En 1998 justicialistas, radicales y demócratas
acordaron una política de Estado en materia de seguridad, y uno de sus ejes
centrales fue la profesionalización de la Policía de Mendoza, para lo que se
creó el Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP). A 15 años de la reforma, especialistas
en la temática aseguran que las medidas que se tomaron en los últimos años
contradicen el objetivo de contar con uniformados con formación universitaria.
Plantearon que no existe un modelo policial claro y que se privilegia el número
por sobre la calidad. Aseguraron que una muestra de esto es que, hoy, el mayor
porcentaje de egresados son auxiliares, que pueden ingresar sin el secundario
terminado y que luego de un curso de 10 meses salen a la calle con su arma
reglamentaria.