En Diputados hay varios proyectos de
despenalización de drogas, con distintos colores políticos. El 12 de junio será
la fecha de la discusión. Mientras algunos diputados celebran, Olmedo se
escandaliza.
La despenalización de drogas para consumo personal es uno de
los grandes debates pendientes desde el 2010, cuando algunas marchas masivas
lograron instalar el tema en la agenda pública, aunque no así en la
legislativa, donde los proyectos de ley quedaron estancados.
Recientemente el panorama nacional se vio ilustrado con
60.000 personas en las calles del país. La Marcha Mundial de la Marihuana (MMM)
en Mendoza convocó a 3 mil personas. El narcotráfico, los derechos individuales
y la derogación de la ley de estupefacientes vigente fueron las consignas.
Al parecer este año el Congreso estará dispuesto a tratar
las iniciativas, que proponen modificaciones a la ley 23.737, de Tenencia y
Tráfico de Estupefacientes.
El próximo 12 de
junio la Comisión de Prevención de Adicciones de la Cámara baja tratará el
proyecto.
La iniciativa despenaliza
la tenencia personal siempre y cuando no perjudique a terceros. De esta manera,
se despenaliza el autocultivo ya que,
según el argumento, de lo contrario e incentivaría al consumidor a que vaya a
comprar y el objetivo es desarticular la red del narcotráfico.
En marzo de este año, el senador oficialista Aníbal
Fernández ubicó en el centro de las miradas su proyecto de despenalización de
la tenencia.
En la Cámara de Diputados, hace dos años atrás, fueron
presentados nuevamente tres proyectos, los cuales deberán ser tratados por las
comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico (presidida
por el radical Mario Fiad) y Legislación Penal (comandada por el kirchnerista
Oscar Albrieu).
En esta oportunidad, las bancadas buscan unificar una
estrategia que les permita darle impulso al debate y consensuar un solo
proyecto, ya que las diferencias no son insalvables y los argumentos son
similares con el objeto de acordar visiones y complementar propuestas. Proyectos
destinados al debate en serio
Los legisladores que
han realizado aportes en este sentido, han estudiado y verificado datos reales
y argumentos a tener en cuenta. En la búsqueda para que haya un abordaje
legislativo están evaluando la complementariedad de las propuestas.
En la Cámara baja, la
diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Victoria Donda
(representante de Libres del Sur), fue la que propuso debatir la
despenalización de la marihuana. También presentaron iniciativas la diputada
Diana Conti ( del Frente para la Victoria) y Ricardo Gil Lavedra ( de la UCR),
acompañado por Manuel Garrido, Ricardo Alfonsín y Estela Garnero (miembros de
Córdoba Federal).
Estos proyectos se fundamentan en el artículo 19 de la
Constitución Nacional, donde se estipula que "las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni
perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la
autoridad de los magistrados”, y que “ningún habitante de la Nación será obligado
a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe".
En este sentido, el texto de Conti argumenta que “no cabe
penalizar conductas realizadas en privado que no ocasionan peligro o daño a
terceros” y que “los argumentos basados en la mera peligrosidad abstracta, la
conveniencia o la moralidad pública no superan el test de constitucionalidad”.
Para Donda “la actual ley de drogas criminaliza
sistemáticamente a los usuarios, ya que los obliga a demostrar su inocencia una
vez sometidos al proceso penal”, hecho que colapsa los juzgados con causas de
este tipo. Del mismo modo, el texto impulsado por Gil Lavedra “evita la
criminalización de conductas que pueden estar comprendidas dentro del ámbito de
autonomía de cada individuo”
El proyecto de Donda propone derogar el artículo 5 de la Ley
de Estupefacientes, donde se establece que “será reprimido con reclusión o
prisión de cuatro a quince años y multa de seis mil a quinientos mil australes
el que sin autorización o con destino ilegítimo siembre o cultive plantas o
guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o materias primas, o
elementos destinados a su producción o fabricación”.
Este artículo indica que “cuando por la escasa cantidad
sembrada o cultivada y demás circunstancias, surja inequívocamente que ella
está destinada a obtener estupefacientes para consumo personal, la pena será de
un mes a dos años de prisión”. Mientras que Donda propone derogarlo, Conti
alienta a mantenerlo, pero indicando que en ese caso “el hecho no será
punible”.
En tanto, desde el radicalismo proponen una nueva redacción
de este artículo, pero aclarando, al igual que Conti, que el consumo individual
de drogas no constituye un delito.
Del mismo modo, y con el objetivo de combatir el
narcotráfico, la iniciativa de Aníbal Fernández propone “no estigmatizar ni
perseguir a quien consume e ir detrás del distribuidor”.
Olmedo: un caso “serio”
El diputado Alfredo Olmedo criticó duramente el proyecto
presentado que prevé la despenalización en el consumo personal de
estupefacientes. "La legalización de la droga, incluso parcial, no conduce
a una solución, sino que agrava aún más su control y erradicación”, aseguró.
“Despenalizar la droga, es como apagar un incendio con
nafta, la droga se combate con vida sana y no cultivándola en casa”, volvió a
insistir Olmedo y argumentó que la mejor manera de combatirla es con una sólida
base educativa.
En este sentido, el diputado recordó su proyecto de ley de
enseñanza contra la droga en la escuela primaria y secundaria de forma
obligatoria, “para formar valores y crear conciencia del grave problema”.
Lo anterior se
encuentra articulado con su “otro proyecto de salud”, donde se formula que la
escuela realice exámenes para detectar adictos o consumidores.