina del 2016”.

“Este tiene que ser un segundo hogar, que sepan que acá están cómodo, estamos haciendo una biblioteca viva”, concluyó.

 

Algunas particularidades

La Biblioteca Pública General San Martín, es una institución que tiene 195 años, su primer apertura fue un 9 de julio de 1822 y hasta el día de hoy funciona en el edificio de la calle San Martín al 1843 de Ciudad.  La institución cuenta con libros que fueron del Libertador de América, San Martín, quien además fue el mentor. En 2005 fue remodelada, durante el gobierno de Julio Cobos.

Es la biblioteca madre de la provincia y la tercera más importante del país, después de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y la Biblioteca de Córdoba. Además se donan libros a las bibliotecas populares, barriales y a la penitenciaría.

En el edificio, contó Babillón, se hacen presentes los pacientes del Hospital Escuela de Salud Mental Carlos Pereyra “que salen a caminar  pasan y se sientan”. Además también los chicos de la calle que limpian los autos, en el invierno, ingresan para cobijarse del frío. “Esto es lo que queremos, que la gente se apropie del espacio” finalizó Marta Babillón.

 

 

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