Dilma ganó por más de tres millones de votos y va por la reforma política

La presidenta de Brasil promete que dialogará con la oposición, impulsará una reforma política y tendrá un "compromiso riguroso con el combate a la corrupción", tras ser reelecta en ajustado balotaje para el período de gobierno 2015-19. Neves reconoció la derrota.

Dilma ganó por más de tres millones de votos y va por la reforma política

Foto: Gustavo Amarelle / Enviado Especial / Télam

Sociedad

Unidiversidad

Publicado el 27 DE OCTUBRE DE 2014

En lo que fue su primer discurso tras la victoria electoral, Rousseff, quien obtuvo el 51,64 por ciento de los sufragios válidos (54,49 millones de votos) contra el 48,36 por ciento (51,04 millones) del opositor Neves, con una tasa de abstención del 21,10 por ciento, se mostró abierta al diálogo e intentó consensuar luego de una agresiva campaña, cargada de denuncias y ataques personales.

"El calor liberado en la disputa debe ser transformado en energía constructiva de un nuevo momento de Brasil", señaló la mandataria y llamó a "encontrar puntos en común y una primera base de entendimiento para hacer" al país "avanzar".

Aclaró, de todos modos, que no creía que el balotaje "tuviera dividido al país entero", sino que "suscitó sentimientos contradictorios pero en busca de un único objetivo: cambiar el país".

La mandataria brindó la alocución en un hotel próximo al Palacio da Alvorada, residencia presidencial, donde cientos de periodistas y militantes aguardaban los resultados, y comenzó sus palabras pasadas las 21.30 de Brasil, acompañada por su padrino y líder del PT, Lula da Silva, que fue ovacionado por la multitud que recibió eufórica el triunfo.

“Algunas veces en la historia los resultados apretados producen transformaciones mayores y más rápidas que las amplias victorias”, remarcó, tras interpretar un resultado que significó la victoria pero con una fuerte presión del sector que se mostró disconforme con el gobierno.

En esa línea reconoció que la palabra predominante durante esta elección fue “mudanza” (cambio) y dijo estar dispuesta a “hacer todo lo posible” para lograr esas transformaciones que necesitaba Brasil.

“Mis primeras palabras son de llamamiento a la paz y a la unión”, dijo, y aclaró: “Unión no es unidad de ideas sino apertura y disposición para un diálogo. Yo estoy dispuesta a dialogar y ese es mi primer compromiso”, señaló.

Los seguidores, que lloraron y se abrazaron durante toda la jornada, desahogando una elección que fue reñida e imprevisible, aplaudieron cada vez que la presidenta mencionó avanzar con la reforma política que, entre otras cosas, promete la democratización de los medios y el fin del financiamiento empresarial para las campañas políticas.

También prometió cambios en la economía, que sufre en el país una recesión y un freno al crecimiento.

"Vamos a dar más recursos a la actividad económica en todos los sectores, en especial al sector industrial; quiero la participación de todos los sectores productivos y financieros", señaló la jefa del Estado, y remarcó: "Tendré un compromiso riguroso en el combate a la corrupción y propondremos cambios en la legislación para acabar con la impunidad”.

Tras más de tres meses de campaña con denuncias, la muerte del socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo que pareció por un momento dar vuelta el panorama electoral, la subida y el descenso de Marina Silva, las alianzas tras la primera vuelta, y en un año en el que se realizó hasta el Mundial de Fútbol, el triunfo del PT en Brasil es más que una batalla ganada.



En el discurso de Roussseff, en las lágrimas de Lula y en la euforia de los militantes se observaron el desahogo y la tensión de este proceso. El desafío será ahora el de cumplir con cada una de las promesas que lograron esta victoria.

Neves, a quien no le alcanzó con las alianzas y pactos realizados con casi todo el arco político tras la primera vuelta, quedó en segundo lugar, fortalecido por haber logrado una gran elección a menos de tres puntos de Rousseff, pero con el reto de mantenerse en la oposición, ahora aceptando o no, la apertura que planteó la presidenta.

El senador tucano reconoció haber llamado por teléfono a la ganadora y afirmó ante la prensa, en Belo Horizonte, su convicción de que "la mayor de todas las prioridades es unir a Brasil en torno de un proyecto honrado que dignifique a todos los brasileños".

Las calles de los alrededores de la Alvorada seguían hasta esta medianoche de lluvia rodeada de seguidores petistas que, con banderas rojas, paraguas y pilotos, algunos improvisados con bolsas, bailaban y coreaban los nombres de Dilma y Lula por las avenidas brasilienses.

Al margen de la renovación presidencial, hubo segunda vuelta para elegir a los gobernadores de 14 de los 27 estados, donde los aliados del PT ganaron cinco incluido Río de Janeiro y los opositores se alzaron con nueve, entre ellos, Rio Grande do Sul y el distrito federal de Brasilia.

En Río de Janeiro fue reelecto Luiz Fernando Pezão, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), centrista y principal aliado del PT, al que pertenece, entre otros, el vicepresidente también reelecto, Michel Temer.

En Brasilia, donde el candidato del PT quedó fuera de carrera en la primera vuelta, el senador socialista Rodrigo Rollemberg, con el apoyo de la excandidata presidencial extrapartidaria de su sector, Marina Silva, y del propio Neves, aventajó al conservador Jofran Freijat y sucederá al petista Agnelo Queiroz.

Por otra parte, en Rio Grande do Sul, cuyo electorado es tradicionalmente opuesto a las reelecciones, el actual gobernador, el petista Tarso Genro, le dejará su lugar a José Ivo Sartori, del PMDB, que lo derrotó con 61,21 contra 38,79 por ciento de los votos.

Fuente: TELAM