Diez mendocinos cumplen su sueño: viajan por la paz a Chipre

Un nuevo contingente de cascos azules de la ONU l Ejército Argentino partirá esta semana rumbo a esa isla, dividida entre Europa, África y Asia. Cómo se preparan, qué sueñan y a qué temen los jóvenes que misionarán a favor de la unión en ese territorio. Unidiversidad habló con los protagonistas.

Diez mendocinos cumplen su sueño: viajan por la paz a Chipre

Foto: Ministerio de Defensa de la Nación

Sociedad

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Unidiversidad / Elizabeth Montecinos Pincheira

Publicado el 26 DE FEBRERO DE 2019

“Vivo en Neuquén, con mi esposa y nuestra ‘hija’ Cindy, una perra rotweiller de cuatro años. Ahora lo más difícil es despedirme de mi esposa, embarazada de seis meses de nuestro primer hijo, pero espero poder viajar en medio de la misión para conocerlo”, contó a este portal, con la emoción a flor de piel, uno de los cascos azules que emprenderá en estos días la misión de paz en la isla de Chipre.

Su tarea en la isla será la de mantener la paz entre la parte Norte, perteneciente a los turcos, y la parte Sur, perteneciente a Grecia. En medio de ambas partes, la ONU instaló una buffer zone (zona de amortiguación), donde el organismo internacional realiza patrullajes constantes para evitar conflictos entre los países en litigio.

“Mis expectativas son de aportar lo mejor de mí, seguir capacitándome para seguir contribuyendo con la ONU, por la experiencia y por mejorar mi inglés, para ser convocado nuevamente para una próxima misión de paz”, concluyó un cabo primero que prefirió dejar su nombre en el anonimato por cuestiones de seguridad. Como él, una tropa de 250 personas alistadas en el Ejército Argentino y miembros de las Misiones de Paz de las Naciones Unidas (ONU) están viajando por estos días con el fin de asistir a una isla que se encuentra en conflicto territorial desde hace varias décadas. Una primera camada partió anoche, la próxima será este martes y la última, mañana miércoles.

Hay diez mendocinos que serán parte de esta misión que, se prevé, durará seis meses. Muchos de ellos formarán parte, por primera vez, de este viaje de ayuda humanitaria. Saben que esta será una experiencia digna de contar y de atesorar en sus corazones. 

Unidiversidad habló con algunos de sus protagonistas. Uno es un joven de 32 años oriundo de Godoy Cruz. Es cabo primero del Ejército Argentino y forma parte de las Fuerzas Armadas desde 2007. Este martes viajará a Lárnaca, Chipre, junto a 63 compañeros.

El joven fue casco azul en Haití durante 2014 y estuvo ahí durante casi diez meses. “Esa fue mi primera experiencia en misiones de paz. Vi la precaria forma de vida de los haitianos y tuve la sensación de que es un país con una situación muy complicada para salir de la pobreza: la contaminación, la falta de trabajo, la cantidad de niños huérfanos sin estudio y mal alimentados, también la prostitución de niños y adultos por comida”.  

Otra mendocina es una mujer lujanina de 28 años que prestará servicios para la ONU por primera vez. “Soy cabo primero del Ejército Argentino hace un año e ingresé a las fuerzas hace seis. Era muy joven y no sabía si iba a gustarme ser parte del Ejército. Yo quería probar algo diferente y me di cuenta de que acá está mi vocación, lo que amo”, contó. Respecto del viaje, ella aseguró tener expectativas muy altas y ganas de aprender. “Estoy dispuesta a aprovechar la oportunidad que se me presentó y dar lo mejor de mí”, dio, ilusionada, la mendocina que estará a cargo de auxiliar con alimentos en la zona de conflicto. 

La cabo primero vive en Mendoza con su madre y dos hermanos. “Se me dificulta mucho tener que despedirme de mi mamá. Es una mujer grande y siempre fuimos muy unidas. Siempre me apoyó en todas mis decisiones, siempre estuvo muy orgullosa de mí", sostuvo.

"Nos hemos estado preparando mucho durante estos meses, creo que los argentinos aportamos y seguiremos aportando cosas buenas a las misiones de la ONU”, concluyó la mendocina.

 

Tropas de Argentina, Paraguay y Chile

Las tropas vienen trabajando desde noviembre del año pasado en Junín de Los Andes y Campo de Mayo para realizar la preparación predespliegue de las misiones de paz: desminado de campos, evacuación aérea, guiado de aeronaves, asistencia de primeros auxilios, procederes en caso de incidentes con cazadores y granjeros no autorizados en la buffer zone, entre otros.

El viernes 22, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general VGM Bari del Valle Sosa, encabezó el acto de despedida en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (Caecopaz), ubicado en la Guarnición Militar Campo de Mayo. “Ustedes se suman hoy a los más de 16 mil efectivos que han participado de esta misión a los largo de estos 26 años. El prestigio alcanzado es enorme, tal cual lo confirman los informes remitidos por los organismos internacionales y los halagos que se reciben por parte de las autoridades de la misión en las diferentes visitas de inspección”, dijo el teniente general Sosa ante los cascos azules argentinos que se desplegarán por la isla de Chipre.

 

El conflicto, ¿de qué se trata?

La isla de Chipre se sitúa sobre el Mar Mediterráneo y se encuentra a 113 km al sur de Turquía, 120 km al oeste de Siria, y 150 km al este de la isla griega de Kastellórizo.  El norte de la isla chipriota está ocupado por los turcos, mientras que el sur forma parte de Grecia.

Chipre se encuentra en permanente conflicto, desde 1963, por la ocupación completa del terreno por ambas partes de la isla. Ante esto, la ONU adoptó la posición de parcialidad encaminada a la contención, moderación y finalización de conflictos.

Por su parte, Argentina presta servicios para las misiones de paz a Chipre desde 1993 de manera ininterrumpida. Estas tienen una duración de seis meses y su objetivo principal es mantener las relaciones pacíficas entre ambas partes en litigio.

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