Educando a niños zurdos

Desde 1976, el 13 de agosto se celebra el Día Internacional de la Zurdera para difundir y ayudar a reducir las dificultades que encuentran las personas zurdas en una sociedad predominantemente diestra.

Educando a niños zurdos

Ned Flanders, el personaje de Los Simpson, es zurdo (foto: gentileza memorias24.blogspot.com)

Sociedad

Unidiversidad

Edición UNCUYO / Fuente: infonews.com, Wikipedia, zurdos.cl

Publicado el 13 DE AGOSTO DE 2015

El Día Internacional de la Zurdera es una jornada internacional promovida por la Internacional de Zurdos (Lefthanders International), que tiene lugar el 13 de agosto de cada año desde 1976, y que pretende dar a conocer y ayudar a reducir las dificultades que encuentran las personas zurdas en una sociedad predominantemente diestra, como tener que usar herramientas pensadas para diestros y diversas situaciones de discriminación e incluso acoso.

Más del 10 % de la población mundial es zurda. La proporción no ha cambiado desde la época de nuestros antepasados, en el Paleolítico. Los hombres ganan a las mujeres en este porcentaje y es hereditario. Se desconoce la razón, pero si los padres son diestros, la probabilidad de tener un hijo zurdo es tan solo del 2 %, pero si uno de los padres es zurdo la probabilidad aumenta al 17 % y si los dos lo son, se alcanza el 46 % de probabilidades.

El zurdo es una persona en la que predomina la actividad del hemisferio derecho, es decir que va mucho más allá de escribir con la mano izquierda. Utiliza más una parte del cuerpo para todo: para mirar, escuchar, empujar, golpear o hacer fuerza. Tienen ventajas en ciertos deportes, como en el boxeo, el tenis, el béisbol y la lucha, ya que consiguen descolocar a los rivales, que en la mayoría de las ocasiones son diestros. Al predominar la actividad del hemisferio derecho, los zurdos tienen más facilidad para desarrollar las habilidades representadas por este hemisferio, como la capacidad artística y musical.

Obligar a un niño zurdo a escribir con la mano derecha es muy contraproducente. Se ha detectado que hasta el 30 % de los niños a los que se les obligó a cambiar de mano padecían problemas de dislexia y tartamudez.
 

Educando a niños zurdos

El portal zurdos.cl ofrece un apartado sobre la educación de niños zurdos. Reproducimos aquí los conceptos principales:

Los niños zurdos necesitan tolerancia y paciencia por parte de sus padres y profesores. No basta con dejar que se las arreglen solos con su mano izquierda. Hay que acostumbrarlos de a poco a enfrentarse con todas las tareas y quehaceres pensados para los diestros, partiendo por una de las primeras herramientas: las tijeras de punta redonda para niños.

Para un niño zurdo, el trabajar con una herramienta para diestros causará frustración por la incomodidad y mal rendimiento. Los padres deben preocuparse, ya que estos problemas se solucionarían si el niño usa tijeras para zurdos, con lo cual el niño recuperará la confianza en sí mismo. Hay otras tareas que no requieren herramientas y que serán difíciles para el niño de desarrollar si no es guiado correctamente; por ejemplo, atarse los cordones, ya que deberá aprender a hacerlo al revés que la mayoría diestra.

Cuando nacen, los niños son ambidiestros, pero una tendencia suele manifestarse en un período corto. A los dos meses se empieza a producir un reparto de responsabilidades entre la mano de trabajo y la mano creativa, pero sólo a partir del tercer año se puede afirmar con algún grado de seguridad que un niño es zurdo. Pero existe un periodo comprendido entre los tres y los siete años denominado periodo de quirilancia, más conocido como ambidiestrismo. Para comprobarlo lo antes posible hay que observar a los niños con atención en las actividades que realizan (pintar, asir y tomar cosas, comer, hacer fuerzas, entre otras). Ser zurdo no se refiere solamente a la mano, sino también la pierna, ojo y oído, que no deben ser dejados de lado.

Es durante la quirilancia cuando ambos hemisferios cerebrales son equipotentes, lo que quiere decir que aún no hay dominio de ninguno de ellos. En este momento se está realizando un proceso normativo de maduración que definirá la preferencia. Es en esta etapa cuando algunas maestras o padres de familia que piensan que lo están haciendo muy bien facilitan la utilización del lado derecho sobre el izquierdo. Esta es una actitud errada, porque es en este momento cuando el niño debe determinar su preferencia manual.

Cuando son obligados a usar la derecha, muchos de estos niños se convertirán en zurdos encubiertos. En otras palabras, personas con problemas de lateralización y que muchas veces son tratadas como si fueran disléxicas, cuando en realidad lo que tienen son dificultades de lateralización. Cuando se detecta que un niño es zurdo contrariado, no existen soluciones mágicas ni inmediatas. Se debe tomar en cuenta que este no empezará a escribir con la mano izquierda, sobre todo si tiene entre 8 y 10 años, aunque debe permitírsele compensar el problema adiestrándolo en el manejo de la mano derecha.

La prueba de Oseretsky es la que puede ayudar a determinar cuál es el nivel de preferencia en el ojo, oído, mano y pie. Es una prueba neuropsicológica realizada en el consultorio de un psicólogo y que toma una, dos y hasta tres sesiones. Consta de una serie de ejercicios, donde el niño o el adolescente tiene que ir definiendo sus preferencias. La prueba, además de evaluar la lateralidad, detectará los procesos que no fueron consolidados y que están dando lugar a perturbaciones a nivel escolar.

Un deficiente rendimiento académico puede ser una señal de alerta para que los padres se den cuenta de que algo no está funcionando muy bien en el niño o el adolescente. Una vez que se aplica la prueba y se obtienen los resultados, el psicólogo establece una línea de base y puede comenzar algún tipo de tratamiento para reducir el problema. Para ello, tendrá que trabajar con la familia y con el colegio al que asiste el chico.

Los maestros deberían informarse desde un principio si hay niños zurdos en el grupo, para prestarles atención y ayuda: ubicarlos en el lugar correcto (siempre a la izquierda de su compañero de banco) para que la luz le llegue siempre desde el lado derecho; darle facilidades y procurar que use las herramientas adecuadas.

El niño debe tener claro que no es anormal o posee alguna enfermedad y no tiene por qué recibir bromas de sus compañeros. Una vez superado todos esos escollos, el niño funcionará y trabajará correctamente con su mano.

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