Siguen los cruces: acusan a Moyano de querer "desestabilizar" a Macri

Las declaraciones del jefe de los camioneros en contra de la presidencia de Mauricio Macri desataron una ola de respuestas por parte de funcionarios y legisladores del Gobierno. Indicaron que con sus dichos busca evitar las denuncias judiciales que enfrenta. La marcha moyanista prevista para el 22 de febrero aún no está confirmada y tiene poco apoyo de otros sectores.

Siguen los cruces: acusan a Moyano de querer "desestabilizar" a Macri

Hugo Moyano está acusado de lavado de dinero e imputado por participar en un sistema de reventas de entradas en el club que preside, Independiente. Foto: Télam.

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Marcha del #21F

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Unidiversidad / Fuente: La Nación

Publicado el 06 DE FEBRERO DE 2018

Las polémicas declaraciones del sindicalista Hugo Moyano, quien afirmó días atrás que al Gobierno de Mauricio Macri "le queda poco tiempo" y que "está fracasando" en su gestión, hicieron que todos los integrantes del oficialismo se abroquelaran en contra del líder camionero. Funcionarios y legisladores de Cambiemos acusaron al gremialista de pretender "extorsionar" y "desestabilizar" la administración del Presidente para zafar de las denuncias judiciales en su contra.

La confrontación entre Moyano y el Gobierno recrudece día a día. El sindicalista acusó al Gobierno de "sacarle derechos al trabajador" y vaticinó que al oficialismo "le queda poco tiempo". "La gente está convencida de que este gobierno está fracasando", dijo en una entrevista para Crónica. Ante estos dichos, distintos referentes del oficialismo se pronunciaron en contra del dirigente.

"Hace falta un diálogo civilizado y no extorsivo. Son sectores de la vieja Argentina que se oponen al cambio", afirmó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. "La construcción de una economía sana es responsabilidad de toda la dirigencia, incluida la sindical. Sin embargo, con dirigentes como Moyano, difícilmente cumplamos ese objetivo", indicó a La Nación el jefe de la Unión Cívica Radical (UCR) y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien estimó que, al advertir que al Gobierno le queda poco tiempo, Moyano "está amenazando con un golpe institucional".

El oficialismo, al responderle al gremialista, también hace foco en el frente judicial que este tiene abierto. Moyano afronta distintas causas en los tribunales. Una de las más complejas es la que investiga operaciones sospechosas entre el sindicato de camioneros y el holding de empresas que administran su esposa, Liliana Zulet, y dos hijastros.

Al dirigente, y a gran parte de su numeroso clan, se lo investiga por supuestos ilícitos, como desvío de fondos, el manejo de la empresa OCA, una red de propiedades en Parque Leloir, lavado de dinero y activos. También la Justicia tiene en la mira su actuación como presidente del Club Atlético Independiente. Moyano y su hijo Pablo (vicepresidente) están imputados en la causa en la que se investiga al exdirectivo de la entidad Noray Nakis y al jefe de la barra brava, Pablo "Bebote" Álvarez. Se los acusa de participar en un sistema de reventa de entradas.

Desde la Coalición Cívica, la presidenta del partido, Maricel Etchecoin, advirtió que Moyano, "sin la garantía política de impunidad de la que gozó durante años", pretende "llevar puesto" a todo el sindicalismo. "No duda en actuar como un golpista para evitar dar explicaciones a la Justicia", acusó.

 

La marcha moyanista, por ahora, con poca adhesión

Por otro lado, Hugo Moyano está buscando apoyo de otros sectores para la marcha que convocó para el 22 de febrero. Esta fecha aún se está analizando, ya que al fijarla no se percataron de que coincide con el sexto aniversario de la Tragedia de Once. El miércoles 7 de febrero se reunirán en la sede de Camioneros para discutir si el día de la marcha se cambia o no. Los familiares de las víctimas, por su parte, pidieron que la movilización sindical no se superponga con el acto de conmemoración.

Según Télam, el líder de los camioneros juzga por estos días que el espinel gremial aparece claramente dividido frente a su convocatoria a movilizarse, en principio por la Avenida 9 de Julio, contra la política económica vigente. Las organizaciones que prometen acompañar la caravana moyanista coinciden en el diagnóstico inquietante que traza el camionero respecto de la situación socioeconómica, mientras otras tantas consideran que la marcha en cuestión respondería en realidad a la complicada situación juidicial de su principal organizador.

"El 22 de febrero es una marcha de camioneros y no tenemos clara la agenda del sindicato", señaló públicamente Héctor Daer, uno de los tres triunviros de la central sindical, al tiempo que agregó que para plegarse a una manifestación de esas características debería existir "una agenda colectiva". Moyano cuenta por el momento con el apoyo mayoritario de la Comisión Directiva y de los triunviros Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (Estacioneros); sin embargo, los "gordos" (grandes gremios de servicios) e "independientes" decidieron no acompañar esta postura confrontativa.

A estas alturas llama la atención el silencio que mantienen los dirigentes de gremios estratégicos a la hora de grandes protestas, como lo son especialmente ferroviarios y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), algo que no pasa inadvertido dentro de las filas moyanistas. Parece que ninguno de los gremios estaría dispuesto a acatar el paro que impulsa Moyano y, en ese contexto, esta semana habría una serie de reuniones para definir cuáles son las posturas que van a tomar.

 

El peronista que apoyó a Macri

El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se paró cerca de Macri en su pelea con el sindicalista. "No creo que los sindicalistas estén siendo perseguidos", apuntó el mandatario peronista. "Moyano no debe escudarse en grandes luchas sociales a la hora de dar explicaciones" ante la Justicia, dijo Urtubey, y cuestionó la marcha convocada para el 22 de febrero.

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