El aceite de colza es el nuevo oro negro ecológico

La producción de aceite de colza permite generar un biocombustible de muy buena calidad que no compite con los alimentos. Explica el fenómeno el ingeniero Ricardo Maggioni, director del proyecto “Extracción y refinación de aceite de colza, para la producción de biodiésel. Optimización de la planta de biodiésel”, subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo.

El aceite de colza es el nuevo oro negro ecológico

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Enrique Roig

Publicado el 08 DE ABRIL DE 2014


En esta nota averiguamos cómo puede mejorarse la producción de biodiésel a partir del aceite extraído de la semilla de colza. Para ello entrevistamos al ingeniero Ricardo Maggioni, ya que él y su equipo de investigación focalizan su trabajo en el refinamiento de este tipo de aceite para su uso como energía amigable con el medio ambiente.

¿Qué es la colza?

Se trata de una planta oleaginosa rica en aceites, que posee un rendimiento de producción muy elevado y generalmente es cultivada en invierno, es decir, en contraestación. Posee una raíz fuerte con un tallo ramificado de hasta 1,5 metros de altura y hojas lobuladas. Las flores, de un amarillo brillante, crecen en espigas sueltas al final del tallo principal y de las ramas. Al madurar, sus semillas pasan del color verde al negro, en el interior de vainas puntiagudas. A diferencia de los cereales o el maíz, la colza no se puede producir en monocultivo y se aconseja sembrarla en el mismo terreno solo cada tres o cuatro años.

¿Qué beneficios presenta el procedimiento de extracción de aceite que ustedes utilizan?

El modo de sacar el aceite de esta planta es de tipo mecánico, es decir, evitamos el uso de solventes tóxicos, factor que favorece una producción de combustible más ecológico.

Para ello estamos montando y afinando el funcionamiento de la prensa para la extracción de aceite de colza, seguido de los procesos de refinación y optimización de la producción de biodiésel. Utilizamos los procesos tradicionales con algunas modificaciones, como es la sustitución de la etapa de separación por decantación natural del aceite, que constituye actualmente la etapa lenta de producción. Con ello mejoramos sustancialmente la capacidad de producción de la planta.

¿Cómo avanzaron en la producción de biocombustible a partir de esta oleaginosa?

En ese sentido, hemos construido e instalado una planta piloto de extracción de aceite de colza. Este importante equipo está ubicado al lado de la planta de producción de biodiésel que tiene la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCUYO.

¿Cómo es esta planta de extracción?

La planta está montada sobre una estructura metálica de dos niveles. En el nivel superior hay un tanque plástico de 200 litros de capacidad que actúa de depósito de reserva de aceite vegetal virgen; un recipiente de acero inoxidable de 50 litros de volumen bruto para elaborar el catalizador; un recipiente de 250 litros que cumple tareas de calentamiento y reacción, construido en acero inoxidable, y dos tanques plásticos de 200 litros, para llevar a cabo el lavado con agua acidificada y con agua neutra del biodiésel producido.

A su vez, hay una bomba centrífuga de diseño especial que opera como elemento precursor de la reacción química con rebombeo del aceite al tanque superior, que forma parte del sistema reaccionante.

Así, luego de prosperar la reacción química se alimenta con la mezcla reaccionante a un separador centrífugo continuo disponible, que logra separar los subproductos (jabones y glicerina, fundamentalmente) del biodiésel sin lavar, y este se recoge en un recipiente adecuado provisto de bomba para ser elevado a los tanques de lavado.

¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre los combustibles derivados del petróleo y el de la colza?

Hay que tener en cuenta que la generación de biodiésel presenta grandes diferencias en el tratamiento tecnológico respecto de su principal competidor, el petróleo. Sin embargo, ambos combustibles son compatibles sin que se produzcan alteraciones de funcionamiento en los motores de ciclo diésel. Actualmente, nuestro país tiene una normativa energética que exige la incorporación de la mezcla de 8 por ciento de biodiésel con un 92 por ciento de gasoil.

Otra gran diferencia entre el gasoil de hidrocarburo y del gasoil no convencional o biodiésel es que el primero es más barato de producir en relación con el segundo. La diferencia de precio a favor del combustible no renovable frente a los biodiésel es posible porque no se considera el componente medio ambiental. Por lo tanto, si reflexionamos sobre el aspecto ecológico, en esta comparación la energía hidrocarburífera sería más costosa que la extracción de aceite a partir de la colza.

¿Qué antecedentes existen en cuanto al uso de los combustibles alternativos?

La idea de usar aceites vegetales como combustibles en motores diésel tiene más de 100 años de historia. El propio Rudolf Diesel realizó pruebas de motor con aceites vegetales. Así, uno de los prototipos de su nuevo motor presentado en la Exhibición Mundial de París en 1900 funcionó con aceite de maní.

Esta prueba, supuestamente, procedió del gobierno francés, quien buscaba un medio de producción autóctono de combustible en sus colonias africanas. Sin embargo, dado que los combustibles derivados del petróleo pronto estuvieron disponibles en grandes cantidades y a un menor precio, el interés en los aceites vegetales declinó.

Aun así, existieron algunos intentos de utilización de fuentes de energía renovables durante la Segunda Guerra Mundial, aunque el redescubrimiento de los aceites vegetales como posibles alternativas a los hidrocarburos emergió en la década de los 70, con la crisis mundial del petróleo y el crecimiento de la conciencia ecológica. A su vez, la necesidad de combatir los excedentes de producción agrícola sirvió como un incentivo adicional.

¿Y cómo se presenta en esta historia apasionante la colza?

La colza, conocido por canola, pertenece a la familia Brassicacea, por lo que está relacionada con otros cultivos de aceite, como lo son varias especies de mostazas (por ejemplo, la mostaza negra, Brassicanigra, o la mostaza blanca, Sinapis alba) y la camelina pilosa (Camelina sativa).

El cultivo tiene una larga tradición como planta agrícola. Los primeros datos los encontramos en la India, 2000 años antes de Cristo.

Los europeos usan el aceite de colza desde el siglo XIII, consumido como combustible para lámparas, materia prima para la producción de jabones y pinturas, y como aceite barato para cocinar.

Después de la Segunda Guerra Mundial, algunos países europeos mostraron un interés creciente por la Brassicanapus, ya que se podía cultivar en regiones frías; por lo tanto, permitía pensar en la reducción de su dependencia exterior en importaciones de aceite extranjero.

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Proyecto de investigación subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCUYO: “Extracción y refinación de aceite de colza, para la producción de biodiésel. Optimización de la planta de biodiésel”.

Integrantes del equipo: Director: Maggioni, Ricardo Atilio. Co-Director: Di Santo, Rogelio Oscar. Castro, Daniel Alfredo; Vázquez, Jorge Higinio; Gentile, Alejandro; Lucero, Laura; Videla, Verónica; Carivali, Pablo; Elia, Darío.

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