¿La inteligencia artificial puede generar arte?

Sociedad

Desde Unidiversidad dialogamos con Jorge Núñez Mc Leod, ingeniero industrial, doctor en Ingeniería de la UNCUYO, quien se refirió a los contextos creativos, su vinculación con la Inteligencia Artificial y los planes de estudio en la educación.

La creatividad, la Inteligencia Artificial y la creación de la rueda

Hay innumerables formas y métodos para lograr ser más creativos, pero lo curioso de todos ellos, es que en ninguno en realidad explica el proceso de creatividad, es decir, qué ocurre dentro del cerebro al momento de crear.

Para explicar esta investigación y cómo surge la necesidad de ser creativos, el equipo de investigación (Mc Leod y Rivera) desarrolló durante años un algoritmo (una Inteligencia Artificial) que pueda resolver problemas de manera novedosa y que trate de encontrar óptimas soluciones.

“Durante años, estudiamos y tratamos de desarrollar un algoritmo que pudiera buscar soluciones a nuestro problemas planteados, pero que estas soluciones no sean buscadas en donde nosotros preveíamos que podría suceder, sino que nos brinde una respuesta novedosa y creativa al problema planteado, declaró Mc Leod”.

Hace pocos años, antes de la pandemia, el equipo de investigación logró encontrar un algoritmo que empezó a comportarse como una persona. Esta Inteligencia Artificial comenzó a recrear y armar conceptos propios, es decir, logró pensar creativamente como una persona.

“Decidimos testear la nueva IA, buscando algún ejemplo que pudiéramos documentar y se nos ocurrió (después de mucho pensar y debatir) irnos lo más atrás que pudiéramos de la historia para tratar de encontrar un objeto que fuera icónico y relevante al descubrimiento del ser humano, una creación que nuestra especie no hubiera podido encontrar en la naturaleza, y para nosotros ese objeto era la rueda”, remarcó el autor del libro.

“¿Porque la rueda?, es un objeto que no existe en la naturaleza. Es una creación que el ser humano no pudo contemplar en su alrededor para copiarla”, destacó Mc Leod, quien además agregó: “Lo que hicimos fue darle la inteligencia suficiente a nuestro algoritmo como para poder observar cuál era su respuesta. En este caso, la Inteligencia Artificial nos indicó que para crear la rueda primero tenía que dar cuatro pasos previos y crear otras cosas previamente”.

Luego de varias investigaciones sobre antropología antigua, el equipo de investigación determinó que la Inteligencia Artificial estaba en lo cierto, y que los cuatro pasos para crear la rueda se habían dado en distintas épocas de la historia, y todos ellos estaban conectados entre sí.

“En ese momento, nos dimos cuenta de que habíamos descubierto algo mucho más grande que el propio algoritmo, y es el hecho de darnos cuenta de cómo funciona en realidad el cerebro en el proceso de la creatividad humana”, continuó.

Creatividad y educación, ¿se puede enseñar a ser creativo?

La creatividad es propia e inherente a los seres humanos, se presenta en animales y, en algunos casos, se animan a determinar que también puede ser adquirida por máquinas que posean Inteligencia Artificial.

En cuanto a los procesos educativos, hay varias teorías que afirman que la creatividad no puede enseñarse, que solo es un don que unas pocas personas pueden tener a disposición, aunque desde la academia se trata de enseñar a pensar con creatividad y fomentar, desde la educación inicial, este pensamiento disruptivo.

“El sistema educativo está armado para enseñarnos normas y metodologías, y nosotros como estudiantes tenemos que ser capaces de repetirlas. Lamentablemente, en ningún momento se nos enseña a que seamos disruptivos con este pensamiento, por ende, no se nos enseña a realizar las cosas de manera distinta. Está claro que actualmente nuestro sistema educativo no fomenta la creatividad y no nos motivan para ello”, afirmó el docente e ingeniero.

En este caso, para Mc Leod, los procesos creativos deben ser promovidos desde la educación inicial y, sobre todo, desde el propio hogar. “La creatividad es algo que se puede alentar desde la educación, debería estar conectado desde que las y los estudiantes ingresan al sistema educativo e incluso desde la propia casa. El sistema educativo debería ser apuntalado de tal manera que las y los estudiantes tengan la posibilidad de ser disruptivos con su realidad y no se conviertan en simples replicadores de conocimientos. De esta manera, debemos apoyar la creatividad y alentar las actividades que vinculen esta concepción”.

La obra discute la posibilidad de plantear una educación disruptiva, en la que se nos motive y enseñe a ser creativos. Finalmente, propone vislumbrar una Inteligencia Artificial que emule la creatividad humana. Mostrando su actual desarrollo y, sobre todo, mirando el impacto en nuestro futuro.