Cataluña se prepara para las elecciones más atípicas de su historia

Se celebran el jueves 21 de diciembre como consecuencia de la intervención de la región por parte del Ejecutivo español de Mariano Rajoy. Escraches al presidente, candidatos encarcelados y en exilio.

Cataluña se prepara para las elecciones más atípicas de su historia

Inédita campaña de las elecciones regionales. Foto AFP

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Unidiversidad / Télam

Publicado el 19 DE DICIEMBRE DE 2017

La inédita campaña de las elecciones regionales que se celebran el jueves en Cataluña cerró este martes en una atmósfera de tensión, con un acto electoral de los secesionista en las puertas de la cárcel madrileña donde se encuentra su líder Oriol Junqueras y un escrache al presidente español Mariano Rajoy frente a un museo de la ciudad catalana de Figueres, en Girona. 

Junqueras, quien lidera el frente secesionista, se disputa la victoria con la candidata del partido "unionista" Ciudadanos, Inés Arrimadas, según coinciden los sondeos, que pronostican un escenario de ingobernabilidad por la ausencia de mayorías claras. 

Las elecciones son excepcionales y se celebran como consecuencia de la intervención de la región por parte del Ejecutivo español de Mariano Rajoy, quien al amparo del artículo 155 de la Constitución abortó el proceso de secesión impulsado por el gobierno cesado de Carles Puigdemont. 

Tan excepcionales son los comicios que tres de los candidatos independentistas están encarcelados y cinco huyeron a Bruselas, Belgica, por la presión judicial, entre ellos el ex presidente Puigdemont. 

Otro de los elementos extraños ha sido el protagonismo virtual de Puigdemont, quien intervino en los actos por video conferencia, intentando conectar emocionalmente con los independentistas, a los que animó a demostrar a Rajoy que no aceptan su destitución por medio del 155. 

"El jueves todos a votar. Soy el 'president' porque no acepto que nadie recorte nuestras instituciones. Quiero continuar siendo vuestro 'president'", dijo en su último mensaje. 

La campaña de Junts per Catalunya (JxC), se cerró en el barrio barcelonés de Gracia, un bastión y territorio de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el partido de Junqueras, al que Puigdemont disputa la hegemonía del bloque independentista. 

Junqueras desafío a Puigdemont en la recta final afirmando que él estaba en la cárcel porque "no se escondía", a lo que hoy el ex presidente le respondió que él tampoco lo hacía, que estaba en Bruselas "para poder respetar el mandato de los catalanes". 

Tras haber presionado para que se declarara la independencia, Junqueras ahora se desmarca de la vía unilateral, con lo que su triunfo podría abrir un nuevo escenario de negociación con el gobierno central de España. 

La cúpula de ERC intentó sacar rédito hoy realizado un pequeño acto de final de campaña ante la cárcel madrileña de Estremera, a pocos metros de la celda de Junqueras. 

Un grupo de ultraderechista intentó reventar la concentración, pero la Guardia Civil protegió a los secesionistas, quienes denunciaron que su candidato no había podido "defender sus ideas en condiciones de igualdad". 

En el otro extremo, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, fue abucheado a las puertas de un museo en Figueres, Girona, la cuna del ex presidente Puigdemont. 

"Fuera" y "presos políticos en libertad" fueron los gritos que recibieron a Rajoy y al candidato del Partido Popular en Cataluña, Xavier García Albiol, quien se dirige hacia una derrota histórica, pero que será decisivo para formar un gobierno "constitucionalista"

"Cada voto al PP hace que sea más posible un cambio político en Cataluña”, dijo Rajoy.

La "constitucionalista" favorita, Inés Arrimadas, empleó sus últimas horas en un feudo tradicional de los socialistas de Barcelona, Nou Barris, donde intentó sacarle votos a Miquel Iceta.

"Quedan solo dos días para terminar con la pesadilla del 'procés' . Quiero ser la presidenta de todos los catalanes, de las políticas sociales y del seny (sentido común)", sostuvo. 

"El jueves vamos a votar con tanta fuerza e ilusión que nos escuchará hasta el señor Puigdemont en Bruselas", vaticinó Arrimadas. 

Los socialistas, por su parte, se jugaron en uno de sus feudos, Cornellá, tras una campaña basada en un mensaje de reconciliación e "ilusión", con el que parecen haber recuperado terreno. 

Iceta insistió en que "la derecha no puede derrotar al independentismo" y pidió el voto para "limpiar" la "herida envenenada" que dejó el "procés" en la sociedad. 

En caso de que los independentista no consigan mayoría, el candidato socialista aspira a gobernar en minoría con apoyo de la coalición de izquierda Catalunya en Comú Podem, de Xavier Doménech. 

Entre gritos de "¡Sí se puede!" y arropado por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, Doménech dijo en el barrio obrero de Santa Coloma de Gramanet que "cuanto más fuerza tenga su candidatura más grande será el futuro gobierno de todos y todas". 

"La única alternativa ahora mismo es o Puigdemont o nosotros. O la restauración o el futuro", subrayó el candidato, quien prometió "conseguir mayor autogobierno, derechos sociales y acabar con la lacra de la desigualdad".

En tanto, el partido anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP) cerró su campaña en Barcelona y pidió el voto "para hacer efectiva la República". Saben que sólo ellos pueden volver a dar mayoría a los independentistas.

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